La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dio a conocer un documento, en el que resume la investigación llevada a cabo por una de sus comisiones, cuyo contenido podría poner en suspenso las aspiraciones canadiense s de conseguir una banca temporal en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La entidad sostiene que el gobierno de Justin Trudeau merece el reconocimiento por su compromiso internacional, incluyendo su prédica en favor de los derechos de la mujer y las niñas en las naciones en desarrollo, pero que necesita incrementar su aporte en asistencia para el desarrollo en otras naciones.
El texto de la OCDE señala que los 2 mil millones que el país destinó a la ayuda internacional, en un plazo de 5 años, es evidentemente insuficiente para restablecer el nivel de aporte que Canadá realizaba hasta 2012, cuando la entidad llevó a cabo la última evaluación del dinero entregado por el país.
Los países en desarrollo dependen en parte de la ayuda internacional. Foto: iStock.
Canadá es un actor central en el apoyo a los objetivos en materia de desarrollo sustentable establecidos por Naciones Unidas, que tienen como finalidad erradicar hacia 2013 la pobreza, el hambre, las diferencias en materia de género y la desigualdad, señala el reporte elaborado por el Comité de Ayuda al Desarrollo.
La agencia indicó que el gasto del país destinado a la ayuda internacional cayó en 2017 al 0,26 por ciento de la Renta Nacional Bruta, cuando en 2012 era del 0,31 por ciento, y muy lejos de la meta de la ONU de 0,7 por ciento. El promedio de aportes de los países que integran la comisión fue de 0,32 por ciento.
“Es importante establecer un camino para incrementar los volúmenes de ayuda, para que Canadá vuelva a tener peso” con voz propia en el contexto internacional, opinó Petri Gornitzka, presidenta del comité.
Canadá aspira a un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU. REUTERS/Carlo Allegri.
La administración Trudeau ya ha expresado que no tiene previsto alcanzar la meta del 0,7 por ciento establecida por Naciones Unidas, y que fue adoptada en la década de 1960 por un grupo de trabajo internacional, que estaba presidido por el ex primer ministro canadiense, Lester Pearson.
El gobierno canadiense sostiene que llegar a esos valores significaría un costo muy grande para el país.
El primer ministro Justin Trudeau y su ministra de Relaciones Exteriores Chrystia Freeland asistirán este mes a la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, donde continuarán su campaña para que el país logre un sitial en el Consejo de Seguridad del organismo.
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