©DENIS CHARLET/AFP/Getty Images

La ciencia lo confirma, hablar «spanglish» o «frañol» no es malo, es natural en una sociedad multilingüe

Además de los dos oficiales, en Canadá se hablan cientos de otros idiomas. Y la mezcla de lenguas, resultando en dialectos como el Spanglish, el Franglish, el Frañol y otros muchos, es muy común entre los canadienses. Sin embargo, los puristas de las lenguas pueden quedarse tranquilos ya que según nuevos estudios de la Universidad de Ottawa, si al hablar usted le toma prestadas palabras a otros idiomas, no hay problema alguno. Al hacerlo, no está destruyendo su lengua materna. 

El equipo del departamento de sociolingüística de la profesora Shana Poplack llegó a la conclusión de que muchos de los conceptos más comunes sobre las mezclas de los idiomas son erróneos. Entre otras cosas, los investigadores concluyeron que cuando una persona utiliza una palabra de una lengua extranjera, no necesariamente cambia la estructura de su propio idioma, lo cual permite que la integridad gramatical se mantenga.

Hablamos con Shana Poplack quien nos explicó cómo fue realizada esta investigación. Escuche (1:33):

«Estudiamos 13 dúos lingüísticos aquí en Canadá y en Estados Unidos y en todas las comunidades estudiadas la gente mezcla los idiomas. Estudiamos el inglés mezclado con el ucraniano, el inglés y el persa, con el turco, con el japonés, con el español. También el francés combinado al vietnamita o a lenguas africanas como el fong y el wolof, y también con el árabe de Túnez. Y en todas esas parejas de idiomas, la gente utiliza las mismas estrategias de combinación y mezcla, es decir, toman prestadas palabras adaptándolas inmediatamente a la estructura gramatical de su lengua. Entonces, en todas las conversaciones que grabamos, encontramos por ejemplo palabras inglesas con flexiones casuales del igbo (originario de Nigeria) o son incorporadas, según si son sujetos o adjetivos, en el orden de la sintaxis del árabe, entre otros ejemplos. En resumen, podemos decir que las palabras de la lengua donadora se adaptan inmediatamente a la estructura gramatical de la lengua receptora. Y por esta misma razón, esas palabras extranjeras no pueden dañar la lengua en las que son incorporadas porque su estructura lingüística.  

© Universidad de Ottawa

Entonces, si no son las mezclas las que las ponen en peligro, ¿qué hace que las lenguas sean más frágiles? Le preguntamos a Shana Poplack. Escuche (1:15):

«Nos dimos cuenta que el verdadero peligro de que una lengua desaparezca o resulte dañada por la presencia de otra lengua resulta cuando sus hablantes (sobre todo cuando son minoría) no encuentran suficientes momentos o situaciones para utilizarla. Esto puede provocar que al no ser utilizada, esa lengua pierda hablantes. Con frecuencia se escucha hablar de lenguas que no tienen más que uno o dos hablantes en todo el mundo. Ésto sí representa un real peligro para las lenguas, no la incorporación de lenguas extranjeras. Pensar que las palabras de una lengua extranjera tienen algo que ver con la desaparición de una lengua es reflejar una herencia arcaica que cree que existe un estado puro de las lenguas. No hay lenguas puras, nunca ha habido lenguas puras. Todas las lenguas, históricamente, han sido permeables a las influencias de las otras lenguas. Pero atención, solamente en lo que respecta al vocabulario, la gramática se mantiene estable.»

Shana Poplack nos dijo que ni el frañol ni el spanglish son nuevos idiomas. Entonces, ¿cuándo podemos hablar sobre el nacimiento de un nuevo idioma? Escuche (1:36):

«La creación de una nueva lengua es un proceso extremadamente lento y extremadamente insólito. Hasta ahora, no hemos hallado evidencia científica de que una lengua haya surgido de la mezcla de lenguas, es decir, del hecho de tomar prestadas palabras extranjeras en una lengua existente. Y hay una buena razón para esto ya que en general, el vocabulario de las lenguas cambia continuamente. Hoy en día no utilizamos las mismas palabras que nuestros abuelos y nuestros hijos no dicen las mismas cosas que nosotros decimos y los hijos de nuestros hijos todavía menos. Esto es verdad en contextos tanto unlingües como bilingües. Debemos verlo este fenómeno como nuestra vestimenta, un año la moda es la falda larga o la falda corta y otro año los pantalones son estrechos o con patas de elefante. Los accesorios y los estilos cambian, pero el esqueleto que los porta se mantiene. Eso es lo que sucede con las palabras de una lengua, que cambian mientras que la gramática, en la mayoría de los casos, se mantiene estable. Las palabras, como nuestros guardarropas, cambian de una generación a la otra y de una generación a la otra.»

Aquí hay algunos otros descubrimientos sorprendentes del Laboratorio de Sociolingüística de la Universidad de Ottawa:

  • Incrustar palabras extranjeras no debilita ni destruye la integridad del idioma de recepción.
  • La mezcla de idiomas no es aleatoria o desordenada.
  • La combinación de idiomas no es un signo de dominio insuficiente de uno u otro de los idiomas.
  • El contacto con el inglés no cambió radicalmente el francés canadiense.
  • Las personas no usan otro idioma debido a la pereza o porque no pueden encontrar la palabra correcta en su lengua materna
Categorías: Sociedad
Etiquetas: , , , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.