Los responsables de la industria automóvil canadiense estiman que el gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau estará confrontado a una decisión compleja –con consecuencias económicas serias- si Estados Unidos decide ejecutar su amenaza de imponer tarifas aduaneras a los vehículos construidos en Canadá.
Ottawa ejerció represalias recientemente contra los impuestos que impuso el presidente estadounidense Donald Trump al acero y el aluminio canadiense, con derechos aduaneros recíprocos sobre las importaciones estadounidenses de esos metales, así como sobre otras decenas de productos de consumo.

Chrystia Freeland, ministra canadiense de Relaciones Exteriores. (REUTERS/David Ljunggren – RC12E67B8570)
Sin embargo, si el sector automóvil se convierte en un verdadero objetivo para Donald Trump, muchos temen que las contra medidas canadienses tengan un impacto mucho más importante sobre los empleos y la economía del país que las repercusiones de las tarifas sobre el acero y el aluminio.
Michael Hatch, economista jefe de la Corporación de Asociaciones de Vendedores de Automóviles, exhorta al gobierno federal a resistir a la tentación de imponer tarifas de represalia sobre los automóviles, afirmando que estas pueden poner en peligro hasta 30.000 empleos en el sector de la venta al detalle en Canadá.
El presidente de la Asociación de Fabricantes de Piezas de Automóviles de Canadá, Flavio Volpe, afirma por su parte que aunque el impacto sea devastador para el sector, el gobierno no tendría otra alternativa que tomar exactamente las mismas medidas contra Estados Unidos.

Flavio Volpe, presidente de la Asociación de Fabricantes de Partes Automotices de Canadá,
(REUTERS/Edgard Garrido – RC1A81EA1010
La ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland repitió varias veces que la estrategia del gobierno federal en materia de tarifas era de no tratar de empeorar la situación, pero sin ceder.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos estudia la posibilidad de imponer tarifas al sector automóvil por razones de seguridad nacional y numerosos observadores piensan que el presidente Donald Trump podría tomar una decisión a partir del mes de agosto.
Llegar a un acuerdo en el sector automotriz, sector exportador clave para Estados Unidos, Canadá y México, se ha convertido en uno de los temas más difíciles para los negociadores que es esfuerzan por modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN.
RCI/La Presse Canadienne/Reuters
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