En esta imagen promocional, tomada por las Fuerzas Canadienses y alojada en el sitio web de General Dynamics, se muestran los vehículos de General Dynamics Land Systems Canada Lav 6 como los que se venden a Arabia Saudita. (Foto: Combat Camera/ General Dynamics)

No fueron jeeps sino blindados de asalto los que Canadá vendió a los sauditas

El multibillonario acuerdo de venta de armas de Canadá a la teocracia de Arabia Saudita incluye un número considerable de blindados pesados de asalto, además de un acuerdo de mantenimiento que haría que el fabricante canadiense de esos equipos bélicos con sede en Ontario integre equipos de empleados en varios lugares del reino saudita.

El departamento informativo de la radio pública canadiense CBC obtuvo documentos que exponen por primera vez los principales elementos del acuerdo original firmado a principios de 2014 y aprobado por el anterior gobierno conservador de Stephen Harper.

Ese acuerdo de 15.000 millones de dólares recibió posteriormente la bendición adicional del gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau en 2016, cuando comenzó a expedir permisos para la exportación de los vehículos de combate.

El ex primer ministro conservador Stephen Harper aprobó la venta de vehículos militares a Arabia Saudita y garantizó por escrito a la monarquía saudita que el acuerdo permanecería secreto. (Foto: CBC)

Gran parte del acalorado debate público sobre la venta de esas armas tuvo lugar sin documentación en la mano ya que los detalles específicos del contrato de venta de la General Dynamics Land Systems Canada (GDLS) permanecían inaccesibles debido a un acuerdo de confidencialidad exigido por el rígido gobierno saudita.

Tanto liberales como conservadores utilizaron la falta de detalles para restar importancia a la destructiva potencia de fuego de los vehículos vendidos por Canadá a un país que en 2015 lanzó una brutal campaña militar contra Yemen.

El ex primer ministro conservador Stephen Harper describió esos blindados de combate como «camiones». Antes de las últimas elecciones, Trudeau los llamaba «jeeps».

El radiodifusor público CBC logró obtener documentos internos que muestran que el acuerdo firmado en febrero de 2014 incluye la venta de 928 de los más modernos vehículos blindados ligeros, conocidos como LAV 6.

De ellos, casi el 40%, unos 354 blindados servirán al transporte de tropas.

La orden también incluye 119 vehículos LAV 6 del tipo «asalto pesado», armados con potentes cañones de 105 milímetros colocados en sus torretas, las que todavía se encontraban en desarrollo en el momento en que se redactaban los documentos de venta.

Del total de los blindados, 119 están configurados como vehículos antitanque y otros 119 están diseñados como blindados ligeros para el soporte de operaciones mediante fuego directo, con torreta para dos combatientes y un cañón de 30 milímetros.

Los vehículos restantes incluyen ambulancias, puestos de comando móviles, transportes VIP y vehículos de recuperación equipados con grúas.

Los sauditas quieren que el acuerdo permanezcan secreto

En los medios de la industria de defensa se mencionó que algunos detalles de la orden de venta fueron modificados en los últimos cuatro años, y que es posible que se vendan menos vehículos.

Trump le da la mano al entonces viceprimer príncipe heredero y ministro de Defensa Mohammed bin Salman en marzo de 2017. El saudita se convirtió en el Príncipe Heredero. (Foto: Kevin Lamarque/Reuters)

Se pidió a la empresa que comentara los documentos y el estado actual de la operación.

«General Dynamics se niega a hacer comentarios por razones contractuales y de confidencialidad», dijo Doug Wilson-Hodge, gerente de asuntos corporativos del fabricante canadiense de armas, General Dynamics Land Systems.

La entrega de los primeros vehículos estaba programada para principios de 2017, según los correos electrónicos internos del Departamento de Asuntos Globales de Canadá, obtenidos por CBC gracias a la Ley de Acceso a la Información.

Por su parte, la agencia gubernamental que negoció el acuerdo, la Corporación Comercial Canadiense, también se negó a discutir los documentos.

«Todos los detalles del contrato permanecen comercialmente confidenciales», dijo un correo electrónico sin firma enviado por esta agencia del gobierno canadiense.

«Además, los documentos que menciona a continuación no son propiedad de la Corporación Comercial Canadiense ni del Gobierno de Canadá, por lo tanto, nos negamos a comentar», comunicó el ente gubernamental.

El ex Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, criticó a la coalición liderada por Arabia Saudita por «matar y mutilar» a niños en Yemen, añadiendo a esa monarquía a la lista negra de países y grupos armados que han violado los derechos de los niños en los conflictos. (Foto: YouTube)

Los correos electrónicos internos del gobierno canadiense, obtenidos en 2015 por el periódico de circulación nacional en Canadá, The Globe and Mail, muestran que los sauditas estipularon que la publicación de los detalles del acuerdo equivaldría a «romper los términos del contrato».

Fue el propio ex primer ministro conservador, Stephen Harper, quien personalmente le aseguró por escrito al fallecido rey Abdullah de Arabia Saudita que Ottawa cumpliría con su parte del trato, guardando el secreto, reportó el periódico.

El acuerdo incluye un programa de apoyo de 14 años

Los expertos en defensa y los defensores de los derechos humanos, en particular los que han luchado contra esta venta, dijeron que los documentos representan la primera imagen clara que el público canadiense tiene para ver qué es exactamente lo que el gobierno canadiense está permitiendo que se exporte a Arabia Saudita.

