Fuerzas rebeldes atrincheradas en la última zona fuera del control del Gobierno sirio cerca de Damasco acordaron rendirse este viernes. Así lo informaron medios estatales tras un intenso bombardeo en la zona.
Una fuente familiarizada con las negociaciones entre los grupos insurgentes y el gobierno del presidente Bhasar al Assad dijo que algunos combatientes del enclave alrededor del campo de refugiados de Yarmouk serían llevados al este de Siria, donde Estado Islámico controla algunos territorios, y otros a áreas rebeldes en el noroeste.
Esta rendición se produce en momentos en que el presidente Bashar al-Assad acelera su empuje para recuperar los enclaves restantes y fortalecer su posición alrededor de la capital luego de la derrota de los rebeldes en Guta oriental este mes.
Más temprano, la televisión estatal transmitió imágenes de grandes columnas de humo a lo largo de una hilera de edificios tras el fuego de la artillería gubernamental, acompañado por ráfagas de ametralladora y el eco de explosiones a la distancia.
Columnas de humo se elevan desde el campamento palestino de Yarmuk en Damasco este viernes. (Foto: Ali Hashisho/Reuters)
La agresión con misiles estadounidenses, británicos y franceses del pasado sábado contra Siria con el argumento de un supuesto uso de armas químicas no ha logrado contener el avance de las fuerzas gubernamentales, ahora en posición de control desde los primeros meses de la guerra civil que ya dura siete años, en la que han muerto unas 500.000 personas y ha dejado sin hogar a más de la mitad de los sirios.
Inspectores internacionales de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) que llegaron a Damasco hace casi una semana todavía estaban esperando este viernes poder visitar el sitio del presunto ataque con armas químicas.
Siria y su aliado Rusia niegan el uso de armas químicas en un ataque contra Duma, pero los un puñado de países ricos occidentales sostienen que el Gobierno sirio, que controla la ciudad, está manteniendo alejados a los inspectores y podría estar manipulando las pruebas, ambas acusaciones que Damasco y Moscú niegan.
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