La propuesta federal para reorientar y reubicar a los inmigrantes irregulares hacia sitios fuera de las grandes urbes canadienses se encuentra demorada y las autoridades no prevén ponerla en práctica antes de setiembre próximo.
La iniciativa se propone aliviar la sobrepoblación de los centros de alojamiento de Toronto y Montreal, principalmente, que son los que habitualmente reciben y dan albergue a la mayoría de las personas que llegan de manera irregular al suelo canadiense.
Cabe recordar que, desde la instalación del actual gobierno estadounidense en la Casa Blanca, hubo un incremento sustancioso en el número de personas que llegan al país por fuera de los procedimientos institucionales de inmigración y refugio, en muchos casos evitando los puestos fronterizos.
El Estadio Olímpico de Montreal albergó a un número elevado de personas que cruzaron meses atrás la frontera desde Estados Unidos. THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz
Causas de la demora
Las razones para el aplazo de la puesta en vigencia del nuevo sistema están centradas en el hecho de que Ottawa se encuentra, aún, en negociaciones con los municipios en diversas regiones, para establecer los sitios y la logística necesaria para recibir a las personas.
En los últimos tiempos, las instituciones dedicadas a recibir a los refugiados manifestaron su preocupación, ante la constatación del agotamiento de las posibilidades de recibir a grandes cantidades de personas en los principales centros urbanos.
Permanecen frescas las imágenes de pocos meses atrás, cuando Montreal, por ejemplo, debió recurrir a las instalaciones del estadio olímpico de la ciudad para albergar a la gran cantidad de gente que atravesaba la frontera entre Quebec y Estados Unidos.
Las autoridades migratorias debieron incluso instalar tiendas de campaña para responder a la situación. A pesar de los esfuerzos y recursos invertidos, las condiciones de alojamiento en tal caso no son las que mejor responden a las necesidades humanas y son de carácter meramente transitorio.
Carpas cerca de un puesto fronterizo en el límite entre Quebec y Estados Unidos. THE CANADIAN PRESS/Graham Hughes
Ontario en déficit
En Toronto, la ciudad más poblada del país y la más diversa, la situación no se presenta más promisoria.
El gobierno federal, que colabora con los distintos niveles de administración en la asignación de recursos para asistir a los refugiados, parece no estar muy contento con el nuevo gobierno Ontariense, que hasta el momento no ha dado mayores respuestas a la necesidad de asignar más recursos para alojar a los recién llegados.
Ottawa paga en la actualidad el alojamiento en hoteles de 500 demandantes de asilo en Mississauga, Etobicoke y Markham, en la periferia de Toronto, para asegurar que esas personas puedan permanecer bajo techo.
La urgencia es mayor a medida que se aproxima el reinicio de las clases, en el transcurso de agosto, que hará que los dormitorios escolares, usados en algunos casos para albergar a las personas, deberán pronto ser desalojados.
Tal situación obligará a extender el acuerdo con los establecimientos hoteleros, haciendo que Ottawa deba destinar más fondos al pago de los mismos.
Aunque el cruce irregular de fronteras ha bajado, la capacidad de los centros de recepción está al límite del colapso. THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz.
Respuestas compartidas
La propuesta de la administración del primer ministro Justín Trudeau, ahora postergada, busca comprometer a las municipalidades en la procuración de los recursos adecuados para alojamiento.
Un sistema de clasificación coordinado y el acuerdo con las distintas localidades regionales permitirían reorientar el flujo de refugiados, desagotando los centros de acogida de las ciudades, que están al límite de sus posibilidades.
El alcalde de Toronto, John Tory, es uno de los funcionarios más entusiasmados con la iniciativa. En la ciudad viven actualmente no menos de 3000 refugiados y demandantes de asilo. Los responsables municipales verían con muy buenos ojos la posibilidad de repartir la responsabilidad de albergue con otras localidades de la provincia.
Las grandes urbes, como Toronto, son un polo de atracción. Las autoridades buscan un cambio. Foto: iStock.
Reorientación en Quebec
El nuevo sistema de clasificación podría convertirse en un buen complemento de la flamante política migratoria en la provincia de Quebec, que entra en vigencia este jueves 2 de agosto.
El nuevo plan pone fin al principio de “primer llegado primer servido”, por el que las personas que desean instalarse en la provincia podían postularse en determinados momentos del año, según las cuotas inmigratorias establecidas.
A partir de ahora, la inmigración provincial será guiada por un principio de selección en base a las necesidades del mercado laboral y privilegiando la radicación en las regiones, pero con la facilidad de poder postularse durante todo el año.
Con una superficie de más de más de 1.300.000 kilómetros cuadrados y una población que no llega a los 8 millones y medio de personas, la provincia de Quebec cuenta con una distribución poblacional despareja, concentrando el mayor número en Montreal, 1.700.000 personas, al que habría que agregar una cantidad similar en la periferia, y la Ciudad de Quebec, 532.000, mientras que otras localidades, incluso no lejos de los principales centros urbanos, tienen problemas para evitar que el número de personas que vive en ellas siga decreciendo.
Las puertas de Canadá siguen abiertas. .THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz
Para más información sobre inmigración y refugio en Canadá: Immigration Canada
Para más información sobre inmigración y refugio en Quebec: Immigration, Diversité et Inclusion
Para más información sobre inmigración y refugio en Ontario: Immigration Ontario
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