La Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, rodeada por el Representante de Comercio de los Estados Unidos, Robert Lighthizer, (derecha) y el Secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo Villarreal, en una ronda de negociación celebrada en los Estados Unidos Montreal, 29 de enero de 2018. (Foto: Canadian Press / Graham Hughes)

Canadá cita grandes brechas para un rápido acuerdo del TLCAN

Estados Unidos necesita mostrar más flexibilidad para resolver temas centrales en la renegociación del controvertido acuerdo comercial si espera llegar a un acuerdo en algún momento de esta primavera, antes de que se vean afectadas por incertidumbres políticas, dijo este miércoles Steve Verheul, el principal negociador del TLCAN de Canadá.

«Obviamente hay algunos vacíos significativos en muchos temas», dijo Verheul, quien se encontraba en Ottawa participando en una mesa redonda centrada en temas laborales y el comercio entre Canadá y Estados Unidos.

Hay «toda una serie de capítulos en los que no estamos tan lejos», dijo Verheul. «Pero en lo esencial, en los asuntos más importantes, todavía queda mucho trabajo por hacer.»

Línea de producción de vehículos en Canadá. (Foto: CBC)

Verheul reiteró los puntos de desacuerdo: las posiciones de EE.UU. en torno a la industria del automóvil, la propuesta de una cláusula de extinción del tratado, el acceso a las licitaciones públicas del gobierno estadounidense y el deseo de la administración de Trump de sustraerse del capítulo de resolución de disputas.

La contundente evaluación de Verheul pareció ir en contra de la visión más optimista del representante estadounidense de Comercio, Robert Lighthizer, quien el miércoles parecía más optimista durante una entrevista en la cadena estadounidense CNBC.

«Tengo esperanza. Creo que estamos progresando. Las tres partes quieren avanzar», dijo Lighthizer, el principal responsable comercial de Estados Unidos, quien añadió que «si hay un esfuerzo real para tratar de llegar a un compromiso y hacer las cosas que todos sabemos que debemos hacer, creo de modo optimista de que podemos lograr algo, en principio, en un futuro próximo.»

El canadiense Verheul fue decididamente menos optimista, destacando que Canadá todavía no ha visto «lo que los EE.UU. entienden por un acuerdo en principio.»

«Para Canadá, un acuerdo de principio significa un sentido de dirección sobre los grandes temas, los temas importantes. Hasta ahora no hemos visto esto de parte de Estados Unidos», enfatizó Verheul, añadiendo que «si vamos a lograr esto, claramente necesitaríamos una considerable flexibilidad en las posiciones de EE.UU.»

En un esfuerzo para lograr un acuerdo rápido, la administración de Trump parece haber abandonado una de sus demandas más polémicas al dejar de insistir en que el 50 por ciento del contenido de los automóviles sea fabricado en Estados Unidos y ahora está flotando una fórmula diferente basada en los salarios de los trabajadores de la industria automotriz.

Un trabajador mexicano ensambla una camioneta Ford F-150 en una planta en Cuautitlán, México. (Foto: Sarah Martone/Bloomberg News)

En las primeras rondas, los estadounidenses enfurecieron a los canadienses y mexicanos con una doble propuesta sobre las reglas de origen en el TLCAN. Primero, querían aumentar drásticamente el porcentaje de piezas norteamericanas que un coche debía tener para evitar la imposición de un arancel, y segundo, insistiendo en que la mitad de las partes sean fabricadas en Estados Unidos.

Ahora, de acuerdo a fuentes cercanas a las negociaciones, con la intención de fomentar la manufactura estadounidense, Washington ofreció reemplazar el requisito del 50 por ciento por una fórmula que acredita a las compañías de autos que pagan más de 15 dólares por hora a sus obreros.

Esta medida favorecería automáticamente a la industria manufacturera estadounidense y canadiense debido a que los salarios promedio de los trabajadores automotrices mexicanos apenas llegan a unos pocos dólares por hora.

La ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, optó por no comentar los detalles de las negociaciones sobre el sector del automóvil, pero reconoció que Lighthizer y su equipo tienen el mérito de presentar propuestas creativas que han impulsado las conversaciones.

Andrés Manuel López Obrador es el candidato favorito a la presidencia de México en 2018. (Foto: Marco Ugarte/Prensa Asociada)

Lighthizer también aludió el miércoles a la presión política debido al calendario electoral en Estados Unidos y México: «Tenemos corto lapso debido las elecciones y otros factores que están fuera de nuestro control».

El calendario electoral implica que un acuerdo debe ser completado para junio a fin de permitir un voto de ratificación en 2018, antes de que el impugnado presidente mexicano Enrique Peña Nieto deje el cargo, y antes de que las elecciones legislativas de medio mandato en Estados Unidos reconfiguren el Congreso en Washington, quitándole a Trump el control del aparato legislativo en ese país.

La administración Trump teme que un fracaso en obtener un acuerdo en las próximas semanas significaría que las negociaciones se prolongarían hasta el 2019, ingresando a un territorio político más incierto.

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