La capacidad de Estados Unidos para supervisar lo que ocurre en Cuba, defender los derechos humanos, desarrollar sus servicios consulares y cumplir con los acuerdos bilaterales está siendo socavada por una reducción drástica de personal en la embajada en La Habana, señala un informe del Congreso estadounidense.
El Gobierno del presidente Donald Trump, que ha echado por tierra los avances diplomáticos entre Estados Unidos y Cuba logrados bajo el gobierno de Obama, ha reducido su personal diplomático en La Habana y ha expulsado a 17 diplomáticos cubanos.
El documento del bipartidista Servicio de Investigación del Congreso estadounidense indica que la decisión del Gobierno de Trump de recortar el personal de más de 50 diplomáticos a un máximo de 18 por una misteriosa enfermedad ha sobrecargado a los funcionarios. “Los funcionarios tienen a su cargo dos o tres funciones en términos de responsabilidades”, indica el reporte.
Washington dice que una enfermedad auditiva ha afectado a 26 funcionarios y familiares, y además ha preocupado a quienes todavía se mantienen en sus puestos. Según el Departamento de Estado, el personal sufrió síntomas como pérdida de audición, mareos, fatiga y problemas de memoria.
Embajada de Estados Unidos en Cuba. Expertos estadounidenses aún tienen que determinar la causa de las misteriosas enfermedades que afectaron a diplomáticos estadounidenses y a sus familias en Cuba y China desde 2017. (Desmond Boylan / Prensa Asociada)
Aunque se otorgan visas diplomáticas y humanitarias, los estadounidenses solo pueden gestionar servicios de emergencia, según el reporte.
El trabajo dirigido a la sociedad civil cubana y hacia quienes Estados Unidos considera como activistas de derechos humanos también se ha reducido en momentos en que Cuba se encuentra en transición con la llegada de una nueva generación de líderes políticos, se expande el acceso a Internet y la isla prepara un referendo para modificar la Constitución.
El Departamento de Estado anunció este mes que los funcionarios que trabajan en Cuba serían asignados por un año en lugar de dos, “lo que dificulta la continuidad de las operaciones y la familiaridad con el trabajo en Cuba”, añade el texto.
En lo que va del año no se han emitido visas de refugiados que con frecuencia se otorgan a opositores cubanos que denuncian persecución, ya que la oficina de procesamiento está cerrada. En 2017 se emitieron 177 visas.
Un acuerdo de 1994 para aceptar 20.000 inmigrantes cubanos anualmente no se cumplirá este año, en parte porque los solicitantes deben viajar a Guyana para sus entrevistas.
El Gobierno de Trump insiste en que la política actual se mantendrá vigente hasta que se resuelva el misterio de los problemas de salud del personal, a los que con frecuencia se refiere como “ataques”.
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