El 19 de abril se conmemora el 75 aniversario del Levantamiento del Gueto de Varsovia. (Foto AP / Alik Keplicz)

Ensombrecido 75 ° aniversario del Levantamiento del gueto de Varsovia

La complicidad es un término muy difícil de identificar y definir para los historiadores. Pero la historia no contada tiene que ver con el nivel de involucramiento de ciertos segmentos de la sociedad polaca en actividades que simplemente condenaba a polacos judíos. Y esta historia nunca fue contada correctamente y cada vez que nosotros, historiadores del Holocausto tratamos de contar y escribir algo acerca de este oscuro período de la historia de los polacos judíos,  provoca inmediatamente reacciones hostiles, en su mayoría de las autoridades, por supuesto, pero también de amplios sectores de la sociedad polaca, de personas que no están inclinadas a hablar de su propio pasado y confrontarlo.

– Jan Grabowski, historiador del Holocausto en la Universidad de Ottawa

Una reciente ley polaca penaliza el discurso que culpa al país de atrocidades durante la Segunda Guerra Mundial. La ley que declara ilegal el acusar a polacos de complicidad con el Holocausto penaliza con hasta tres años de cárcel el uso de la expresión «campos de exterminio polacos»

Un primer medio, latinoamericano,  fue denunciado ya a partir de la nueva ley polaca negacionista sobre el Holocausto.

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El Prof. Jan Grabowski en su oficina en la Universidad de Ottawa. El profesor de historia tiene una visión crítica del papel de Polonia en el Holocausto. (Jan Grabowski / The Canadian Press)

Mientras Polonia conmemora hoy el 75 aniversario del Levantamiento del Gueto de Varsovia, un historiador del Holocausto de la Universidad de Ottawa dice que el evento está ensombrecido por una controvertida ley que hace que sea ilegal culpar al país por los crímenes cometidos por la Alemania Nazi. Dicha ley penaliza con hasta tres años de cárcel el uso de la expresión «campos de exterminio polacos”.

«Hay varias cuestiones delicadas y controvertidas en torno a la historia judía polaca que las autoridades polacas simplemente no están dispuestas a compartir con el resto del mundo»,  le dijo Jan Grabowski, al radiodifusor público CBC.

El 19 de abril de 1943, los residentes del gueto judío de Varsovia comenzaron una lucha de casi un mes contra las tropas nazis que asaltaron el ghetto para deportarlos. Eventualmente, las tropas nazis arrasaron el gueto, matando a unas 7.000 personas y enviando a los restantes 50,000 sobrevivientes a campos de exterminio y de trabajo.

Los judíos estaban «muriendo solos»

Según Grabowski, un polaco que emigró a Canadá hace varias décadas, y quien tiene una visión crítica del papel de Polonia en el Holocausto, las autoridades polacas en el pasado utilizaron los aniversarios del levantamiento para sugerir que los polacos y los judíos habían formado un frente unido contra la Alemania nazi durante el Holocausto.

«Los judíos en Varsovia se estaban muriendo solos», le dijo Grabowski al periodista Brent Bambury. «Estaban muriendo en una horrible soledad».

Después de atacar el ghetto judío de Varsovia, las tropas nazis enviaron a 50,000 sobrevivientes a campos de exterminio y de trabajo. (Imágenes de Keystone / Getty)

Grabowski dijo que ciertas partes de la sociedad polaca estuvieron involucradas activamente en actividades que «simplemente condenaron a los judíos polacos».

La Policía azul polaca y los bomberos, por ejemplo, participaron en la entrega de los judíos a los nazis, agregó.

También reconoció que la Alemania nazi imponía la pena de muerte a cualquiera que fuera atrapado ayudando a judíos.

Pero dijo que una plétora de otros crímenes, como obtener carne vacuna sin permiso, escuchar la radio, unirse a movimientos de resistencia, también se castigaba con la muerte.

«El problema es que en todos estos otros casos, no hubo escasez de voluntarios para participar», dijo Grabowski.

«Pero esconder a los judíos fue realmente el más peligroso de todos los tipos de resistencia», dijo Grabowski.

«Y la razón era simple: no había aprobación social para este tipo de ayuda».

A medida que la Segunda Guerra Mundial se vuelve distante en la historia, algunos polacos temen que las nuevas generaciones lleguen a creer que los polacos fueron los autores del Holocausto.

Pero Grabowski no hace caso de ese miedo. El objetivo de la nueva ley es sofocar las narraciones de la guerra que son contrarias a lo que el gobierno polaco quiere que el mundo crea, dijo.

«Esta ley silenciadora juega muy bien con su electorado», agregó.

Los historiadores deben hacer «lo que hay que hacer

Cada vez que los historiadores intentaron arrojar luz sobre la parte inédita de la historia polaca, las autoridades respondieron con hostilidad, dijo Grabowski.

El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, visita el Museo de los Polacos de la familia Ulma, que salvó a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, en Markowa, Polonia, el 2 de febrero de 2018. (Agencja Gazeta / Patryk Ogorzalek vía REUTERS)

Recientemente, Polonia abrió el Museo de los polacos que salvaron a Judíos en la Segunda Guerra Mundial en Markowa.

Grabowski, que ha visitado el museo, dijo que la exposición cuenta la historia de una familia polaca que fue asesinada por nazis por ofrecer refugio a familias judías.

Dijo que la exposición es una narración selectiva de historias. En esa misma aldea donde una familia polaca escondió a judíos, otros «cazaron a sus vecinos judíos durante la guerra».

«Mientras más pretendes que algo no sucedió, más te sientes a la defensiva, más querrías rechazar cualquier clase de discusión. En este caso, lo que se debe hacer es una discusión abierta y honesta sobre el pasado nacional, que nunca es negro, que nunca es blanco».

La ley polaca tiene repercusiones en Latinoamérica

La ley, que fue impulsada por el gobierno de Polonia, prohíbe acusar de responsabilidad o complicidad al pueblo o al Estado polaco por los crímenes del Holocausto. La norma entró en vigencia el jueves 1 de marzo  y el viernes,  la Liga Polaca contra la Difamación presentó su denuncia contra el periódico Página/12, de Argentina.

La nota del medio argentino se basa en la historia de Jedwabne, un pequeño pueblo polaco ocupado en ese entonces (1941) por los alemanes. El 10 de julio de ese año, “mil quinientas personas mataron o vieron matar a otras mil seiscientas, éstas últimas de origen judío, y en el exterminio no hubo ninguna distinción entre hombres, mujeres, niños y ancianos. Solo siete personas sobrevivieron al ser salvadas por una familia polaca (el matrimonio Wyrzykowski) que, justamente, por ese acto de solidaridad fue perseguida por años. La historia, tan escalofriante como atroz, fue negada por décadas hasta que el historiador polaco judío Jan T. Gross publicó en el año 2001 el libro, Vecinos: El exterminio de la comunidad judía de Jedwabne, una publicación que se convirtió en bestseller en Estados Unidos y Polonia, donde desató un debate nacional sin precedentes”.

La amenaza contra Página 12 tuvo repercusión mundial en los medios.

RCI/CBC/Página 12

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