La policía en Toronto intenta aún establecer los móviles del ataque mortal con arma de fuego ocurrido el lunes 23 de julio en una de las arterias de la ciudad, que dejó un saldo de 3 muertos y más de 10 heridos.
Efectivos de esa fuerza requisaron un apartamento en la zona, con el fin de hallar alguna pista que permita entender los motivos que llevaron a un hombre de 29 años de edad, aparentemente con problemas mentales, a acribillar a una mujer de 18 años y a una menor, además de producir heridas a otras 13 personas.
El agresor fue identificado como Faisal Hussain, quien de forma inesperada extrajo un arma de puño mientras circulaba por una de las avenidas del denominado Barrio Griego y comenzó a disparar contra las personas que se hallaban allí.
Mensajes de aliento comenzaron a proliferar poco después de la tragedia. THE CANADIAN PRESS/Mark Blinch
Una publicación en la red social Facebook por parte de un hombre que se identificó como el padre de una de las víctimas, dijo que su hija se encontraba a punto de comenzar sus estudios de enfermería en la Universidad McMaster de Hamilton.
Al tiempo que la policía seguía con su pesquisa en la noche del lunes, los residentes del lugar concurrieron al sitio donde sucedió la tragedia, para colocar velas, flores y mensajes de apoyo.
Durante la misma jornada del lunes, numerosas personas expresaron su preocupación ante la presencia de armas de fuego en un medio urbano como la ciudad de Toronto, la más extensa y multicultural del país, y que en los últimos tiempos parece estar viviendo un aumento de la violencia.
El alcalde de la ciudad, John Tory, y representantes de la oposición visitaron el barrio en las últimas horas del día y se unieron a los residentes que participaron en un oficio religioso en memoria de las víctimas, muy cerca de donde ocurrió la balacera.
La madre y allegados de una de la víctimas mortales expresaron su dolor tras el hecho. THE CANADIAN PRESS/Mark Blinch
Los padres de Hussain afirmaron hallarse devastados por el acto de “violencia sin sentido” llevado a cabo por su hijo, al tiempo que declararon que el atacante padeció de psicosis y depresión a lo largo de toda su vida y que se encontraba bajo tratamiento por parte de profesionales.
A pesar de esas dolencias, quienes conocían al hombre se mostraron sorprendidos por sus actos y manifestaron que Hussain no había dado indicios de que podría cometer un gesto de las características del ataque que perpetró.
La Unidad de Investigaciones Especiales informó que el agresor murió en la escena del ataque tras un intercambio de disparos con agentes policiales, aunque todavía no se ha aclarado si pereció como consecuencia de disparos efectuados por los efectivos o si se suicidó.
Hasta el momento no se han hallado elementos que permitan hablar de la existencia de motivos políticos o religiosos como móvil de la agresión.
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