En el año 2004, una película de ciencia ficción llamada “The Final Cut” protagonizada por Robin Williams contaba la historia de un editor encargado de hacer el montaje de un video de la vida de los difuntos extrayendo el material de un implante cerebral que grababa todo lo que esa persona había vivido desde su nacimiento en audio y video. El proyecto del científico Mostafa “Neo” Mohsenvand tiene características similares. Si bien todavía no se trata de un implante en el cerebro, en este caso, se está utilizando para poder comprender cómo funciona la memoria y en un futuro ayudar a quienes la pierden por alguna enfermedad.
El objetivo de este estudio, según un artículo del “MIT Technology Review”, es aprender acerca de lo que hace que ciertos momentos sean memorables en nuestra memoria personal. Neo y un grupo de científicos del Media Lab del MIT están desarrollando una tecnología portatil que ayude a regular las emociones, la toma de decisiones y recordar el pasado. Este proyecto, llamado Mnemo (viene de Mnemosine, la diosa griega de la memoria) podría ser capaz, según sus creadores, de ayudar a las personas que sufren enfermedades que provocan la pérdida de la memoria.

COLLEGE-CHARITY/ REUTERS/Brian Snyder/File Photo
Para lograrlo, Mohsenvand, estudiante graduado del Grupo de Interfaces Fluidas del MIT trata de reunir la mayor cantidad de datos posibles acerca de sí mismo y del mundo que lo rodea, comparando sus señales biométricas con tiempos y eventos cotidianos. Es por ese motivo que no es raro ver a “Neo” Mohsenvand caminando por la calle con una lente de ojo de pez en su teléfono adherido a su pecho y un tipo sombrero de natación de neopreno recubierto de electrodos en su cabeza. Todo este equipo, instalado en su cuerpo, ayuda a recolectar una gran cantidad de información, como por ejemplo, las personas con las que interactúa, objetos, patrones que lo rodean entrecruzando información con los cambios fisiológicos, la conductancia de la piel que revelan niveles de estrés, la temperatura corporal entre otros.
El proyecto que lleva a cabo este científico ha grabado, gracias a este casco y una banda fisiológica de seguimiento de señales atada a su muñeca izquierda, entre 3 y 16 horas por día. En el mes de junio, agregó a este equipo unos auriculares EEG (Electroencefalograma) para móviles para recopilar datos de ondas cerebrales mientras está de viaje.
Este proyecto también ha ayudado mucho a Mohsenvand, desde el punto de vista personal. Según él, luego de hacer una especie de montaje del día de unos pocos minutos, lo que él ha llamado “sistema de amplificación de la memoria”, ha aprendido a valorar y apreciar las pequeñas cosas que le hacen feliz; según Neo es como un psicólogo privado.

Mostafa “Neo” Mohsenvand y su novia, manejando un dron. Fuente: Quartz / Youtube
El interés de Mohsenvand en la memoria tiene que ver directamente con su historia familiar. Las dos abuelas del investigador desarrollaron la enfermedad de Alzheimer, una de las causas más comunes de demencia. El cuidado de una de ellas inspiró a este científico a tratar de desarrollar productos no sólo para aliviar a los pacientes de esta enfermedad, aunque el objetivo final es devolverles la funcionalidad. Para el grupo de científicos, una experiencia de estas características en un contexto de realidad virtual, podría ayudar a que los pacientes tengan recuerdos accesibles instantáneamente de manera externa, recuerdos que de otra manera no serían accesibles.
Otros investigadores especializados en la memoria expresaron que probablemente no se puedan recuperar muchos datos útiles a partir del EEG ya que el simple hecho de parpadear puede alterar la señal provocando una interferencia aunque Mohsenvand asegura que el parpadeo sólo afecta a unos pocos canales del EEG.
Sin embargo, el investigador asegura que el proyecto crece y que planea mantener el período de grabación en 9 horas, que es el máximo que le permite una carga de batería. Mostafa “Neo” Mohsenvand espera que alguna vez se pueda crear algún tipo de dispositivo para grabar la vida de las personas enchufado directamente al cerebro para ayudar a los enfermos con su memoria y en cuanto a él, aseguró que probablemente continuará con las grabaciones hasta el día de su muerte.
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