Unos 600 incendios forestales afectan la provincia de Columbia Británica (Foto: Andreas Pohle)

El Ártico también arde mientras incendios forestales azotan el mundo

¿Está sufriendo de calor? ¿Sofocando por el humo de un incendio? La culpa la tiene el clima cada vez más cálido en el Ártico y la corriente en chorro, según científicos canadienses y d otros países.

La lista de desastres incluye incendios forestales en Grecia que mataron al menos a 83 personas, a Suecia que lucha desesperadamente contra incendios por encima del círculo polar ártico, a las olas de calor que han golpeado desde el Reino Unido hasta Siberia, y a Quebec, donde murieron al menos 70 personas en julio por el calor.

Si queremos entender qué está impulsando esta ola de calor, debemos mirar hacia el Norte, según la Dra. Jennifer Francis, profesora de investigación en Ciencias Marinas y Costeras de la Universidad de Rutgers.

Algunos de los mayores incendios en el mundo están ocurriendo ahora en el subártico,  e incluso, en las altas áreas árticas», dice además Ed Struzik, profesor en la universidad Queen y autor del libro Firestorm: How Wildfire Will Shape Our Future.

Los restos calcinados de un bosque se ven después de que los incendios forestales azotaran el noreste de Ljusdal, en el centro de Suecia, el 26 de julio de 2018. (TT News Agency / AFP / Getty Images)

Aun no vimos nada de lo que se viene”

«La historia básica es que, debido a que el Ártico se está calentando mucho más rápido que en cualquier otro lugar, está teniendo un efecto en el clima a media latitud», le dijo al difusor público CBC Ed Struzik.

Mientras se queman partes del Ártico de Suecia,  este experto advierte que los incendios forestales en las regiones polares son una amenaza creciente debido al cambio climático.

Los graves incendios forestales en Suecia causados por la sequía histórica que atraviesa el país, en el verano más caluroso del que se tenga registro según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), obligaron a evacuar pueblos enteros y se extendieron al círculo polar ártico, donde las temperaturas se acercaron a los 32°C.

El país nórdico está lidiando con incendios forestales incluidos varios al norte del círculo polar ártico. Los incendios son los peores en Suecia en décadas, con tres veces más incendios que un julio típico, escribe el periódico Local.

El clima seco ha puesto en peligro grandes extensiones de bosque y muchas áreas residenciales cerca de Ljusdal. (Maja Suslin / Lehtikuva vía AP)

La velocidad con la que se propagaron los incendios llevó al gobierno a pedir ayuda a los militares, a los ciudadanos voluntarios y a los países vecinos.

«Algunos de los mayores incendios que hemos visto en todo el mundo ahora están ocurriendo en el subártico,  y ahora incluso, en las altas áreas árticas», dice Ed Struzik.

Los incendios forestales están devastando áreas en todo el mundo este año. En el norte de Ontario, los bomberos están tratando de extinguir más de una docena de incendios.

Pero los incendios en el Ártico son diferentes. El cambio climático está calentando las regiones polares dos veces más rápido que en otras partes del mundo, dijo Struzik, lo que lleva a más incendios que son más difíciles de controlar.

Una mujer intenta encontrar a su perro después de un incendio forestal en la aldea de Mati, cerca de Atenas, Grecia, el 24 de julio. (Costas Baltas / Reuters)

Los bosques boreales ‘nacidos para arder’

Los incendios forestales que se iniciaron este mes en el Ártico de Suecia no tienen precedentes. Struzik, autor del libro publicado en 2017 Firestorm: How Wildfire Will Shape Our Future, (Tormenta de fuego: cómo incendios incontrolados moldearán nuestro futuro) dice que las áreas en el subártico se queman anualmente.

Pero esos incendios, y otros que se extienden hasta el alto Ártico, se han hecho más grandes en los últimos 15 años. A medida que el cambio climático calienta estas áreas, los bosques boreales, la tundra y las turberas se están secando.

Los bosques boreales, dice Struzik, «nacen para arder».

Edward Struzik ha estado escribiendo sobre cuestiones científicas y ambientales durante más de 30 años. Es miembro del Instituto de Política Energética y Ambiental de la Queen’s University en Kingston, Canadá. Sus numerosos galardones incluyen la prestigiosa beca Atkinson Fellowship en Políticas Públicas y la Medalla Sir Sandford Fleming, otorgada por contribuciones sobresalientes a la comprensión de la ciencia.

Típicamente, bordean la tundra y los paisajes del norte cubiertos de turba, que se quema de manera diferente: en lugar de flamear hacia arriba, el fuego arde en el suelo.

La turba es rica en carbón y necesita poco oxígeno para quemar.

El incendio penetra el subsuelo y quema lentamente… lo que lo hace mucho más difícil de apagar.

«Cuando lo hace, podría durar todo el verano y luego simplemente arder en llamas, hibernar, durante los meses de invierno y luego volver a despertar al año siguiente», dijo.

Los bomberos discuten los planes mientras luchan contra el incendio de Carr en Shasta, California, el jueves 26 de julio de 2018. La Dra. Jennifer Francis de la Universidad de Rutgers señala el calentamiento del Ártico como una explicación del clima caliente y destructivo de julio en muchos lugares. (Noah Berger / Associated Press)

El peligro de incendios forestales en el Ártico se hizo evidente después de un incendio en la tundra Anaktuvuk cerca de North Slope, Alaska, en 2007. Ese incendio quemó 100.000 hectáreas cuadradas de tundra en tres meses.

