Foto Luis Laborda

Los cañones de la historia vuelven a sonar en Chambly

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Ubicada a unos 30 minutos de automóvil al sudeste de Montreal, la ciudad de Chambly forma parte de uno de los vestigios vivos de la historia Canadiense.

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Además de la belleza de su parque principal, visible desde el acceso mismo a la localidad, que se extiende por la arteria central, la Avenue Bourgogne, flanqueada por una serie de modernos edificios de residencia de un lado, y el enorme lago que conforma la Cuenca del Chambly, del otro, resalta la presencia del Fuerte de Chambly, que sirvió para defender a la antigua Montreal del asedio de las tropas inglesas y de los indígenas que buscaban recuperar las tierras de las que habían sido desalojados.

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El sábado  18 de agosto se llevó a cabo alrededor de la fortaleza, en un predio administrado por Parques Canadá, la celebración de la Fiesta de Saint-Louis.

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La recreación de maniobras militares fue uno de los atractivos centrales de la celebración.

La demostración incluyó disparos con el cañon destinado a la defensa del fuerte y salva de fusileros.

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El comercio de madera entró en expansión a comienzos del Siglo 19, ya que el bloqueo continental impuesto por Napoleón favorecía la exportación de ese producto desde Quebec.

Joseph Demers y Louis Papineau, de Chambly supieron aprovechar la ocasión que les daba el comercio. Más tarde, el río Richelieu sirvió para transportar los cargamentos hacia el nuevo mercado Estados Unidos.

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La actividad industrial y comercial trajo beneficio inmediatos para numerosos pobladores, que vieron su nivel de vida aumentar rápidamente, con una expansión de la vida social.

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Las damas podían dedicar parte de sus tardes a pasear por la ribera del río, luciendo sus trajes de época y vestidos sustuosos para ese momento.

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El imponente Fuerte Chambly, una de las atracciones más preciadas de la ciudad, pude ser visitado todo el año.

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El primer fuerte fue construido en 1665 en cedro, reconstruido en 1690 y consumido por el fuego en 1702. En 1711, ante la amenaza de las tropas inglesas, se lo reemplaza por el edificio de piedra que perdura en nuestros días. En su parque, es posible hacer picnic con vista al río.

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La casa Ducharme es una caserna construida por la infantería poco después de 1815, albergando entre 400 y 900 soldados. Tras numerosas ventas y usos variados, la edificación es convertida en residencia en 1938, al ser adquirida por Narciso Ducharme.

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Por otro lado, en 1896 la Chambly Manufacturing Co. comienza la comercialización de electricidad de producción hidráulica. Una represa se erige sobre el río local y una línea de transmisión conecta al pequeño poblado con Montreal. La central de Chambly es dotada con los generadores más potentes del mundo.

Con la energía generada allí, se iluminarán calles y se alimentarán los trenes eléctricos y tranvías. Chambly se convierte en clave para el desarrollo económico de la gran urbe.

Demolida en 1965, la represa es reemplazada por otra construcción, que sirve a controlar el nivel de las aguas.

Las aguas del hoy Río Richelieu forjaron la suerte de la pequeña y pintoresca ciudad, que exhibe con orgullo su historia.

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Un recreo donde la naturaleza tiene sus propios sonidos.

Todas las fotos son de Luis Laborda/RCI

Categorías: Sociedad
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