La producción de petróleo a partir de las arenas bituminosas de Alberta es uno de los procedimientos más caros y más contaminantes en esta industria. La caída de los precios del petróleo ha hecho inviable la explotación comercial de estas arenas. (Foto: CBC)

Uno de cada tres canadienses no cree que los humanos causen el recalentamiento del planeta

Una reciente encuesta reveló que casi la tercera parte de los más de 35 millones de canadienses no creen que los seres humanos o la contaminación industrial sean responsables del recalentamiento planetario.

La encuesta, recientemente publicada por Abacus Data, también mostró que ese incrédulo tercio de canadiense tampoco cree que la instauración por parte del gobierno federal de un impuesto a las emisiones de dióxido de carbono vaya a tener algún efecto positivo.

La encuesta, comisionada por la Comisión Ecofiscal de Canadá, examinó las actitudes canadienses sobre el cambio climático y las respuestas políticas ofrecidas por los gobiernos, con el énfasis puesto en examinar las actitudes de la población frente a un impuesto al carbono como una posible solución.

Esta Comisión Ecofiscal de Canadá es un grupo de economistas que aboga por formas prácticas de luchar contra el cambio climático.

Esta entidad publicó un informe adjunto en el que alaba la eficacia de un impuesto al carbono con el propósito de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, una política que el estudio reveló que los canadienses no entienden suficientemente.

Una encuesta en línea realizada por Abacus Data reveló que el 30 por ciento de los canadienses no cree en la ciencia del cambio climático y el 42 por ciento dijo que el impuesto a la emisión de gases causantes del recalentamiento planetario no está diseñado para cambiar el comportamiento de la población, sino para generar ingresos para el gobierno. (Foto: CBC)

“Este es otro divertido ejemplo que muestra que, efectivamente, los economistas racionalizan las cosas de modo diferente al común de la gente. Ellos miran los precios del carbono e instintivamente ven las fuerzas del mercado, ven flexibilidad, ven las formas más baratas de reducir las emisiones de gases causantes del efecto invernadero» decía Dale Beugin, director ejecutivo de la Comisión Ecofiscal de Canadá.

La encuesta reveló que aunque la mayoría de los canadienses cree que el cambio climático es real, su confianza en la capacidad de la ciencia para explicar la situación no es uniforme entre la población.

Sólo un 28 por ciento de los canadienses encuestados dijo que la evidencia muestra de modo concluyente que el cambio climático es causado por las actividades humanas. Otro 33 por ciento describió la evidencia como «sólida».

A partir de allí, las cifras empiezan a disminuir: el 27% de los encuestados dijo que hay alguna evidencia, pero que no es concluyente. Finalmente, el último 11 por ciento afirmó que hay poca o ninguna evidencia real que demuestre que el recalentamiento del planeta es causado por el ser humano.

El recalentamiento planetario ha provocado una serie de sequía e incendios fuera de toda previsión. (Foto: Getty Images/RooM RF)

Al ser interrogados «Si la tierra se está calentando, ¿cuál cree que es la causa principal?», el 70 por ciento de los canadienses encuestados eligió «la actividad humana y la actividad industrial, como la quema de combustibles fósiles», mientras que el 30 por ciento restante eligió «los ritmos naturales del medioambiente de la Tierra».

Acción gubernamental

En cuanto a las medidas para combatir el cambio climático, el número de personas que dijeron que querían que el gobierno se concentre menos en las políticas de reducción de las emisiones aumentó, pasando del ocho por ciento en 2015 al 16 por ciento en 2018.

Ese cambio de actitud también es evidente en la disminución del porcentaje de canadienses que quiere que el gobierno haga más hincapié en la reducción de las emisiones, que bajó de un 69% en 2015 al 60% en la actualidad.

Desglosado por regiones, el mayor apoyo a la adopción de más medidas sobre el cambio climático se registró en las provincias del Atlántico, con un 69% de los encuestados a favor, seguido de cerca por quebequenses, que apoyan ese tipo de medidas en un 66 % , mientras que en la provincia de Columbia Británica ese apoyo llega al 65 por ciento.

