El ayuno intermitente previene o retrasa la progresión de varias enfermedades, incluyendo la aterosclerosis, diabetes, cáncer, apoplejía y enfermedad de Alzheimer y Parkinson. También regula los ritmos circadianos y, por lo tanto, optimiza la eficiencia metabólica. El resultado global es que se mejora la función total de los órganos.
– Martin Juneau, cardiólogo, director de prevención en el Instituto del Corazón de Montreal.
El ayuno es una práctica enraizada en muchas religiones desde hace milenios. A menudo se percibe como un medio para purificar el cuerpo y la mente. Pero, ¿qué hay de sus beneficios para la salud? En los últimos años, la ciencia ha estado examinando las virtudes de esta práctica.
La ciencia se cuestiona cada vez más sobre esta práctica asociada con las religiones, que, aunque vieja como el mundo, todavía contiene secretos. Estudios recientes revelan las virtudes del ayuno. Puede ayudar a renovar el sistema inmunológico, ralentizar el envejecimiento e incluso combatir el cáncer y la diabetes.
¿Cómo lograr comer menos?
En Canadá, como en la mayoría de los países industrializados, la esperanza de vida al nacer es de aproximadamente 80 años, casi el doble que hace 150 años. Sin embargo, este aumento en la longevidad enmascara una realidad más oscura: podemos estar viviendo más tiempo que antes, pero muchos de estos años adicionales a menudo están marcados por la enfermedad y el sufrimiento.
Para remediar esta situación, dice Martin Juneau, director de Prevención en el Instituto del Corazón de Montreal, la clave sigue siendo prevenir el desarrollo de muchas enfermedades crónicas que están asociadas con el envejecimiento, particularmente enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, varios tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Se sabe desde hace varios años que la ausencia de tabaquismo, la actividad física regular, comer principalmente verduras (frutas, verduras, cereales integrales, nueces) y el control del peso corporal son factores de estilo de vida que pueden reducir el riesgo de estas enfermedades y así ayudar a prolongar la vida con buena salud.
Otro factor de protección menos conocido es simplemente reducir la cantidad de calorías consumidas.
Martin Juneau, cardiólogo, director de prevención en el Instituto del Corazón de Montreal. Radio Canadá
El ayuno, una práctica antigua como la humanidad
La comida ocupa una gran parte de nuestro día. A las tres comidas diarias, a menudo se agregan bocadillos para alejar el hambre. Parece normal, ya que comer es esencial para vivir. Cada vez son más los investigadores sin embargo que encuentran que la privación de alimentos, de una manera controlada, puede ser beneficiosa.
De acuerdo con el bioquímico Valter Longo, uno de los líderes mundiales en materia de ayuno, nuestro cuerpo está hecho para ayunar durante largos períodos. «Eso forma parte de nuestra historia desde el tiempo que la comida es parte de nuestra historia. Esto es cierto para todas los organismos «, dice el director del Instituto para la longevidad de la Universidad de California del Sur en Los Ángeles.
Si retrocedes varios miles de millones de años en la evolución, no hay un organismo, de las bacterias a las simples eucariotas, que no haya ayunado durante largos períodos.
-Valter Longo, bioquímico de la Universidad del Sur de California
Nuestro cuerpo puede sobrevivir durante semanas sin comida. Normalmente, usa sus reservas de carbohidratos, es decir, de azúcares, como principal fuente de energía. Más allá de 24 horas, estas reservas se agotan y es entonces cuando las reservas de lípidos, es decir de las grasas, se convierten en la principal fuente de combustible.
- -Valter Longo, bioquímico de la Universidad de California del Sur. Radio-Canada/Luc Robida
Ayunar para perder peso
El enfoque popular para perder peso es reducir su ingesta diaria de calorías y hacer más ejercicio. Sin embargo, este método tiene limitaciones, dice el cardiólogo Martin Juneau, director de prevención en el Instituto del Corazón de Montreal.
