Durante una conferencia de prensa el domingo en el avión que lo llevaba de Irlanda a Roma, el Papa Francisco recomendó el uso de la psiquiatría cuando los padres noten tendencias homosexuales en sus hijos.
Un periodista preguntó al pontífice qué diría a los padres que ven la orientación homosexual de sus hijos.
«Yo les diría primero que rezaran, no que condenaran, que dialogaran, que comprendieran, que dieran un lugar al hijo o a la hija», respondió el Papa.
El Papa Francisco habla con los medios de comunicación a bordo de un avión durante su vuelo de regreso de un viaje a Dublín, Irlanda, el 26 de agosto de 2018. © Gregorio Borgia/Pool via REUTERS – RC161431E290
Las declaraciones del papa crearon controversia entre las comunidades homosexuales del mundo entero, particularmente en Francia.
A su regreso de Irlanda, después de una visita dominada por el abuso de la pedofilia en el clero, el Papa Francisco causó problemas al responder el domingo a un periodista que le preguntaba qué diría a los padres al observar las orientaciones homosexuales de su hijo.
Las declaraciones del Papa Francisco, considerado como progresista, son un cambio notable en la postura del papa quien desde el comienzo de su pontificado había mostrado signos de apertura hacia los homosexuales, incluso para los sacerdotes gay.
Miembros de un grupo activista gay sostienen carteles frente a la plaza de San Pedro en el Vaticano el 16 de diciembre de 2012. © REUTERS/Alessandro Bianchi
«La homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia lo es», dice Clémence Zamora-Cruz, portavoz de Inter-LGBT, quien recuerda antiguas prácticas médicas de «curar» la homosexualidad como «lobotomías o electroshocks».
La mayoría de los activistas LGBT entrevistados por las AFP ven esto como un petardo, mientras que la Iglesia está actualmente sacudida por nuevos escándalos de pedofilia.
«Desearía que el Papa Francisco no utilizara a los homosexuales para dejar de hablar de sacerdotes pedófilos», comentó Catherine Michaud, presidenta de GayLib, un movimiento LGBT de centro-derecha.
En 2013, el Papa mostró una apertura sin precedentes hacia los homosexuales con su famosa fórmula «¿quién soy yo para juzgar? «Sin cuestionar la doctrina de la Iglesia de que la homosexualidad es un acto «desordenado».
Con informaciones de la Associated Press y Agence France-Presse.
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