Pero el incendio más sorprendente para Struzik fue en Groenlandia el año pasado. A unos 60 kilómetros de la capa de hielo de la isla, ardió durante dos semanas y consumió 1.200 hectáreas, según The Guardian.

«Cuando vi por primera vez los informes que salieron de la NASA … pensé, esto es una locura. Eso simplemente no estaba en el radar para mí y creo que eso abrió un nuevo capítulo en esta historia que está en desarrollo», dijo Struzik.

«No hemos visto nada todavía».

Ed Struzik, un estudioso medioambiental de la Universidad de Queen, Ontario

Difícil luchar contra los incendios

El impacto que los incendios tienen sobre el cambio climático es como un efecto dominó.

El musgo de turba, cuando se quema, libera grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que contribuye a los efectos de los gases de efecto invernadero.

Mientras tanto, el hollín cubre las capas de hielo y los glaciares, oscureciendo su superficie.

«Por supuesto, cuanto más oscura es la superficie, más absorbe la luz del sol. Esa es una de las razones por las que la capa de hielo de Groenlandia se está derritiendo tan rápido», dijo Struzik.

«Es el receptáculo para mucho de este carbón negro que está ardiendo en el Ártico».

Controlar los incendios forestales en el Ártico es difícil. Los bomberos no solo tienen que lidiar con áreas remotas y llamas de rápida propagación, como las de Suecia, sino también con la forma en que las quemaduras de musgo de turba crean un desafío único.

«El agua, o los retardantes, tienen que sumergirse en el suelo para sofocar el fuego. Y eso es una gran cantidad de agua», dijo.

«Aunque se pueda enviar a todos los militares de EE. UU, con todos los bombarderos disponibles, realmente no serían capaces de apagar todos estos incendios».

Una imagen satelital del Observatorio de la Tierra de la NASA capturada el 3 de agosto de 2017 muestra un incendio forestal en el norte de Groenlandia. (Observatorio de la Tierra de la NASA)

El ártico canadiense en la mira

Canadá no es una excepción a las amenazas de incendios forestales en el Ártico.

Después de que un incendio en el territorio de Yukón en 2004 quemó seis por ciento del territorio, hubo una «notable aceleración» de incendios en el norte de Canadá, dijo Struzik.

Si bien él cree que las áreas del archipiélago ártico son seguras por el momento, mirando más hacia el sur, se sabe que comunidades indígenas y ciudades como Yellowknife y Whitehorse, están en peligro.

«Esas comunidades están luchando para entender esto», dijo Struzik. «La casa de todo el mundo linda con el bosque boreal».

Un oso polar en el hielo en Lancaster Sound, en la región de Qikiqtaaluk, Nunavut. Un nuevo informe de 90 científicos dice que las temperaturas del Ártico están aumentando más rápido que en el resto del mundo, y los animales que dependen del hielo para sobrevivir se enfrentan a un mayor estrés y trastornos. (Jimmy Thomson / CBC)

La corriente en chorro en el lejano Norte

La Dra. Jennifer Francis, profesora de investigación en Ciencias Marinas y Costeras de la Universidad de Rutgers, en entrevista con el difusor público CBC dijo que los patrones climáticos pueden estancarse en ciertas áreas, prolongando una ola de calor intensa, si la corriente en chorro se debilita demasiado.

Ella describe la corriente en chorro como una corriente de aire de rápido movimiento que fluye a través del hemisferio norte, pasando por la mitad y el norte de Canadá. Es causada por las colisiones entre el aire gélido y descendente que se mueve hacia el sur desde el Ártico y el aumento del aire caliente procedente del ecuador.

«La diferencia de temperatura entre el Ártico y las áreas más al sur es lo que impulsa los vientos de la corriente en chorro», dijo Francis.

Esa corriente en chorro, dijo, ayuda a crear patrones climáticos.

«Cuando la corriente en chorro se encuentra con una cadena montañosa, por ejemplo, cuando los vientos son fuertes, en realidad no le importa», dijo.

«Sopla derecho al igual que un río de agua fuerte tenderá a caer sobre un peñasco como un torrente. Pero cuando los vientos son débiles, se desvía más fácilmente de su camino».

«Esto crea patrones climáticos en la superficie que tienden a atascarse en un lugar durante mucho tiempo».

La Dra. Jennifer Francis de la Universidad de Rutgers señala un Ártico cálido para ayudar a explicar el clima ardiente de este verano. (Presentado por Jennifer Francis)

Dado que el Ártico se está calentando al menos dos veces más rápido que en cualquier otro lugar del mundo, Francis dice que la diferencia de temperatura entre el Ártico y los vientos ecuatoriales se hace cada vez más pequeña.

Francis dice que aunque esta investigación aún no es concluyente, la ciencia está «bastante bien establecida».

«No podemos apuntar totalmente al Ártico para decir que el clima loco de este verano está directamente relacionado con el calentamiento rápido allí, pero sí que encaja con la historia que hemos estado armando en los últimos años».

Los cambios en el Ártico, dicen expertos, pueden afectar un clima tan lejano como el sudeste asiático.

Ed Struzik  fue entrevistado por Brent Bambury.

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