«Cuando comes menos, tu metabolismo disminuye». Nuestro metabolismo básico es lo que quema la mayor parte de nuestras calorías. Si baja, es difícil perder peso «, dice. El ayuno, sin embargo, tiene el efecto opuesto. «Cuando ayunas por completo, el metabolismo aumenta, así que esa es la gran diferencia», agrega el cardiólogo.
El Dr. Juneau, que se interesa desde hace tiempo en la investigación del ayuno, cita otros beneficios para la salud. «El ayuno es muy efectivo para reducir el nivel de insulina», explica, «lo cual es interesante para lo que llamamos resistencia a la insulina, que está en la raíz de muchos problemas metabólicos, que incluyen: síndrome metabólico, obesidad y diabetes. »
Algunas personas adeptas al ayuno lo practican durante varios días consecutivos, bebiendo solo agua. Sin embargo, otro tipo de ayuno, llamado intermitente también está ganando popularidad. «Lo que vemos mucho en la literatura científica en este momento es el ayuno intermitente, que son días alternos de alimentación normal con días muy reducidos en calorías o ayuno completo. »
Es absolutamente inútil utilizar el ayuno, ya sea intermitente o completo, si es por una o dos veces solamente o para perder algunos kilos, que obviamente recuperaremos unos meses más tarde si nos detenemos.
-Dr. Martin Juneau, director de Prevención en el Montreal Heart Institute
Ayunar para rejuvenecer las células
Según Valter Longo, el ayuno es una de las claves para vivir más tiempo en buena salud. El bioquímico, que presentó su investigación en su reciente libro The Longevity Diet, explica que la privación de comida hace que las células se regeneren.
«Durante un ayuno, nuestro cuerpo destruye sus componentes de forma coordinada; por ejemplo, parte de los músculos, parte del hígado, parte del sistema inmune, etc. También destruye parte de cada célula. Esto se llama autofagia. Luego lo usa como fuente de energía. Cuando comes de nuevo, todo se reconstruye.»
Durante un ayuno, el cuerpo tiende a destruir las células dañadas antes que las células sanas, dice el investigador.
El ayuno estricto, donde solo se bebe agua, es muy difícil de seguir y tiene riesgos para la salud.
El ayuno con agua no debe hacerse fuera de una clínica, ya que puede producir efectos secundarios como hipotensión e hipoglucemia. La gente puede desmayarse.
-Valter Longo, bioquímico de la Universidad de California del Sur
Una dieta que imita el ayuno
Es para evitar estos efectos secundarios que Valter Longo ha desarrollado un enfoque que él llama dieta imitadora rápida o «dieta que imita el ayuno». Este plan de dieta baja en calorías está diseñado para sumergir el cuerpo en un estado fisiológico similar al ayuno, al tiempo que proporciona nutrientes esenciales.
«Hemos desarrollado una dieta que imita el ayuno y es baja en proteínas, baja en azúcares y alta en grasas. Contiene 66 ingredientes diferentes, cada uno de los cuales ha sido desarrollado para hacer que el cuerpo crea que está en ayuno, cuando en realidad está comiendo. Hay menos calorías de lo normal, entre 800 y 1100 calorías por día. «
Valter Longo realizó un estudio con aproximadamente cien participantes que siguieron esta dieta una semana al mes. Después de tres meses, habían perdido un promedio tres kilos, habían reducido su colesterol y su presión arterial, y habían mejorado su nivel de azúcar en la sangre.
Desde entonces, esta dieta que imita el ayuno se ha comercializado con el nombre de Prolon y en los Estados Unidos, muchos médicos la recomiendan a sus pacientes.
Una mujer prepara una sopa de la dieta Prolon Foto: Radio-Canada / Luc Robida
Los ayunos más populares
Según el Dr. Martin Juneau, Director de Prevención en el Montreal Heart Institute, en la restricción calórica convencional, se mantiene la frecuencia de tres comidas al día, pero la ingesta de alimentos disminuye en un 20 a 40%.
No debe olvidarse que este enfoque puede ser difícil para muchas personas: vivimos en una sociedad donde la comida es abundante, atractiva y de fácil acceso en todo momento (a menudo en grandes porciones), lo que fomenta el consumo excesivo de calorías.
