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La astrobiología para detectar la vida extraterrestre

Un equipo de investigadores de la Universidad McGill de Montreal desarrolló un protocolo de investigación que podría eventualmente detectar la vida extraterrestre. Por el momento el equipo de McGill logró identificar micro organismos en el Lejano Norte, en plena región ártica canadiense.

El equipo dirigido por Lyle Whyte, un microbiólogo que estudia desde hace cierto tiempo ya lugares terrestres extremos, creó un protocolo que se convertirá en un instrumento más tarde, simple de utilización y que ellos esperan poder instalar un día en un robot, parecido a Curiosity, que se encuentra en la actualidad surcando el planeta Marte. O en cualquier otro robot que se lance a la búsqueda de la vida extraterrestre.

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MinION, el aparato que utiliza el equipo de McGill en el Lejano norte canadiense, es un dispositivo miniaturizado de secuenciación de ADN, no más grande que un teléfono celular y les sirvió para descubrir micro organismos que viven en el hielo del lejano ártico. Isabelle Raymond Bouchard, es microbióloga de la Universidad McGill de Montreal y miembro del equipo de Lyle Whyte.

Hace varios años que hacemos experiencias en el laboratorio sobre los lugares extremos en el ártico para detectar la vida en esos lugares. Pero estos son sitios extremos que se podrían parecer mucho a lugares que se encuentran en Marte, Encelade o Europa, la luna helada de Jupiter. Es a partir de esta idea que nos dijimos: Ya trabajamos en lugares extremos y esto podría tener una aplicación en la Astrobiología. Se habla de estudiar posiblemente la vida en nuestro sistema solar, pero por el momento no podemos ir. Entonces podemos estudiar la vida aquí en la Tierra en lugares que se parezcan a los que podríamos encontrar en el sistema solar.
 

Es así como Lyle Whyte y el equipo de McGill dedujo que sus experiencias en lugares extremos de la Tierra podrían aplicarse a la astrobiología y la vida potencial en el sistema solar.

(AP Photo/NOAA)

La microbióloga Isabelle Raymond Bouchard dice que muchos de los robots existentes, como Opportunity y Curiosity se concentran sobre todo en la detección de las moléculas orgánicas o aminoácidos, pero esta no es una prueba concluyente a 100% de la vida porque, hay otros procesos que pueden crear también ese tipo de moléculas.

El interés del equipo en el ADN y el ARN es que éstas si son pruebas concluyentes de la vida. Los microbiólogos saben a ciencia cierta que estos dos elementos se encuentran solo en los organismos vivos aquí en la Tierra.

El equipo de investigadores de McGill ven su plataforma como algo que se puede utilizar simultáneamente de forma combinada con otras plataformas. Por el momento ellos experimentaron el MinION en la estación de investigación ártica  de McGill (McGill Artic Research Station, MARS) cerca de la Isla Ellesmere, muy cerca del Océano Ártico, donde la vida es más bien escasa y donde tampoco vive ninguna comunidad.

Vamos durante el verano en el ártico para hacer nuestras investigaciones y allí encontramos distintos entornos extremos. Con las muestras de esos lugares, no es siempre fácil extraer el ADN y el ARN. Testeamos la cantidad mínima de muestreo y de ADN y ARN que necesitamos, para después poder secuenciarlos bien y detectar los ácidos nucleicos.

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Utilizando el MinION en ese lugar pudieron corroborar que sí eran capaces de extraer y secuenciar el ADN y el ARN. Ahora la idea es continuar el proyecto y tratar de optimizar al máximo la experiencia. Estudiar las posibilidades de reducir quizá la cantidad del muestreo y lograr extraer el ADN y el ARN. Los científicos de McGill quieren también tratar de combinar otros instrumentos para experimentarlos.

Con estos instrumentos podremos preparar el ADN y el ARN automáticamente, antes de secuenciarlos. Y también queremos eventualmente probar instrumentos que puedan extraer automáticamente el ADN y el ARN. Entonces, a partir de una muestra podríamos tener todo un sistema automatizado, de cierta forma.

El laboratorio de la Universidad McGill en el Lejano Norte está localizado en un desierto polar que se asemeja enormemente a los sitios de interés para la astrobiología en Marte que desean estudiar los científicos.

Foto: NASA

El equipo de investigadores de McGill estudia actualmente la forma de crear el  prototipo de un instrumento lo suficientemente liviano, no demasiado grande y bastante simple, que pueda potencialmente ser transportado por un robot.

Para efectuar esta investigación en particular, los científicos cuentan con una beca de la Agencia Espacial Canadiense, puesto que la agencia se interesa a toda nueva tecnología que pueda permitir la detección de la vida extraterrestre.

Lo interesante en el proyecto es que no se trata específicamente de nuevas tecnologías. Al contrario, el equipo de McGill utiliza elementos ya existentes desde hace varios años. El desafío para ellos fue de utilizarlos en el contexto de la astrobiología, porque los elementos ya existentes son naturalmente livianos, fáciles de utilizar y no son energívoros. En otras palabras, ideales para la astrobiología, concluye Isabelle Raymond Bouchard, microbióloga de la Universidad McGill de Montreal y miembro del equipo de Lyle Whyte.

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Richard Massicotte entrevistó a Isabelle Raymond Bouchard.

El artículo fue publicado por la revista Frontiers in Mycrobiology.

(In Situ Field Sequencing and Life Detection in Remote (79°26′N) Canadian High Arctic Permafrost Ice Wedge Microbial Communities)

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