Un legislador de extrema derecha podría ver sus chances aumentadas para presentarse a una segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Brasil, prevista para el mes de octubre.
Jair Bolsonaro, del Partido Liberal Social, es un ex militar, que se ha pronunciado en reiteradas ocasiones en defensa de la dictadura militar y por haberse declarado a favor de la tortura.
El legislador se ubicó en segundo lugar en las preferencias del electorado para la primera vuelta de los comicios, que se llevará a cabo el 7 de octubre, detrás del ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, que sigue al frente según los últimos sondeos.
Aún encarcelado, Lula sigue siendo el candidato favorito. REUTERS/Ueslei Marcelino
De todos modos, ante una eventual anulación de la postulación de Lula, que se halla detenido, el legislador y ex capitán del ejército, de 63 años de edad, vería el camino abierto para pasar al frente en la intención de voto de los electores.
El ascenso del Bolsonaro en las encuestas se explica, en parte, debido al apoyo que recibe incluso en sectores empobrecidos de la población y en bastiones tradicionales del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que aglutinó a parte de la oposición durante las presidencias de Lula da Silva y de su sucesora, Dilma Rousseff.
Por el contrario, 43 por ciento de las mujeres consultadas por los encuestadores dijeron que nunca votarían por el ex militar, que también recibió el repudio de la comunidad LGBT, debido a sus declaraciones cargadas de racismo y homofobia.
Bajo la presidencia de Temer, la economía de Brasil ha comenzado a dar signos de estancamiento. REUTERS/Adriano Machado.
Bolsonaro cuenta con millones de seguidores en sus sitios en medios sociales y suma el aval de un amplio sector de la juventud, que no vivió la dictadura en el país. El 60 por ciento de los simpatizantes del legislador tienen menos de 30 años de edad, a los que se suman los respaldos de grupos religiosos evangelistas, de enorme poder político y económico en esa nación sudamericana.
En caso de resultar elegido presidente, el legislador dijo que entregaría 6 ministerios a los militares, al tiempo que aumentaría el rol de la policía federal en la lucha contra el crimen organizado.
El discurso electoral del candidato está centrado en los ataques a la izquierda, la reivindicación de políticas represivas y la promesa de aumentar la seguridad.
Tras el encarcelamiento del ex presidente Lula, acusado de corrupción en relación con la petrolera estatal Petrobras, Brasil se encuentra en una encrucijada política, con un gobierno en manos de Michel Temer cada vez más impopular, el candidato favorito en las encuestas encarcelado y la economía en franco proceso de contracción.
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