El manuscrito de Voynich ha sido datado en carbono a principios de 1400. Se cree que es algún tipo de documento sobre la salud de la mujer, pero como está escrito en un idioma desconocido, en un guión desconocido, codificado por un código desconocido, nadie puede asegurar nada.
«Ella hizo recomendaciones al sacerdote…»
Y así, misteriosamente, comienza este enigmático libro medieval que ha desconcertado a los expertos durante generaciones, al menos según un científico informático canadiense, que cree haber descifrado el código del manuscrito de Voynich.
«Una vez que lo ves, una vez que descubres el misterio, le sigue una tendencia humana natural para resolver el rompecabezas», dijo Greg Kondrak, profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Alberta en Canadá. «Estaba intrigado y pensé que podía aportar algo nuevo».

Greg Kondrak ,profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Alberta (CBC)
El recurso a la inteligencia artificial
Este enigmático texto anónimo del siglo XV ha desconcertado a historiadores y criptógrafodesde su descubrimiento en el siglo XIX.
La sucesión de fracasos en su traducción había convertido al manuscrito en el Santo Grial de la criptografía histórica. Greg Kondrak, del famoso laboratorio de inteligencia artificial de la Universidad de Alberta y un experto en procesamiento del lenguaje natural, y el estudiante graduado Bradley Hauer, acudieron a la inteligencia artificial para descifrar las ambigüedades en el lenguaje humano utilizando el manuscrito de Voynich como caso de estudio.
Sus 240 páginas, que ahora forman parte de la colección Beinecke de la Universidad de Yale, están muy ilustradas con plantas, estrellas, planetas y mujeres que se bañan. Algunas plantas coinciden con especies conocidas; otras no. Algunos diagramas astronómicos parecen signos del zodíaco; otros no se parecen a nada de los cielos terrestres.
Nadie sabe lo que están haciendo las docenas de mujeres desnudas en el agua.

El llamado Manuscrito Voynich, un pequeño libro modesto generalmente almacenado en una bóveda de la Universidad de Yale, es considerado uno de los libros más misteriosos del mundo. (Getty Images)
Una historia de intentos y fracasos
Desde que el coleccionista y librero polaco Wilfrid Voynich compró este raro manuscrito a los jesuitas de Villa Mondragone en 1912, se ha asociado a la figura del matemático y químico Rober Bacon, a Leonardo da Vinci o a algún miembro de la corte de Bohemia de Rodolfo II, sobrino de Felipe II y primer propietario conocido del libro.
Lo heredó su farmacéutico Jacobus Sinapius, el primero que intentó traducirlo al que seguirían tantos otros, como William Newbold, condecorado por descifrar mensajes de los espías durante la Primera Guerra Mundial, o el afamado criptógrafo William Friedman, uno de los fundadores de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA).
Ninguno tuvo éxito.
Al menos ocho traductores han declarado haberlo logrado recientemente pero luego fueron desacreditados, el último de ellos a fines del año pasado.
Las conjeturas sobre el lenguaje de su texto han variado desde un tipo de latín hasta una derivación de chino-tibetano.
Kondrak pensó que los poderosos programas de inteligencia artificial podrían ayudar. Los laboratorios de su universidad ya habían desarrollado un software que llegó a los titulares de todo el mundo por haber ganado a jugadores profesionales del Texas Hold ‘Em, uno de los tipos más complejos de póker.
«El primer paso es probar y descubrir cuál es el idioma».
Él y su coautor Bradley Hauer tomaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la tradujeron a 380 idiomas. Utilizando una serie de algoritmos y procedimientos estadísticos complejos, lograron que una computadora identificara el idioma correcto hasta el 97% de las veces.
Hacer que el manuscrito siguiera el mismo procedimiento estadístico arrojó la hipótesis de que estaba escrito en hebreo antiguo.
Luego fueron tras el código Voynich. Encontraron que las letras en cada palabra, habían sido reordenadas. Las vocales, eliminadas.
Su primera frase completa, según algoritmos informáticos, es «Ella hizo recomendaciones al sacerdote, al hombre de la casa, a mí y a la gente».

El manuscrito de Voynich del siglo XV es considerado por los estudiosos como uno de los documentos más interesantes y misteriosos jamás encontrados. (Photo by: Universal History Archive/UIG via Getty images)
Agricultor, luz, aire y fuego
Las primeras 72 palabras de una sección producen traducciones que pueden encajar en una farmacopea botánica: «agricultor», «luz», «aire» y «fuego».
Las ilustraciones de mujeres tomando baños, que solían ser prescritos por los médicos antiguamente, le llevaron a concluir que se trataba de un manual ginecológico. Los mapas del zodiaco habrían sido incluidos porque se creía que algunas terapias resultaban más efectivas bajo determinados signos astrológicos.
Kondrak reconoce que la recepción de su trabajo por parte de los expertos tradicionales de Voynich ha sido muy buena.
«No creo que ellos sean muy amigables con este tipo de investigación», dijo. «La gente puede temer que las computadoras los reemplacen».
Pero Kondrak dijo que se necesita un ser humano para dar sentido a la sintaxis y la intención de las palabras.
«Alguien con muy buen conocimiento de hebreo y que sea un historiador al mismo tiempo podría tomar esta evidencia y seguir este tipo de pistas. ¿Podemos mirar estos textos de cerca y hacer algún tipo de trabajo detectivesco y descifrar cuál puede ser el mensaje?»
Si funciona, sugiere Kondrak, podrían usarse métodos similares para traducir guiones, como un sistema de escritura usado en la antigua Creta. Los misterios no faltan, dijo.
«Una de nuestras motivaciones fueron las escrituras antiguas. Todavía hay textos antiguos que permanecen sin descifrar hasta el día de hoy».
Qué falta
Sin historiadores del hebreo antiguo, explicó Kondrak, el significado completo del manuscrito Voynich seguirá siendo un misterio.
Dijo que espera aplicar los algoritmos que él y Hauer desarrollaron en otros manuscritos antiguos.
Su estudio se publicó en Transactions of the Association for Computational Linguistics.
Kondrak es famoso por su trabajo en el procesamiento del lenguaje natural, un subconjunto de la inteligencia artificial que se define como ayudar a las computadoras a entender el lenguaje humano.
RCI/Universidad de Alberta/CBC/The Canadian Press
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