César Jaramillo, director ejecutivo del Proyecto Ploughshares, un organismo de la sociedad civil canadiense, dijo que esos documentos plantean interrogantes importantes y que la comprensión de lo anunciado en 2014 tiene que cambiar.

«Estos documentos nos muestran que se trata de vehículos listos para el combate y ciertamente no son los jeeps que el gobierno nos dijo una vez que lo eran”, dijo Jaramillo.

Los documentos obtenidos por CBC muestran que el contrato entre el fabricante canadiense de armas GDLS, con sede en London, Ontario, y los sauditas va mucho más allá de una simple venta de vehículos blindados.

El acuerdo también incluye un programa de apoyo de 14 años que incluye las municiones, la «formación de la tripulación en Canadá/Europa» y la inserción de equipos de mantenimiento de los vehículos en unos 13 talleres.

La referencia a Europa se refiere al entrenamiento de las tripulaciones sauditas en el manejo de los sistemas de armas de fuego, que se llevará a cabo en Francia.

El acuerdo de servicio en Arabia Saudita será entregado a través de una filial del fabricante canadiense con sede en Riad, según los documentos obtenidos por CBC.

Un francotirador del ejército saudita toma posición en la frontera con Yemen. (Foto: Reuters/Faisal Nasser/CBC)

Según Dave Perry, experto en adquisiciones de defensa del Instituto Canadiense de Asuntos Globales, el acuerdo de apoyo es significativo en dos aspectos.

El primero es que tal apoyo y mantenimiento explica en parte el enorme precio del contrato. En la actualidad, la mayor parte del valor de los acuerdos de defensa no está en el material militar mismo, sino en su mantenimiento a largo plazo y en los servicios de apoyo que el vendedor proporciona al comprador.

El segundo es que este acuerdo podría darle a Canadá «una significativa influencia» en el futuro, agregó Dave Perry, ya que el acuerdo de apoyo podría ser utilizado para aplicar presión diplomática en caso de que Canadá tenga nuevas preocupaciones sobre el tema de los derechos humanos y las acciones de Arabia Saudita.

Reexamen de las exportaciones de armas

El verano pasado aparecieron imágenes en internet que mostraban vehículos blindados hechos en Canadá, fabricados por otra compañía, siendo usados por las tropas sauditas en su largo conflicto contra la población chiita en Qatif, una agitada localidad al este de Arabia Saudita.

Uno de los videos también mostraba un vehículo blindado ligero, aparentemente fabricado por la canadiense General Dynamics Land Systems Canada (GDLS), que operaba en la región de Awamiyah.

El gobierno liberal inició una investigación, que concluyó estableciendo que no había «ninguna prueba concluyente de que los vehículos fabricados en Canadá estuvieran siendo utilizados en violaciones de derechos humanos».

La ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, prefiere no revisar el acuerdo de venta de armas a Arabia Saudita. (Foto: REUTERS/Blair Gable)

La ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, apoyó esas conclusiones, pero dijo ante una comisión de la Cámara de los Comunes hace unas semanas que esa revisión la llevó a reexaminar el sistema de exportación de armas.

El gobierno liberal encabezado por Justin Trudeau también introdujo enmiendas al proyecto de ley C-47, que le permite a Canadá adherirse al Tratado mundial sobre el comercio de armas.

Los cambios, una vez aprobados, le otorgarían al gabinete federal mayores poderes para negar permisos de exportación si existe un «riesgo sustancial» de violaciones a los derechos humanos.

Por otra parte, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland no ha dado señales de querer revisar el acuerdo de venta con la rígida monarquía saudita.

«Seamos claros, de ahora en adelante quiero que mantengamos estándares más altos en la exportación de productos controlados desde Canadá», dijo Freeland. «Por una cuestión de principios, Canadá cumplirá, en la medida de lo posible, con los contratos preexistentes. Todos podemos entender y apreciar la fundamental importancia de poder confiar en Canadá».

Los funcionarios de la oficina de Freeland no respondieron a preguntas directamente relacionadas con los documentos filtrados el lunes. En cambio, un portavoz destacó el debate en curso en Ottawa sobre el proyecto de ley C-47.

«Estamos comprometidos con un nuevo y más alto estándar para las exportaciones de armas», aclaró el funcionario Adam Austin en un correo electrónico.

César Jaramillo, director ejecutivo del Proyecto Ploughshares . (Foto: CBC)

César Jaramillo, director ejecutivo del Proyecto Ploughshares, dijo que sería de interés público que los liberales publiquen una copia de su reciente investigación y que expliquen de qué manera llegaron a la conclusión de que no hubo ningún abuso mientras se utilizaban vehículos militares fabricados en Canadá en la represión al este de Arabia Saudita.

La publicación de ese informe de investigación, dijo Jaramillo, no debería tener ningún efecto sobre la venta actual.

«Antes de que invoquen la confidencialidad comercial, para negarle al público canadiense esa importante información, sólo quiero señalar que no veo cómo una investigación gubernamental independiente sobre violaciones a los derechos humanos podría interferir en absoluto con la confidencialidad comercial de la GDLS», dijo finalmente Jaramillo.

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Fuentes: M. Brewster/CBC/RCI

Categorías: Internacional, Política
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