La causa principal del autismo es aún materia de investigación.

Avance que podría ayudar al estudio del autismo

La empatía, la capacidad de comprender y prestar atención a los sentimientos de otras personas, es el producto sobre todo de nuestras vivencias, pero también de nuestros genes, según una investigación llevada a cabo por científicos británicos y franceses.

El hallazgo es un paso más en un intento por comprender el autismo, que afecta la “empatía cognitiva”, en especial, la capacidad de reconocer los sentimientos de otras personas.

“El estudio genético más grande en torno a la empatía”, utilizando los datos de más de 46.000 clientes de una sociedad dedicada a los estudios genéticos, fue publicado el lunes por  la revista Translational Psychiatry (Psiquiatría Traslacional).

Las personas afectadas por el autismo no logran conectarse con los sentimientos de los demás. Foto: iStock.

No existe una medida objetiva de la empatía, pero los científicos se basaron sobre el “cociente de empatía”, según un cuestionario elaborado en 2004 por la Universidad de Cambridge.

Los expertos cruzaron los datos brindados por el cuestionario con los genomas de 46.000 personas, analizado a partir de una muestra de saliva.

La conclusión principal del estudio es que “nuestra empatía es, en parte, genética. Al menos una décima de la variación está asociada a factores genéticos”, sostuvo por medio de un comunicado el Instituto Pasteur, que participó en el mismo.

“Individualmente, cada gen juega un rol pequeño y en consecuencia es difícil identificarlo”, precisó uno de los autores del estudio.

“En segundo lugar, la investigación indica que las mujeres muestran una media de empatía superior a los hombres. De todos modos, esa diferencia no se debe al ADN”, dice la presentación brindada por la Universidad de Cambridge.

Las posibilidades de empatía están condicionadas, en parte por la socialización. Foto: iStock.

Tal situación se explicaría, sobre todo, por “otros factores biológicos no genéticos”, como podrían ser los hormonales, o de “elementos no biológicos como la socialización, que difiere en función del sexo”.

Según la investigación, “las variaciones genéticas asociadas a una empatía más débil, también están ligadas a un riesgo más elevado de autismo”.

Poner en evidencia los factores genéticos “ayuda a comprender a individuos como los autistas, para quienes resulta difícil reconocer los sentimientos y las emociones de otras personas”, señala el texto difundido.

De todos modos, los orígenes del autismo, que afecta a una de cada cien personas, aún no han sido establecidos.

Categorías: Salud
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