Rescate de migrantes en las aguas del Mediterráneo llevado a cabo por la nave Aquarius. (Foto: Karpov / SOS Mediterranee/Handout via REUTERS)

Italia decide presionar a países europeos reteniendo un barco con refugiados

Italia impidió que un buque mercante con bandera italiana transporte a tierra firme a personas rescatadas en el Mediterráneo, manteniendo una política estricta sobre la llegada de demandantes de asilo, al tiempo que presiona a sus aliados europeos para compartir la carga de acoger el influjo de personas que huyen de sus países de origen.

Un buque mercante de suministro a plataformas petroleras en las costas de Libia rescató a 66 personas este lunes, pero recibió la orden de no llevarlos a Italia, dijo una fuente del Ministerio del Interior.

El ministro italiano de Transporte, Danilo Toninelli, dijo que los rescatados fueron transferidos a un guardacostas italiano este martes. Se les llevará a Italia, dijo una fuente, aunque la fuente del Ministerio del Interior no lo confirmó.

El buque mercante recogió a los inmigrantes, pese a que se le había dicho que barcos patrulla libios navegaban para su rescate, argumentó la fuente del Ministerio del Interior.

Esta decisión se produce dos días antes de la reunión de los ministros del Interior europeos en la ciudad austriaca de Innsbruck, donde el jefe de cartera alemán Horst Seehofer quiere que su homólogo italiano de extrema derecha Matteo Salvini acepte acoger a los demandantes de asilo que llegan a sus fronteras desde Italia.

“Lo que es seguro es que Italia no tiene un plan para acoger a quien ya se ha ido al extranjero. Es lo último que podría ocurrir”, dijo Salvini en una entrevista con el periódico Il Messaggero.

El político ultra-derechista Matteo Salvini, vicepresidente y ministro de Interior de Italia. (Foto: Domenico Stinellis/Associated Press)

“Si los alemanes y los austriacos están pensando en enviarnos de vuelta a los inmigrantes, ayudarnos a cerrar las fronteras externas primero sería un paso adelante”, dijo el político ultraderechista italiano.

El Gobierno de la canciller alemana Angela Merkel estuvo al borde del colapso la semana pasada cuando los conservadores bávaros de Seehofer exigieron un refuerzo unilateral del control de las fronteras alemanas, una medida que Merkel estaría dispuesta a ceder únicamente en el marco de un acuerdo europeo.

El nuevo gobierno italiano, que entró en vigor el 1 de junio, asumió políticas rígidas en materia de inmigración, cerrando sus puertos a barcos de ayuda humanitaria que rescataron inmigrantes en la costa de Libia y negándose, hasta ahora, a aceptar que los inmigrantes sean devueltos a Italia desde la frontera con Alemania.

Desde 2014, más de 650.000 inmigrantes, la mayoría de África y Oriente Medio, regiones devastadas por guerras y la falta de recursos, se embarcaron en naves atestadas de gente para tratar de llegar a Europa. Miles han fallecido en una serie de naufragios. Los sobrevivientes rescatados tomaron rumbo a Italia y hacia otros países europeos.

Salvini dijo que no se permitiría la entrada de barcos de rescate humanitarios con banderas extranjeras en puertos italianos, y el domingo enfatizó que los barcos que participan en el control de las fronteras europeas y en misiones contra el tráfico de personas no deberían llevar a los inmigrantes rescatados a Italia.

En menos de un mes tres barcos humanitarios han terminado desembarcando en España y Malta después de que Italia se negara a acogerlos.

Categorías: Inmigración y Refugiados, Internacional, Política
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