Miles de trabajadores del sector público marchan durante una huelga convocada por los sindicatos para protestar contra un proyecto de reforma tributaria, en San José, Ciosta Rica. Los sindicatos costarricenses del sector público convocaron a una huelga indefinida, en oposición a una reforma tributaria proyecto, que prevé un aumento de los impuestos para hacer frente al abultado déficit fiscal. Foto EZEQUIEL BECERRA / AFP / Getty Images)

Costa Rica paralizada por una huelga general del sector público desde hace tres semanas

Costa Rica ingresó este lunes en una tercera semana de huelga del sector público, de la misma manera que comenzó: con bloqueos de carreteras, para exigir la retirada de un proyecto de reforma tributaria.

Se trata de la mayor huelga en dos décadas.

Los sectores públicos de educación y salud son los más afectados por el movimiento, lanzado el 10 de septiembre. En cuanto a los bloqueos de carreteras, obstaculizan gravemente la actividad económica.

Los empleados del sector público en Costa Rica bloquean la carretera que conduce al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría en San José. Foto: Reuters / Juan Carlos Ulate

Los empleados públicos protestan contra la reforma fiscal propuesta por el Gobierno de Carlos Alvarado -que limita los beneficios que reciben estos trabajadores, recorta el gasto y aumenta la carga fiscal- y contra el manejo de la política económica, después de que el presidente, del progresista Partido Acción Ciudadana (PAC), lo dejase en manos de figuras conservadoras.

Las medidas de presión sindical sobre el Ejecutivo de Alvarado, que solo lleva cuatro meses en el poder, incluye la paralización parcial de servicios públicos y bloqueos esporádicos en distintas carreteras del país centroamericano.

Los sindicatos y el gobierno continuarán esta semana con una maratón de discusiones para tratar de encontrar un terreno común que permita poner fin a la huelga.

Los bloqueos de las carreteras impidieron el acceso al puerto de Limón, la principal terminal petrolera del país, y las instalaciones de la compañía petrolera pública. Aunque la distribución del combustible es normal en todo el país, aseguró el gobierno.

Decenas de personas, en su mayoría vestidas con camisetas amarillas de la empresa estatal de electricidad ICE, estuvieron el lunes frente al edificio del parlamento en San José, donde los parlamentarios han estado debatiendo el controvertido proyecto de ley durante una semana.

Mientras el ministro de Trabajo, Steven Núñez, se sentía optimista sobre una rápida solución,  los sindicatos confirmaron su determinación a continuar con las medidas convocando a una manifestación nacional en San José el miércoles y publicando un calendario de movilizaciones para la semana.

«El sindicato es fuerte», dijo a Twitter Albino Vargas, director de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados.

Los huelguistas exigen la retirada del proyecto de reforma tributaria, cuyo objetivo, alega el gobierno, es contener el déficit público del país de casi cinco millones de personas. En 2017, alcanzó el 6.2% del PIB y podría llegar al 7.2% en 2018 sin nuevos ingresos.

Los sindicatos critican al texto que según ellos penaliza con más impuestos a los más desfavorecidos, pero el presidente costarricense aseguró que esa carga tributaria  estaba dirigida sobre todo a los más acomodados.

Las autoridades aún no han cuantificado el efecto económico global de los paros, pero la principal asociación de empresarios ha lamentado los perjuicios “millonarios” causados sobre los transportistas y el impacto en las reservas de hoteles. Las agencias de viajes han reportado hasta un 50% de cancelaciones.

AFP/El País

Categorías: Internacional, Política
Etiquetas: ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.