El alcalde de Vancouver presentará las excusas oficiales de la ciudad por los perjuicios causados a los canadienses de origen chino debido a las políticas y reglamentos municipales adoptados a todo lo largo de la historia.
Gregor Robertson explicó este miércoles que ya era tiempo de reconocer los perjuicios infligidos en el pasado y los impactos que este triste capítulo de la historia de Vancouver tiene todavía hoy en la vida de los sino-canadienses. Él presentará las excusas de la ciudad el 22 de abril próximo y los consejeros municipales Bill Yee y Maggie Lp leerán la declaración en chino.
Para guiar el trámite oficial, la ciudad de Vancouver había creado en 2016 un comité consultivo formado por expertos y líderes de la comunidad china. En su informe, el comité recordaba que los residentes de origen chino no habían tenido derecho a voto cuando el entonces municipio de Vancouver se incorporó en 1886.
Thomas Soon (izq.) 97 años y Charlie Quon, 99 años, posan con los cheques de indemnización del gobierno federal, por el “impuesto federal de entrada” que todos los inmigrantes chinos debían pagar en 1885. (CP P HOTO/Lyle Stafford)
La ciudad militó también con fervor por la adopción por los gobiernos de políticas discriminatorias, como el “impuesto federal de entrada” y los sino-canadienses no podían ocupar un cargo de empleado municipal entre 1890 y 1952. Existía también con respecto a los sino-canadienses, políticas discriminatorias en las escuelas, los hospitales, los apartamentos, los lugares públicos como las piscinas e incluso en los cementerios.
La ciudad de New Westminster fue la primera de Columbia Británica en presentar sus excusas a los sino-canadienses en 2010. En 2015 la primera ministra Christy Clark se excusó por el centenar de leyes, reglamentos y políticas adoptadas por los gobiernos precedentes.
Ella resaltó en particular la contribución excepcional de esta comunidad en la construcción de la vía férrea en el oeste. “Un chino perdió la vida por cada milla de vía férrea construida entre Calgary y Vancouver”, recordó Christy Clark.
El gobierno federal había presentado sus excusas oficiales en 2006 por el “impuesto federal de entrada” impuesto a los inmigrantes chinos y entregó una indemnización de 20.000 dólares a los sobrevivientes o a sus familias. Este impuesto de entrada había sido fijado a 50 dólares en 1885, pero fue aumentado hasta 500 dólares a principios del Siglo XX.
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