La Organización Mundial de la Salud ha dicho que 1.100 millones de adolescentes corren el riesgo de sufrir pérdida de audición o daños debido a dispositivos de escucha portátiles y lugares de entretenimiento ruidosos. (Shutterstock / Mizin Roman)

Cómo la generación de los audífonos enfrenta una epidemia de pérdida auditiva

Cada vez más jóvenes experimentan problemas de audición. Diversos estudios indican que el porcentaje de jóvenes con pérdida de audición y tinnitus está aumentando. Entre los posibles motivos de este incremento se encuentra el uso abusivo de escuchar música a todo volumen en los teléfonos inteligentes o dispositivos de audio, con auriculares.

Ya hay informes sin precedentes de adultos jóvenes con problemas de audición

Parece una broma, pero no lo es. Los auriculares pueden alcanzar niveles de volumen tan altos como los de un motor jet.

Hoy, ya no son los cigarrillos el mayor peligro para la salud que acecha a los jóvenes: es el sonido fuerte.

Incrementar el volumen de nuestros auriculares o escuchar ruidos altos daña la capa que recubre las células nerviosas que se encargan de transmitir las señales de sonido al cerebro.

Este daño puede conducir a la sordera temporal, pero la exposición repetida a sonidos altos puede causar sordera permanente.

Millones de consumidores usan audífonos todos los días para escuchar música, podcasts y otros contenidos en sus teléfonos móviles. (Shutterstock / riekephotos)

¿A quién no le gusta la música? Diversas investigaciones dan cuenta de que escucharla  es beneficioso para el cerebro: música clásica en el útero, canciones relajantes antes de acostarse, melodías optimistas durante los entrenamientos.

Pero parece que la obsesión auditiva por el volumen alto está llevándonos a un daño irreversible.

«Nuestra sociedad está condicionada a pensar que hablar en voz alta es mejor, más divertido», dijo Leon Mills, director ejecutivo de la Asociación Canadiense de audición difícil en Terranova y Labrador.

Mills dijo que los problemas de audición se amplifican con los auriculares, que se han vuelto omnipresentes, ya que millones de consumidores escuchan audio en sus dispositivos móviles.

Las generaciones pasadas típicamente escucharon música a través de parlantes o audífonos sobre la oreja. Los adolescentes de hoy están bombeando música directamente a sus oídos con auriculares internos que están más cerca del tímpano, haciendo más daño.

«Los jóvenes piensan que son invencibles», le dijo Mills al radiodifusor público CBC.

Señaló que los expertos ya se están preparando para una inminente epidemia de pérdida auditiva debido a un cambio en la forma en que usamos la tecnología.

Alrededor del 20% de la población mundial ya sufre algún tipo de pérdida auditiva, y ese número va en aumento.

Leon Mills dijo que muchos jóvenes no se dan cuenta de los riesgos de la pérdida de audición. (Sherry Vivian / CBC)

Investigación de la Universidad McMaster con adultos jóvenes

Naturalmente, el porcentaje de pérdida auditiva se sitúa normalmente en los grupos de mayor edad. Sin embargo, Mills dijo que la pérdida de la audición no se puede considerar hoy un problema de personas de la tercera edad, porque que los informes  recientes muestran una cantidad sin precedentes de adultos de entre 20 y 30 años con problemas de audición.

El tinnitus, un zumbido o zumbido persistentes en el oído, es un indicador de daño al oído y tiende a diagnosticarse en pacientes mayores de 50 años, como lo señala una reciente investigación conjunta de la Universidad McMaster de Canadá con la Universidad de Sao Paulo en Brasil.

Allí se señalaba el daño a los oídos por el tinitus, causado por los cambios neuroplásticos que ocurren en las vías auditivas centrales por daño al mecanismo de las fibras nerviosas auditivas (ANF).

Las personas, para escuchar, cuentan con un sistema auditivo que es el oído. Éste  detecta vibraciones que son transformadas en impulsos eléctricos que las neuronas transportan hacia el cerebro, donde percibimos el sonido.

