El primer ministro Justin Trudeau anunció este miércoles que Canadá asumirá el mando de una misión de entrenamiento de la OTAN en Irak durante su primer año.
Bajo la presión de Estados Unidos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte llevará a cabo una misión dedicada a «entrenar al entrenador» para mejorar las habilidades del ejército iraquí con el objetivo de estabilizar el país y prevenir el resurgimiento de organizaciones como el grupo armado Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS).
La misión contará con la participación de unos 250 militares canadienses que serán desplegados el próximo otoño en Bagdad y la zona circundante. La misión también contará con el apoyo de hasta cuatro helicópteros Griffon.

Soldados de las fuerzas especiales canadienses hablan con combatientes Peshmerga en el norte de Irak el año pasado. La misión de entrenamiento de la OTAN en Irak estará comandada por un general de división canadiense, y las tropas canadienses proporcionarán la mayor parte del personal del cuartel general. (Foto: Ryan Remiorz/Prensa Canadiense)
La misión de entrenamiento militar, que fue desarrollada durante al menos dos años, estará bajo el mando de un general canadiense, y las tropas canadienses proporcionarán la mayor parte del personal en el cuartel general.
Este contingente militar protegerá a cientos de otros entrenadores de la OTAN que comenzarán su trabajo en julio.
En un foro de discusión organizado por el grupo de reflexión sobre política exterior, el German Marshall Fund, el primer ministro Trudeau calificó esta misión como «el siguiente paso en el desafío de Irak», añadiendo que “derrotar a ISIS fue el primer paso, ahora tenemos que reconstruir esa democracia y fortalecerla».
Esta decisión aborda dos problemas políticos para el gobierno liberal canadiense. Qué hacer con las tropas canadienses en Irak tras la derrota del Estado Islámico y cómo responder a las quejas constantes de Trump sobre los miembros de la OTAN.

Los helicópteros Griffon fueron equipados con sensores adicionales y cañones Gatling para complementar sus ametralladoras de puerta lateral y blindaje ya existentes. (Foto: Fuerzas Canadienses)
Por un lado, Canadá se había comprometido a mantener tropas canadienses en Irak hasta el 2019, pero desde la derrota militar del grupo armado Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), surgió la gran interrogante sobre el rol que asumirían los soldados canadienses en ese país, invadido en 2003 por Estados Unidos con el falso argumento de que poseía “armas de destrucción masiva”.
En el marco de la “Operación Impacto”, lanzada en septiembre de 2014, Canadá tiene desplegados actualmente unos 850 soldados y personal aéreo en Irak. Este contingente incluye unos 200 miembros de las fuerzas especiales, que han llevado a cabo entrenamiento militar en el norte del país.
Los militares canadienses entrenaron a los combatientes peshmerga kurdos y a las tropas iraquíes en tácticas de guerra convencional para capturar Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak.
Desde la derrota del grupo armado Estado Islámico hubo un llamado a las fuerzas militares de la coalición encabezada por Estados Unidos para entrenar de nuevo a las fuerzas locales en contrainsurgencia y habilidades antiterroristas.
El general Jonathan Vance, jefe de Estado Mayor de la Defensa canadiense, dijo que la misión de las fuerzas especiales canadienses continuará, al margen del despliegue de la OTAN.
Un oficial de defensa dijo que muchos de los recursos de la misión existente, incluidos los helicópteros, serán reasignados para ser utilizados en la nueva iniciativa.

Justin Trudeau,visita las tropas canadienses en la base militar Adasi en Kadaga, Letonia, este 10 de julio 2018. (THE CANADIAN PRESS/Sean Kilpatrick)
Canadá envió a Irak un pequeño contingente de ingenieros de combate, que ya presta sus servicios bajo la bandera de la OTAN y al margen de la Operación Impacto, entrenando a las fuerzas iraquíes sobre cómo neutralizar trampas explosivas y bombas sin estallar.
Se espera que este contingente permanezca en Irak y continúen con su misión.
El encabezar la misión de entrenamiento militar en Irak, además de un grupo de combate de la OTAN en Letonia, le brindarán a Trudeau las municiones necesarias como para refutar las críticas lanzadas por el polémico presidente estadounidense Donald Trump, quien ha estado quejándose y exigiendo que los aliados de la OTAN paguen más y cumplan con los objetivos de gastos de defensa de la alianza.
Trump ha exigido a la OTAN que haga más para contrarrestar a los militantes en Iraq, pero los miembros europeos de la alianza se han mostrado reacios a asumir un papel más importante tras haber pasado una década en Afganistán, participando en los combates, así como llevando a cabo una misión de entrenamiento para las fuerzas locales.
La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, no dijo si creía o no que la decisión de encabezar una misión de entrenamiento militar en Irak le daría a Canadá algún crédito con la administración de Trump.
«Nuestra primera, y realmente única consideración, fue definir lo que servía al interés nacional canadiense, lo que servía a los canadienses, lo que era apropiado hacer por parte de Canadá dado nuestro papel en el mundo y el gran interés que nosotros, como canadienses, tenemos en un orden internacional basado en reglas que funcionen», dijo Freeland.

Chrystia Freeland, ministra canadiense de Relaciones Exteriores. (REUTERS/David Ljunggren – RC12E67B8570)
Chrystia Freeland, dijo que ayudar a reconstruir la incipiente democracia en Irak es «una gran cosa que Canadá debe hacer».
A nivel de los Ministros de Defensa de la OTAN hubo un considerable debate sobre cuál sería el país que protegería a los formadores militares y proporcionaría transporte.
Canadá desplegó helicópteros en Irak como parte de su misión actual, y esas naves aéreas permanecerán en ese país petrolero para ayudar a la nueva iniciativa de la OTAN.
La intervención de Canadá en Irak comenzó bajo el previo gobierno del conservador Stephen Harper, con la campaña de bombardeo de los aviones CF 18 contra el grupo armado Estado Islámico.
A su llegada al gobierno, los liberales pusieron fin a los bombardeos aéreos y enviaron fuerzas especiales para adiestrar a combatientes kurdos e iraquíes.
Fuentes: CBC/M. Brewster/RCI
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