Temperaturas elevadas, así como una inusual sequía, serían las causantes de la creciente mortandad de los centenarios árboles de araucaria en el sur de Chile y Argentina, según los científicos.
La araucaria, una especie endémica de los bosques templados de Sudamérica, es un tipo de pino de hoja perenne que puede crecer hasta 50 metros, con un tronco que puede llevar a los dos metros de diámetro.
Expertos del Centro de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, en el sur de Chile, detectaron árboles de distintas edades con muerte de follaje y ramas, así como también algunos ejemplares completamente muertos.
La primera fase del estudio consiste en hacer un seguimiento de la evolución de la situación, mientras que los expertos intentan detectar la presencia de algún tipo de agente patógeno vinculado a la mortalidad de las araucarias.
Árbol de pino araucaria. (Matthew Ritter)
Las primeras observaciones “nos hacen pensar que este no es un problema netamente patógeno. Pensamos que hay variables ambientales asociadas con este problema”, dijo Eugenio Sanfuentes, investigador del centro.
“También recibimos reportes de Argentina, de la zona donde crece la araucaria argentina, donde también se ha observado mortandad de árboles”, agregó.
El experto señaló que en la Cordillera de Nahuelbuta, en la región sureña de Bío Bío, se redujeron las precipitaciones en términos globales, con estaciones de primavera y verano australes muy secas, menor cantidad de nieve en invierno y temperaturas más altas en los primeros meses del año.
“Según los lugareños, este cambio del clima estaría ocurriendo desde hace por lo menos cinco, seis años y coincide con el inicio que ellos observaron de la muerte de las araucarias”, acotó.
Sanfuentes explicó que en Nahuelbuta hay sectores con 70-80 por ciento de araucarias afectadas con sintomatología o incluso muchos de esos árboles ya muertos.
La mortandad de los árboles de araucaria también fue observada en la Cordillera de Los Andes.
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