Sin embargo, la investigación en los últimos años indica que hay otros métodos, que podrían utilizarse para aprovechar los efectos positivos para la salud de la restricción calórica. En lugar de disminuir de manera uniforme la cantidad de calorías consumidas cada día, es más una cuestión de períodos alternos donde la ingesta de alimentos es normal con períodos de ayuno más o menos prolongados, dice el Dr. Martin Juneau.
Ayuno intermitente: Ayunar o reducir drásticamente la ingesta de calorías (500 calorías por día) de forma intermitente, por ejemplo 1 o 2 días a la semana. Estos ayunos pueden ser consecutivos, como en la dieta 5: 2 (5 días de alimentación normal seguidos de dos días de ayuno) o alternativamente (intercalados con períodos de alimentación normal).
Alimentación restringida en el tiempo: Esto es para restringir el consumo de alimentos durante un período corto del día (de 4 a 8 horas), por ejemplo, omitiendo el desayuno y el almuerzo mientras cena temprano. En la práctica, esta es una forma de ayuno intermitente, con periodos de ayuno de aproximadamente 18 horas alternando con períodos cortos de alimentación normal.
Ayuno periódico: en esta forma extrema de ayuno, todos los alimentos se eliminan por períodos que van desde varios días hasta algunas semanas.
Mitigar los efectos de la quimioterapia a través del ayuno
En su investigación, Valter Longo ha demostrado que la dieta que imita el ayuno puede ayudar a resistir mejor los efectos secundarios de la quimioterapia. Después de realizar estudios en ratones sometidos a tratamientos contra el cáncer, el investigador descubrió que los roedores en ayunas estaban más saludables después de los tratamientos que aquellos que comían normalmente.
El ayuno también hace que las células cancerosas sean más vulnerables a la quimioterapia. Cuando el cuerpo se ve privado de carbohidratos, las células sanas logran usar lípidos como fuente alternativa de energía. En cuanto a las células cancerosas, no tienen esta capacidad y, por lo tanto, se debilitan.
«Utilizo la analogía de una persona corriendo en el desierto», dice Valter Longo. Ella eventualmente morirá. Pero si ella se detiene a buscar sombra y agua, puede sobrevivir. Esta es la respuesta de las células normales durante el ayuno. Se detienen y esperan. Las células cancerosas se niegan a hacer eso y continúan. »
En ratones, funciona notablemente bien, protegiéndolos de los efectos secundarios de la quimioterapia y haciéndola a ella más efectiva. Al combinar medicamentos contra el cáncer con la dieta que imita el ayuno, observamos una supervivencia sin recurrencia incluso en casos de metástasis.
-Valter Longo, bioquímico de la Universidad del Sur de California
El investigador Valter Longo manipula ratones en su laboratorio. Foto: CBC / Luc Robida
La quimioterapia sola no ha salvado ningún animal. La explicación de estos resultados es que la reducción de la cantidad de alimentos consumidos ralentizaría el crecimiento y la diseminación de los tumores.
En humanos, los estudios clínicos han demostrado que el ayuno puede disminuir los efectos secundarios de la quimioterapia, pero aún no han mostrado un efecto sobre los tumores.
Prolongar la vida saludable
En los últimos años, el trabajo de varios grupos científicos de alto nivel como los dirigidos por Valter Longo y Mark Mattson ha demostrado claramente que en modelos animales, el ayuno intermitente previene o retrasa la progresión de varias enfermedades, incluyendo la aterosclerosis, diabetes, cáncer, apoplejía y enfermedad de Alzheimer y Parkinson, señala el Dr. Juneau, director de Prevención en el Montreal Heart Institute.
También muestra que el ayuno intermitente regula los ritmos circadianos y, por lo tanto, optimiza la eficiencia metabólica. El resultado global es que se mejora la función de los órganos, lo que permite retrasar el desarrollo de un gran número de patologías y así prolongar la vida en buen estado de salud.
RCI/Découverte/Radio Canadá/ Instituto de cardiología de Montreal
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