Vienen de China, Corea del Sur y Colombia, pero también de Kazajstán, Madagascar, Tailandia y Ucrania. En Quebec, hay 20.000 personas adoptadas. Algunos han regresado a su país de origen y se han reunido con sus familias biológicas, mientras que otros no muestran ningún interés en su historia antes de su adopción.
Muchos se consideran 100% quebequenses, mientras que otros se definen como ciudadanos globales. Algunos de los adoptados tienen una red de amigos compuesta por otros adoptados, mientras que algunos raramente han conocido a otros adoptados.
Renaud Vinet-Houle, fue adoptado en Perú por una familia quebequense cuando era niño. Él y su compañera en la aventura Manuelle Alix-Surprenant, quisieron conocer y dar a conocer los rostros de la adopción en Quebec. Para ello, se embarcaron en un proyecto que los llevó a todos los rincones de la provincia durante tres años. El resultado fue el libro «La couleur de l’adoption» (El color de la adopción), el retrato visual y el relato de la historia de 38 de las 20.000 personas adoptadas en Quebec.
Le preguntamos al coautor del libro «La couleur de l’adoption» (El color de la adopción) Renaud Vinet-Houle, quien aprendió el español durante el proceso de búsqueda de su familia biológica en 2008, que nos contestara dos preguntas y éstas son sus respuestas:
En entrevista con el equipo en lengua francesa de Radio Canadá Internacional, los coautores del libro confían que «La couleur de l’adoption» (El color de la adopción) responde en principio a sus inquietudes y cuestionamientos personales sobre su identidad y sobre la realidad de los adoptados en general.
Sin embargo, Manuelle Alix-Surprenant y Renaud Vinet-Houle creen que el tema de la adopción puede ser un tema tabú en muchas familias adoptivas y entre los adoptados mismos. Por eso este libro quiere hacer llegar un mensaje a toda persona adoptada en Quebec: ¡No están solos! En Québec y en el mundo, hay mucha gente que vive los aspectos positivos y los más difíciles también del proceso de adopción.
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