Llegó el momento de luchar contra el hostigamiento y acoso en la esfera de trabajo federal, incluyendo el Parlamento en Ottawa, afirma la ministra del Empleo, Patty Hajdu.
En la Cámara de los Comunes este lunes, después de haber lanzado el debate sobre un proyecto de ley sobre entornos de trabajo sanos y seguros, la ministra Hajdu resaltó los desequilibrios de poderes particulares en el Parlamento canadiense.
Ella deplora una cultura en el seno de la cual “las personas que son víctimas de acoso sexual o de violencia sexual no se sienten cómodas de presentar una queja”.
El proyecto de ley C-65, presentado el otoño pasado tiene como objetivo ofrecer a todos los trabajadores y empleados un código de conducta clara para manejar mejor las alegaciones de intimidación, hostigamiento y acoso sexual.
Ruth Ellen Brosseau, líder parlamentaria del Nuevo Partido Domocrático federal, NPD. (PRESS/Justin Tang)
El lunes por la tarde, los diputados federales aprobaron por unanimidad una moción sometida por la nueva líder parlamentaria neo-demócrata Ruth Ellen Brosseau, para acelerar el estudio de la ley C-65, enviándola directamente a examen en comité parlamentario.
El proyecto de ley C-65 propone fusionar las normas de trabajo sobre el acoso sexual y las de violencia, sometiéndolas a la misma vigilancia y al mismo proceso de solución de conflictos. Esta medida podría tener como resultado la intervención de un investigador externo para reexaminar las alegaciones.
Una vez adoptada, la ley permitiría por primera vez, poner al personal parlamentario bajo la protección del Código canadiense del trabajo.
Las reglas propuestas, que se aplicarían también a los bancos, los transportes, las telecomunicaciones y otros sectores bajo competencia federal, incluirían una protección estricta de la vida privada para las presuntas víctimas de acoso o de violencia.
RCI/La Presse Canadienne
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