Presentado como una odisea teatral a través de cantos de esclavos, el espectáculo SLĀV ha causado conmoción incluso antes de ser presentado en el marco del Festival de Jazz de Montreal.
El martes, noche del estreno, algunas decenas de manifestantes, en su mayoría de la comunidad negra de Montreal, se reunieron frente al Théâtre du Nouveau Monde (TNM) para exigir la cancelación del espectáculo.
Reprochan a la producción que pone en escena los cantos de esclavos negros interpretados por Betty Bonifassi y producido por el reconocido hombre de teatro de Quebec Robert Lepage de no incluir a ninguna persona negra ni en su producción ni en su distribución.
- © Radio-Canada
El Festival de Jazz emitió una declaración, pidiéndole al público que viera el espectáculo antes de crear la controversia. Nadie en Radio Canadá Internacional lo ha visto, pero la descripción oficial lo define como un tributo visual a la música como herramienta de resiliencia y emancipación y como una experiencia artística que combina «la experiencia innovadora de Ex Machina, el talento teatral de Robert Lepage y la incomparable voz de Betty Bonifassi, acompañada por seis cantantes»
Por su parte los productores del espectáculo dijeron en la página facebook de Ex Machina:
Pero esta historia fue escrita por los opresores tanto como por los oprimidos, tanto por los blancos como por los negros. Y debe ser testificada, primero para ser conocida, pero también para evitar que se perpetúe.
El mestizaje en toda su fecundidad artística y cultural está en el corazón de SLĀV, tanto como la esclavitud. ¿Tenemos derecho a tocar estos temas? El público juzgará después de asistir al espectáculo. Desde nuestro punto de vista, tenemos un deber especial, blanco o negro, de abordar los episodios más oscuros de la historia para tratar de sacar algo de luz. La música y el teatro son sin duda una de las maneras más nobles de hacer esto.
Los productores de SLĀV, Robert Lepage, Betty Bonifassi, Ex Machina
Los creadores dijeron que habían hecho el espectáculo de buena fe y que lo hicieron de todo corazón. Los manifestantes el día del estreno gritaban «Racistes» (Racistas) al público que entraba a la sala. Pero ¿se puede acusar realmente a Betty Bonifassi, que es ella misma una inmigrante, y a Robert Lepage de racismo?
Émilie Nicolas, presidenta de Québec Inclusif, un movimiento que promueve el respeto por la diversidad religiosa y el diálogo intercultural en la sociedad de Quebec, cree que cuando las personas hablan de racismo, hablan de un sistema. En entrevista con el periodista Vincent Champagne de Radio-Canada, afirmó que los artistas negros en Quebec están completamente borrados del panorama cultural de la provincia.
Según la joven antropóloga, los artistas «de color» tienen dificultad para encontrar trabajos en su ámbito. Hay algunos que van a Toronto, otros a los Estados Unidos, algunos que abandonan sus carreras por completo, porque es demasiado difícil y hay una homogeneidad en los medios en la comunidad de las artes y la cultura en Quebec.
Para ella, no son Boniffassi o Lepage como personas que son racistas, es un sistema que ha durado siglos en el que se explota la cultura, la creatividad y el genio de los negros, sin que éstos útlimos obtengan beneficio alguno.
El espectáculo seguirá en cartelera hasta el 14 de julio en el marco del Festival Internacional de Jazz de Montreal. Sin embargo, el viernes (29 junio) por la tarde los productores del espectáculo anunciaron la anulación de las representaciones de SLĀV del 29 y 30 de junio debido a que la intérprete principal, Betty Bonifassi, se fracturó el tobillo. El Festival Internacional de Jazz de Montreal (FIJM) aseguró que el público afectado serán reembolsados o podrán ver otra actuación.
- El espectáculo SLĀV de Robert Lepage y Betty Bonifassi se presenta en el TNM en Montreal como parte del Festival Internacional de Jazz de Montreal. © Facebook / Ex Machina / Elias Djemil
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