Un tiroteo reciente en una escuela secundaria de Florida mató a 17 personas y reabrió el debate sobre el control de armas en los Estados Unidos. ¿Es posible actuar para prevenir este tipo de tragedia? ¿Puede la ciencia detectar de antemano a las personas que pasarán al acto?
El Dr. Peter Langman afirma que la mayoría de los tiradores que cometieron asesinatos en escuelas ya han asistido a la institución. Foto: getty images / istockphoto / fstop123
Los recientes días estuvieron marcados en Estados Unidos por el luto, la reflexión y el dolor como resultado del tiroteo en una escuela secundaria en Parkland, Florida. La tragedia dejó 17 muertos y 15 heridos. Nikolas Cruz, de 19 años, ha sido acusado de cometer todos estos asesinatos. ¿Qué sabemos sobre los que matan masivamente? ¿Qué nos dicen los datos científicos sobre ellos? ¿Podemos prevenir este tipo de eventos?
Aunque es un tema duro y relevante, todavía faltan muchos datos para poder comprenderlo en su totalidad. Asesino en masa… así es como se describió al presunto perpetrador de la tragedia en Florida. ¿Qué significa exactamente?
Los expertos dicen que no hay una sola definición.
Básicamente, un asesino en masa es aquel que hace al menos entre 2 y 4 víctimas, con la intención de hacer más. La tragedia debe tener lugar en el mismo lugar, en el espacio de 24 horas. En general, excluye los dramas familiares.
La línea es delgada entre el asesino en masa y el terrorista… Los dos pueden confundirse porque no siempre se conocen las motivaciones de los asesinos porque a menudo son muertos por las fuerzas del orden o se suicidan.
Algunas cifras que dan cuenta del fenómeno
El Centro Internacional para la Prevención del Delito, en Montreal, publicó un estudio, en 2015, sobre los asesinos en masa.
Geográficamente, se concentran principalmente en América del Norte.
Entre 1984 y 2012, más de la mitad de las matanzas en masa en el mundo se cometieron en los Estados Unidos. Hubo 64.
En Canadá, de 1984 a 2014, hubo 7, de las cuales 4 en Quebec. Los asesinos tienen, en promedio, 26 años, son en su mayoría hombres y blancos. Matan con un arma de fuego en la gran mayoría de los casos.
Es difícil decir si está en aumento porque faltan datos de antes de los años 60. En general, los asesinatos en masa tienen lugar en las escuelas, en escuelas primarias, secundarias, universidades.
En los Estados Unidos – desde Sandy Hook (en una escuela primaria en 2012 – 26 víctimas – 6 adultos – 20 niños, hubo más de 200 tiroteos en escuelas estadounidenses. De este número aproximadamente veinte corresponden a la definición de asesinato masivo.
¿Hay un retrato típico de estas personas?
Peter Langman, psicólogo, investigador y autor, ha estado estudiando durante años a las personas que abrieron fuego en las escuelas. Ha recopilado toda la información en un sitio web que presenta como la colección más importante de datos sobre el tema.
Peter Langman se interesó por los asesinos en las escuelas después del tiroteo de 1999 en Columbine High School en Colorado, donde 12 estudiantes y un maestro fueron asesinados a tiros. A lo largo de los años, hizo un retrato de 61 asesinos de masa analizando sus diarios personales, documentos policiales, artículos de periódicos y más. En una entrevista con el radiodifusor público Radio Canadá, dio los detalles.
Los tiradores, que actúan en las escuelas, son muy diferentes entre sí. Tienen entre 11 y 62 años. Algunas personas atacan las escuelas primarias, secundarias, colegios o universidades. En la mayoría de los casos, se trata de una institución a la que asisten o han asistido. La mayoría están llenos de ira. Pero ese no es siempre el caso. La razón de este enojo puede variar mucho de un individuo a otro.
The Washington Post incluso le ha dedicado un artículo completo donde lo presenta como alguien que trata de comprender la mente retorcida de estos individuos.
Asesinos en masa y asesinatos en masa
¿Qué impulsa a la gente a cometer lo irreparable? El investigador Pablo Madriza, director de investigación y programas del Centro Internacional para la Prevención del Delito, se refiere a cuatro causas principales que pueden explicar los asesinatos en masa. Muchas personas cumplen estos criterios pero nunca pasarán al acto. Es por eso que es imposible prevenir eficazmente tales tragedias, le dijo a Radio Canadá.
