En Venezuela una coalición de grupos opositores anunció este miércoles su decisión de no participar en las elecciones presidenciales del 22 de abril con el argumento de que esos comicios serán “fraudulentos” e “ilegítimos”.
Esta decisión se produce después de la amplia derrota sufrida por la oposición en las recientes elecciones de gobernadores y acaldes en Venezuela, llevadas a cabo el pasado mes de diciembre.
En esos comicios, avalados por observadores internacionales, el Partido Socialista Unidos de Venezuela ganó la gobernación de 23 de las 24 capitales de Estado y ganó también más de 300 alcaldías de las 335 en disputa.
Ese triunfo fortaleció las posibilidades de una reelección del presidente Nicolás Maduro en 2018 y profundizó la crisis en el seno de una debilitada oposición venezolana.
La decisión de no participar en los comicios tomada por los partidos aglutinados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se produce después de que otros grupos opositores, como Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática, dijeron esta semana que no participarán en el proceso electoral.
“No cuenten con la unidad, ni el pueblo para avalar lo que hasta ahora es un simulacro fraudulento e ilegítimo de elección presidencial”, dijo Ángel Oropeza, portavoz de la alianza opositora, justificando la decisión.
“Si el gobierno no da condiciones, la Mesa no participa”, agregó, tras asegurar que se necesitan al menos 100 días para garantizar las mínimas condiciones electorales.
La postura de la MUD dejó al presidente Nicolás Maduro, que buscará su reelección, virtualmente sin contrincantes, excepto por el pastor evangélico Javier Bertucci, quien anunció el domingo que buscará la presidencia.
Votantes venezolanos otorgaron una amplia victoria al Partido Socialista Unidos de Venezuela en las elecciones de alcaldes y gobernadores en diciembre, 2017. (Foto: Wil Riera/Bloomberg via Getty Images)
Otros dos dirigentes opositores, Henri Falcón y Claudio Fermín, también dijeron que querían postularse, pero no quedó claro de inmediato si seguirán con sus planes tras el anuncio de la MUD.
Maduro desestimó el miércoles la inasistencia de los opositores y reiteró que las elecciones del 22 de abril se llevarán a cabo.
El mandatario también propuso que en esa misma fecha sea elegida una nueva Asamblea Nacional, las asambleas de los 23 estados y los concejos municipales de los 335 municipios del país.
“Una gran mega elección parlamentaria en el país”, añadió el mandatario a periodistas.
La oposición reiteró que las elecciones se deberían realizar en el segundo semestre del año, como tradicionalmente ha sucedido en el país, y rechazó el adelanto de la votación que ordenó en enero la Asamblea Nacional Constituyente.
Los adversarios de Maduro también reclaman desde hace meses la liberación de políticos presos, entre ellos algunos de sus líderes, que se renueve la directiva del Consejo Nacional Electoral con el argumento de que es proclive al gobierno, además de convocar a una misión de observación internacional para los comicios.
Tras el anuncio del miércoles, los opositores acordaron iniciar una campaña para que se den “verdaderas elecciones” este año mediante la conformación de un frente amplio, que integrará a sectores como la Iglesia, empresarios y sindicatos.
Maduro dijo que vencerá en los comicios y que después de su triunfo mejorará la economía del país, sometida a una serie de medidas y sanciones económicas instigadas por Estados Unidos y sus aliados regionales que se oponen a la orientación socialista del actual Gobierno venezolano.
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