El gobierno de Donald Trump informará este martes a un juez federal sobre sus esfuerzos para cumplir con el plazo que vence este jueves para reunir con sus padres a unos 2.500 niños que fueron separados de sus familias por funcionarios al cruzar la frontera entre Estados Unidos y México.
Hasta el lunes, al menos 879 padres habían sido reunidos con sus niños, aunque 463 podrían haber sido deportados sin sus hijos, lo que hace incierto cuándo esos inmigrantes volverán a reunirse con sus niños, según una presentación conjunta para una corte realizada por el Gobierno y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés).
Donald Trump ordenó la separación de familias en mayo pasado como parte de una política de “tolerancia cero” que buscaba desalentar el ingreso de personas sin documentos a Estados Unidos.
Un niño y un padre de Honduras son detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos cerca de la frontera entre México y Estados Unidos el 12 de junio cerca de Mission, Texas. Las autoridades fronterizas de Estados Unidos están ejecutando la política de “tolerancia cero” de la administración Trump contra los inmigrantes indocumentados. (Foto: John Moore/Getty Images)
Trump se vio obligado a poner fin a esa práctica a fines de junio después de que imágenes de niños encerrados en jaulas y llorando desataron la indignación internacional. Amnistía Internacional describió esa medida como un acto de tortura.
El juez de distrito estadounidense Dana Sabraw, de San Diego, California, ordenó el mes pasado al Gobierno estadounidense que reúna a los niños separados con sus padres para el jueves 26 de julio, en el marco de una demanda presentada por ACLU.
El juez podría usar la audiencia de este martes para considerar un pedido de ACLU de que los padres que enfrentan órdenes de expulsión no sean deportados por al menos una semana después de reunirse con sus hijos.
El grupo de defensa de los derechos humanos dijo que ese lapso era necesario para que los padres consideraran opciones legales para sus hijos, quienes podrían tener mejores condiciones para buscar asilo quedándose en Estados Unidos. La mayoría de los inmigrantes huyeron de la violencia en Guatemala, Honduras y El Salvador, países en los cuales en el pasado Estados Unidos apoyó violentas dictaduras militares.
Manifestantes en California exigen que se ponga fin a la política del gobierno de Estados Unidos de separar a los niños de sus padres después de cruzar sin documentos la frontera entre México y Estados Unidos. En Canadá, los críticos dicen que esa represión justifica la suspensión del Acuerdo de Tercer País Seguro. (Foto: Frederic J. Brown/AFP/Getty Images)
El proceso de reunificación se ha visto afectado por una serie de desórdenes de las agencias del Gobierno, dificultades para rastrear a los adultos y a los niños en detención y la falta de comunicación con abogados de los inmigrantes.
El Gobierno reunió con sus padres a niños menores de 5 años a principios de este mes, aunque no cumplió con un plazo impuesto por la corte para hacerlo, de lo cual culpó en parte a procedimientos como chequeos de antecedentes parentales para asegurar la seguridad de los niños.
Sabraw ha criticado a la administración de Trump por medidas de seguridad innecesarias que nunca se hubieran aplicado si las familias no hubieran sido separadas por las políticas del gobierno.
En la última semana, el juez dijo que se ha visto alentado por señales de que la administración de Trump estaba poniendo más énfasis en cumplir con la fecha dada para la reunificación.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.