Las neuronas que transportan los impulsos eléctricos del sonido están recubiertas por una capa, llamada mielina, la cual es esencial para que esos impulsos lleguen al cerebro.

La exposición a sonidos altos, por ejemplo de más de 110 decibelios, puede destruir este recubrimiento e interrumpir la llegada de la información al cerebro.

Más de la mitad de los adolescentes encuestados por la Universidad McMaster en 2016 habían experimentado previamente tinnitus. De esos estudiantes, la mitad reportó sentir síntomas después de escuchar música alta.

Leon Mills, director ejecutivo de la Asociación Canadiense de audición difícil en Terranova y Labrador también atribuyó el creciente problema en personas más jóvenes que constantemente «bombardean» sus oídos.

Además de los audífonos, las personas se enfrentan a ruidos fuertes con mayor frecuencia a través de una variedad de factores: bares, restaurantes de concepto abierto, calles, cines, espectáculos, motos de nieve y embarcaciones acuáticas, por nombrar solo algunos.

A diferencia de otros problemas de salud, como la obesidad y el estado físico, los efectos de la pérdida de audición no se pueden revertir. Cada vez que las orejas quedan expuestas a ruidos peligrosamente fuertes, los cilios -pequeñas células peludas a lo largo del oído interno- se dañan irreparablemente, advirtió Mills.

«Es como un globo. Una vez que se rompe, se va», explicó. «No puedes arreglarlo».

Tomar conciencia es parte de la solución

El hecho de que el daño de los sonidos fuertes no pueda percibirse inmediatamente es una gran barrera. La gente apenas se da cuenta del daño acumulativo que se está haciendo hasta que sea demasiado tarde.

Los padres pueden limitar el daño de la audición alentando a los niños a mantener volúmenes muy por debajo de 85 decibelios y limitar la exposición. (Shutterstock / Dubova)

La encuesta del radiodifusor público CBC

CBC Terranova y Labrador habló con jóvenes locales para conocer sus opiniones sobre la prevalencia de la pérdida auditiva en los jóvenes.

En la Universidad Memorial, algunos se mostraron reacios a cambiar sus auriculares por otras alternativas más seguras, incluso a pesar de conocer los peligros.

«Los audífonos tienden a ser mucho más fáciles y más convenientes. Son pequeños, puedes meterlos en tu bolsillo. No hay problema», dijo Derek O’Driscoll.

Sherrie Winsor no estaba al tanto de la magnitud del problema. Para combatir los males de los audífonos, sugirió que las empresas manufactureras coloquen advertencias en sus envases, de forma similar a las etiquetas de los paquetes de cigarrillos.

Mills dijo que es más fácil para los padres y maestros infundir buenos hábitos en los niños más pequeños, razón por la cual la asociación patrocina un concurso de carteles para estudiantes de 4º grado en toda la provincia para una mejor audiencia.

Aún así, Mills, que ha usado audífonos durante más de tres décadas, instó a todos a proteger su audición.

En este caso, la educación es la mejor prevención. Como con el cigarrillo.

¿Qué tan alto es demasiado alto?

*Cualquier ruido que tenga que gritar para ser escuchado es demasiado fuerte

*Mantenga su volumen a un tercio del nivel máximo en su dispositivo de escucha

*Una vez que supera la mitad del volumen máximo, necesita acortar el tiempo de exposición

*A 85 decibeles o más, las personas deben limitar la exposición a ocho horas

*Los decibeles aumentan de forma logarítmica, por lo que aumentar los decibelios en solo tres significa que debe reducir su exposición a la mitad: a 88 decibelios su exposición debe ser de cuatro horas; a los 91 debe ser de dos horas

*Si mantienes los auriculares a la altura de tus brazos, y aún puedes escuchar música, probablemente sea demasiado fuerte

*Los auriculares con cancelación de ruido que cubren la oreja pueden ser más seguros ya que permiten una mayor claridad a niveles de decibelios más bajos.

*La calidad de los auriculares varían

*Algunos clubes de baile son tan ruidosos que la gente no debe exponer sus oídos por más de un minuto

RCI/CBC/McMaster

Categorías: Salud, Sociedad
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