Kuadio Fréderic Kouakou, padre del niño Ariel Jeffrey Kouakou, desaparecido desde hace más de 2 meses. (Foto: Radio Canadá).

Cuando la esperanza es lo último que se pierde

Como ustedes recordarán, les hablamos a fines de marzo y principios de abril de la misteriosa desaparición aquí en Montreal del niño de 10 años Ariel Jeffrey Kouakou. Aunque la familia siga con su pena y que los medios hablen menos de su desaparición, hasta el día de hoy nunca más se tuvo noticias del niño.

Recordemos que el niño salió de su casa en Montreal el 12 de marzo al mediodía en dirección de la casa de un amigo con el permiso de su mamá. Desde entonces nunca más se supo lo que le sucedió. La policía, la familia, amigos de la familia y voluntarios mantuvieron en vano una búsqueda continua desde su desaparición.

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A principios del mes de abril, el padre del niño, Kouadio Fréderic Kouakou, recibió positivamente la noticia del fin de la búsqueda submarina de los buzos del Servicio de Policía de la Ciudad de Montreal en la Rivière des Prairies, donde la policía pensó en última instancia que el niño había caído y se había ahogado. Su padre seguía y sigue convencido que su hijo no se ahogó, que está todavía vivo y está secuestrado.

Ariel Jeffrey Kouakou (Foto: Radio Canadá)

Más de 2 meses más tarde, el niño sigue desaparecido pero la familia cuenta ahora con el apoyo solidario de Michel Surprenant, padre de Julie Surprenant, una joven de 16 años que desapareció en noviembre de 1999 y hasta el día de hoy, nunca más se supo de ella.

Michel Surprenant dice que la similitud entre los dos casos es que se trata desapariciones misteriosas. No se tiene ningún indicio, no se sabe lo que sucedió y no se sabe hacia qué dirección dirigirse. Él esperó antes de encontrarse con la familia Kouakou y dice que estuvo agradablemente sorprendido por la resiliencia y la serenidad de los padres del niño.

En un acontecimiento como este, la esperanza es la último que se pierde, porque justamente, no se tienen respuestas. Y cuando no se tienen respuestas, las respuestas que nos puedan dar son premios de consolación. Entonces, en tanto que adultos, no son premio de consolación lo que queremos. Y cuando no hay respuestas, hay que alimentar la esperanza.

Buceadores de la policía de Montreal a la búsqueda de Ariel Jeffrey Kouakou en la Riviêre des Prairies. (Radio-Canada/Charles Contant)

La policía, como lo dijimos antes, privilegió la hipótesis del ahogamiento, mientras que la familia sigue convencida que es un secuestro. El hecho que la policía esté en favor de otra hipótesis, ¿agrega acaso una dificultad adicional a la pena de la familia?

Ahí es justamente donde hay que hacer la distinción entre lo que hace la policía y lo que hace la familia. La policía hizo la investigación y ese es su trabajo. Hacer suposiciones y llegar a conclusiones. Ese es el trabajo de la policía. El trabajo de la familia es de alimentar la esperanza y seguir siendo lo más resiliente posible. Mientras tanto, lo que pasa es que digerimos el evento y la mejor forma de hacerlo es seguir estando activos.

Policîa a caballo en el Parque des Bateliers a la búsqueda de Ariel Jeffrey Kouakou. (Radio-Canada/Charles Contant)

Si se deja de estar activos, se cae en la angustia y se comienza a desarrollar enfermedades mentales. Lo mejor es seguir pensando de forma positiva, alimentar la esperanza y esperar que algo positivo suceda. Michel Surprenant sabe de lo que habla. El sigue alimentando la esperanza de ver todavía con vida a su hija, 19 años después de su desaparición.

Me tomó mucho tiempo comprender por qué yo no era capaz de hacer el duelo. En mi cabeza no era capaz de comprender eso y me preguntaba por qué no podía hacer el duelo. Y un día lo comprendí poniéndome en el lugar de Julie. Es decir, que la persona que desapareció espera a que la encuentren.

Y cuando se comprende esto, usted ha comprendido que hacer el duelo es pasar a otra cosa, dice Michel Surprenant. Y es por eso que él se dice que la persona desaparecida espera que la encuentren. Es por eso que hay que seguir trabajando, que seguir buscando y alimentando la investigación.

Michel Surprenant (izq), y Kouadio Frederic Kouakou (THE CANADIAN PRESS/Peter McCabe)

Contar con el apoyo de la población y de otra persona en particular que ha vivido y vive lo mismo que el otro ha vivido, forma parte de la esperanza y como alimentarla. Y si usted es capaz de hacer que la gente tanga compasión, que sienta empatía por usted, eso contribuirá a que usted no se sienta solo y que siga pensando que la esperanza es lo último que se pierde, concluye Michel Surprenant, padre de Julie Surprenant, que desapareció misteriosamente hace 19 años y que hoy en día reconforta a la familia del niño desparecido en Montreal, Ariel Jeffrey Kouakou.

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Michel Surprenant fue entrevistado por Alain Gravel.

Categorías: Inmigración y Refugiados, Sociedad
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