¿Alguna vez le ha ocurrido que usted ingresa a un autobús o vagón de metro, y la persona que se sienta junto a usted decide invadir su espacio, abriendo las piernas como si estuviera cabalgando sobre el lomo de un hipopótamo?
Esa actitud, de sentarse con las piernas abiertas en un transporte público se llama en inglés “manspreading”.
La traducción al español es despatarrarse. Esta actitud es, según la sexóloga y autora Shannon Boodram, una demostración de dominio, una falta de atención y cortesía hacia las personas alrededor del despatarrado, y también puede ser la forma más confortable de sentarse para un hombre.
Esta manera de sentarse, que se pretende viril y de mucha personalidad, no es más que una prueba de falta de educación y cortesía hacia los otros usuarios, según los servicios de transporte público en la ciudad de Toronto.
Es pensando en esas personas despatarradas, por lo general hombres, que el servicio de transporte en Toronto, GO Transit, publicó este año un folleto en el que se recomienda a los usuarios del transporte público que se abstengan de cortarse las uñas, o comer un burrito o practicar una posición de yoga ocupando tres asientos.
Esta empresa estatal provincial, GO Transit, se encarga del sistema de trenes y buses en la región llamada herradura de oro de la provincia de Ontario, que incluye varias ciudades, incluyendo la más populosa en Canadá, Toronto, donde viven unos seis millones de habitantes.
Este sistema público transporta anualmente a unos 70 millones de viajeros, cubriendo 11.000 kilómetros cuadrados. Para ello dispone de más de 586 vagones de tren y más de 550 buses. En 2017 se registraron 142.428 quejas de los usuarios debido a la falta de cortesía y educación de otros viajeros.
Al empezar el nuevo año, GO Transit ha decidido lanzar una nueva campaña de sensibilización sobre el tema de la cortesía en el transporte público.
«Todos los sistemas de transporte público llevan a cabo campañas de cortesía y educación dirigidas a los usuarios», dice Mary Proc, vicepresidenta de Servicio al Cliente en Metrolinx, responsable de servicios al cliente en la empresa GO Transit.
Esta campaña define que el despatarrarse es la práctica de sentarse en un transporte público abriendo las piernas tanto que sobrepasan los confines del asiento. Este “manspreading” puede ser incómodo para los pasajeros sentados a los lados, e inconfortable para aquellas personas sentadas frente al despatarrado.
Esta mala costumbre no solo aqueja a los hombres. Según el servicio de transporte público de Ontario, “contrariamente a la creencia popular, las mujeres también son capaces de despatarrarse. En consecuencia, tal vez la palabra “manspreading” no es la definición correcta, dice GO Transit.
«La campaña sobre la cortesía en el transporte público del año pasado fue tan exitosa que pudimos registrar una disminución del 27 por ciento de las quejas sobre las malas conductas de los usuarios.»
Mary Proc, responsable de servicios al cliente en la empresa GO Transit.
La campaña de este año, desplegada en internet así como en la forma de un pequeño libro, le recuerda a los usuarios en Ontario que los asientos en los buses y trenes no son para las mochilas, ni para poner los pies.
Según GO Transit, el libro de etiqueta en el transporte público está inspirado en eventos y situaciones que se produjeron de verdad, y fue escrito en colaboración con un colectivo de usuarios de la red GO Transit.
Otra de las recomendaciones de cortesía, sobre todo en una ciudad con distintas tradiciones culinarias, es lo que se puede y lo que no se debe comer a bordo de un transporte público. No se recomiendan alimentos fuertemente condimentados, o comidas con mucho ajo, o pescado. No hay nada más frustrante que bajar del bus o el tren oliendo a ajos y pescado.
Los usuarios del transporte público son canadiense humildes, tenaces, y a veces muy alegres, dice el pequeño manual. Ese libro fue escrito a partir de historias personales de moderación, coraje y ocasionalmente desconcierto ante situaciones totalmente opuestas a las normas de etiqueta, dicen finalmente los responsables de un manual de buenas costumbres en el transporte público de Ontario.
Al final, son consejos de cortesía para los usuarios que sin duda pueden ser útiles en cualquier lugar del mundo donde exista un sistema de transporte público.
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