En Ontario, la provincia más populosa en Canadá, sólo el 57 por ciento de los ontarienses y el 56 por ciento de las personas encuestadas en Manitoba y Saskatchewan dijeron que el gobierno debería poner más énfasis en la lucha contra el cambio climático.

Alberta, la mayor provincia petrolera en Canadá, acabó en último lugar, donde sólo un 46 por ciento de las personas encuestadas en esa provincia dijo que quería que el gobierno tomara más medidas para enfrentar el recalentamiento del planeta.

Fijación de un impuesto a las emisiones de dióxido de carbono

La respuesta política federal del Primer Ministro Justin Trudeau al cambio climático es el Marco Pan Canadiense sobre Crecimiento Limpio y Cambio Climático.

Ese plan pone un precio de 10 dólares por tonelada de emisiones de gases de efecto invernadero a partir de 2018, aumentando en 10 dólares cada año hasta que el precio alcance los 50 dólares por tonelada en 2022.

En Ottawa, el debate sobre el Acuerdo de París sobre el cambio climático comenzó con el Primer Ministro Justin Trudeau diciendo a las provincias canadienses exactamente cuánto tiempo tenían para presentar un plan para establecer tarifas a las emisiones de dióxido de carbono. (Foto: Adrian Wyld/CP)

Ottawa advirtió que impondrá un precio a las emisiones de dióxido de carbono a cualquier jurisdicción que no implemente su propio plan de un impuesto a la contaminación medioambiental.

La encuesta reveló que sólo el 42 por ciento de los canadienses dijo que estaba familiarizado (10 por ciento) o bastante familiarizado (32 por ciento) con el concepto de establecer un impuesto a las emisiones de dióxido de carbono en el país.


“Es una suerte de idea abstracta, es difícil comprender de qué manera exactamente esta fijación de precios al carbono va a llevar a la reducción de las emisiones de esos gases contaminantes.”

Dale Beugin, director ejecutivo de la Comisión Ecofiscal de Canadá.


La razón de ese resultado puede tener algo que ver con la medida en que los encuestados siguen de cerca las políticas de impuesto al carbono en sus propias provincias.

La encuesta mostró que el 41% de los encuestados no sabe si sus propias provincias de origen han establecido un impuesto a la contaminación causada por las emisiones de dióxido de carbono.

En la actualidad, cuatro provincias canadienses tienen planes para el establecimiento de impuestos al carbono: Columbia Británica, Alberta, Ontario y Quebec, pero los habitantes en esas provincias parecían en general desconocer cómo les afectará esa política, con excepción de los habitantes de Alberta.

En Columbia Británica, sólo el 45% de los encuestados informaron que sabían que su provincia tenía un plan. En Ontario esa cifra era del 30 por ciento, mientras que en Quebec era aún más baja, sólo del 20 por ciento.

Pero en Alberta, alrededor del 78 por ciento de los residentes sabían que el gobierno provincial ya había puesto un precio al carbono.

El propósito de un impuesto al dióxido de carbono

A nivel nacional, sólo el 58 por ciento de los que participaron en la encuesta en línea dijeron que pensaban que el propósito principal de un impuesto al carbono era cambiar el comportamiento de la población, en comparación con el 42 por ciento que dijo que el propósito era simplemente recaudar dinero.

Según Dale Beugin, director ejecutivo de la Comisión Ecofiscal de Canadá, hay evidencia indiscutible sobre los beneficios de imponer una tarifa a las emisiones de gases contaminantes.


“El análisis estadístico muestra claramente que si la provincia de Columbia Británica no habría establecido ese impuesto al dióxido de carbono, las emisiones de esos gases habrían aumentado entre un 5 y un 15 por ciento en comparación a los niveles actuales.”

Dale Beugin, director ejecutivo de la Comisión Ecofiscal de Canadá.


Por otro lado, el 78% de los encuestados dijeron que tenían una visión positiva sobre la imposición de una tarifa a las emisiones contaminantes causantes del recalentamiento planetario, en comparación con el 22% que dijeron tener una visión negativa de esta política.

La encuesta contó con la participación de unos 2.250 panelistas seleccionados al azar que fueron invitados a completar la encuesta en línea del 9 al 15 de febrero.

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Fuentes: P. Zimonjic/CBC News/RCI

Categorías: Economía, Medioambiente y vida animal, Política
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