Experiencia de intimidación en la escuela, problemas de salud mental, sentimientos de aislamiento y sentimientos de injusticia. Estas son las 4 categorías principales de explicaciones, motivaciones o causas de asesinatos en masa. Pero estas son categorías que pueden afectar a cualquiera. ¿Cuántas personas han sido intimidadas? ¿Cuántas personas han experimentado injusticias? ¿Cuántas personas tienen problemas de salud mental? ¿Y cuántas personas están aisladas e introvertidas? Ese es el problema, en el caso de los asesinos en masa. Es por eso que no podemos definir claramente las causas de los asesinatos. Es por eso que tampoco tenemos un perfil. Porque estas son características que se pueden encontrar sin problemas en cualquier parte de la sociedad, dentro de la población y eso no implica necesariamente el paso al acto. Entonces, hay una especie de caja negra en el caso de los asesinos en masa. No hay una explicación lo suficientemente importante como para decir que esa es la causa. Y es precisamente por eso que no podemos prevenir de manera efectiva este tipo de problemas.
¿Se puede hacer algo para reducir el riesgo de asesinatos en masa?
Según la psiquiatra infantil Cécile Rousseau, directora del equipo de investigación sobre polarizaciones sociales del Ministerio de Salud de Quebec, la tragedia de Columbine en 1999 llevó a las autoridades a implementar diversas medidas cuya efectividad ahora puede ser evaluada. «Cámaras, detectores de metales y detección de individuos potencialmente vulnerables y violentos, que fueron enviados a ver a trabajadores sociales y psicólogos. Los resultados, incluso 20 años después, son desastrosos. No redujo la violencia en absoluto. Los estudios han demostrado que los individuos, sintiéndose potencialmente afectados, no buscarían ayuda porque tenían miedo de que se los considerara violentos”.
La investigadora le señaló a Radio Canadá que las medidas de inclusión y de anti-bullying implementadas en las escuelas o ciudades, por otro lado, han reducido la violencia.
Cécile Rousseau, directora del equipo de investigación sobre polarizaciones sociales del Ministerio de Salud de Quebec. Foto : Institut du Nouveau Monde (INM)
La falta de datos, un problema
Hay que decir que no hay tantos casos de asesinatos en masa. La muestra es relativamente pequeña. Lo que hace que estudiar el fenómeno sea aún más difícil es que la mayoría de los asesinos no sobreviven.
Los investigadores tampoco entienden muy bien el paso al acto. Pero en el caso de aquellos que han sobrevivido, hay que tomar sus historias con mucho cuidado, como explica la psiquiatra infantil Cécile Rousseau.
Se debe prestar una atención extrema al sesgo de la memoria. Entonces, sí, las narrativas de las personas involucradas pueden ser extremadamente útiles para investigar y comprender mejor. Pero los sesgos de memoria y reconstrucción son absolutamente importantes.
¿Entonces el perpetrador de estos crímenes puede cambiar la historia para hacerla más interesante?
Absolutamente. Podemos pensar en sesgos que van en todas direcciones. Uno puede presentarse como extremadamente determinado cuando más bien estaba aterrorizado. Uno puede presentarse atravesado por dudas espantosas y haber vacilado hasta el último momento, mientras que en ese momento no era el caso. Hay que tener cuidado: lo que la persona nos dirá es lo que reconstruyó después del evento, pero no necesariamente lo que sucedió en ese momento. Los datos retrospectivos siempre son útiles; nos dicen qué reconstruyó la persona después. Es muy diferente.
Señales para ser tomadas en serio
Si bien es imposible detectar con anticipación quién se convertirá en un asesino en masa, todo no está perdido. De hecho, según el psicólogo estadounidense Peter Langman, los tiradores a menudo dejan pistas reveladoras antes de actuar.
«Los tiradores jóvenes a menudo hablan con sus amigos sobre sus planes o publican cosas en sitios web o en las redes sociales. Algunos incluso advierten a sus amigos que se alejen de la escuela el día del tiroteo para evitar lastimarlos. Algunos evocan sus intenciones en ensayos. La mayoría de las veces, los jóvenes dan señales”.
En su opinión, las técnicas de investigación y seguimiento con estos jóvenes potencialmente violentos deben mejorarse para desactivar los ataques.
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