La junta de bienes raíces más grande de Canadá dijo que en marzo las ventas de viviendas en el área del Gran Toronto bajaron un 39,5 por ciento en comparación al frenético nivel de ventas del año pasado.
Esta reducción se debe a las medidas de control introducidas tanto por el gobierno provincial como el federal, a fin de evitar una debacle del mercado inmobiliario como la vivida en Estados Unidos.
Tanto las ventas como los precios de las viviendas reportadas por la Junta de Bienes Raíces de Toronto este miércoles mostraban reducciones significativas en comparación a las cifras registradas el año pasado.
Algunos observadores consideran ese período en 2017 como un pico de ventas, cuando los precios de la vivienda y las ventas se dispararon por los cielos y las guerras de pujas se convirtieron en la norma, empujando al gobierno de la provincia de Ontario a legislar en abril del año pasado un paquete de medidas para enfriar el mercado.
Tanto el gobierno federal de Canadá como el de la provincia de Ontario establecieron medidas para controlar la especulación inmobiliaria. (Foto: Daniel Acker/Bloomberg)
A esto le siguió la imposición por parte del gobierno federal de Canadá de una prueba de solvencia financiera a la que deben someterse los compradores, medida que entró oficialmente en vigor el 1 de enero para las entidades de préstamo reguladas por Ottawa.
Esta medida había sido recomendada por la Superintendencia de Instituciones Financieras de Canadá.
A estas dos medidas gubernamentales se añadió el que las tasas de interés hipotecario fijas y variables aumentaron el último año como resultado de las decisiones del Banco Central de Canadá y de las fluctuaciones en los mercados de bonos.
Las cifras de ventas de marzo también revelaron un descenso de un 17,9 por ciento en comparación con los niveles registrados en los últimos 10 años, mientras que el número de nuevas ofertas de venta disminuyeron en un tres por ciento.
Las nuevas ofertas de venta inmobiliaria llegaron a un total de 14.866, lo que representa un descenso del 12,4% en comparación a marzo de 2017, lo que contribuyó a mantener el equilibrio del mercado entre la oferta y la demanda.
El bajo número de casas en venta ayudó a mantener los precios bajo control, que aumentaron un 2,2 por ciento en comparación a febrero.
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