Redifusión – Publicado originalmente el 19/06/2018
Canadá necesita una economía digital inclusiva que contrate a inmigrantes, a mujeres y a miembros de las Primeras Naciones canadienses, y que también sea equitativa en cuanto a la representación de personas mayores, discapacitadas en sectores en los que la tecnología tiene incidencia.
Esta premisa es la conclusión del informe Los frutos de lo digital: ajustar el tiro en una economía cambiante (Les fruits du numérique : rajuster le tir dans une économie en évolution).y el desafío del Consejo de Tecnologías de la Información y de Comunicaciones, una organización independiente sin fines de lucro con sede en Ottawa que se especializa en investigación tecnológica y que produjo este documento.
Hablamos con su director, Namir Anani, quien nos recuerda que la economía digital en Canadá representa una especie de nueva revolución industrial.
Para el señor Anani, si Canadá quiere continuar siendo un polo atractivo para ese tipo de industrias, tiene que desarrollar el talento necesario. Evidentemente hay otras medidas que deben ser instauradas, como políticas económicas favorables a esto, pero la cuestion del desarrollo del talento es fundamental.
Pero, ¿qué debe hacer Canadá para favorecer la inclusión de las mujeres y las minorías en el universo de las tecnologías digitales de la información? Namir Anani quiso tomemos el ejemplo de la participación de las mujeres a la economía digital. Según él, este ejemplo podría aplicarse a las otras poblaciones subrepresentadas en el sector:
La tasa de representatividad de las mujeres en el sector es de 25%. Es el mismo porcentaje desde hace 10 años. Es el momento de convencer a las mujeres de trabajar en las tecnologías digitales y de crear las condiciones propicias para que se queden y para hacerlas avanzar en su carrera. Yo creo que hay dos puntos en los que debemos concentrarnos, por lo menos en el caso de las mujeres, El primer paso sería poner al día medidas para medir el impacto de la participación de las mujeres a la economía digital. Creemos que no es claro para los dirigentes de empresas digitales la importancia económica de la presencia de mujeres. En segundo lugar, sería bueno explorar más profundamente el paisaje del empleo femenino: la remuneración, les sectores donde trabajan, sus competencias. Sabiendo todos esos detalles, podemos desarrollar las políticas necesarias para mejorar sus condiciones de trabajo. Francamente, no podremos avanzar y alcanzar a los otros países si la mitad de nuestra población no contribuye por falta de oportunidades. Y no sólo están las mujeres, hay que aprovechar todo el capital humano del que disponemos. Tenemos que poner el énfasis en la diversidad, cualquiera que ésta sea. En el caso de las Primeras Naciones, sabemos que el porcentaje de su participación en la economía numérica es mínimo, es de 1.6% mientras que representan 4,9% de la población total de Canadá. Y los jóvenes, sólo representan 6% de la mano de obra de la economía digital. Eso quiere decir que los expertos de la economía digital están envejeciendo. Es el momento de ver cómo podemos hacer para interesar a todas esas poblaciones. Namir Anani,
El uso de inteligencia artificial, la realidad virtual y aumentada y la conectividad internet de quinta generación en la nueva economía global es un desafío para todos los países. Pero, ¿Canadá está listo? Namir Anani nos explicó en entrevista que varios estudios indican que el país lleva un poco de retraso con respecto a otros países en lo que se refiere a la revolución digital.
Pero el aspecto que sobresale cuando hablamos con representantes de la industria del país, es el acceso a talentos calificados. Es decir que ha llegado el momento de desarrollar talentos calificados en el sector de la economía digital, con las insitutiones académicas, pero también hay que pensar en la posibilidad de trabajar con aquellas personas (talentos) que en el momento, trabajan en industrias de poco crecimiento. No hay que olvidar que Canadá está recibiendo industrias muy específicas que utilizan la tecnología digital, como los automóviles autónomos y otros, que requieren mano de obra muy calificada.
- ©iStock/gremlin
A los ojos del director del Consejo de Tecnologías de la Información y de Comunicaciones, Canadá no puede perderse la revolución económica de la tecnología de la información. Es necesario que todos los grupos de la sociedad se incluyan rápidamente en el movimiento, ya que esta economía representa una gran parte del mercado.
Esta reflexión incluye especialmente a los grupos insuficientemente representados en esta industria, incluidas las mujeres, los aborígenes, las personas con discapacidad y las personas de diversos orígenes, que deben ir acompañados de estructuras formales que les permitan a través del entrenamiento anidar el no en esta revolución
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