El recalentamiento climático es un hecho y está claro que ese recalentamiento va a continuar debido al efecto de las actividades humanas. Es lo que afirma el Grupo de Expertos Intergubernamental sobre la Evolución del Clima, GIEC, un órgano de Naciones Unidas encargado de evaluar los trabajos científicos consagrados a los cambios climáticos.
El Informe sobre el sexto ciclo de evaluación del GIEC presentado recientemente es alarmante. El informe dice que para limitar los daños al clima en la Tierra, la humanidad deberá disminuir de una forma radical sus emisiones de gases de efecto invernadero y cesar de emitir gas carbónico (CO2) de aquí al 2050.
- La influencia del hombre sobre el sistema climático está claramente establecida
- Entre más perturbamos nuestro clima, más corremos el riesgo de consecuencias graves, generalizadas e irreversibles
- Nosotros tenemos los medios de limitar los cambios climáticos y de construir un futuro más próspero y más durable.
Y justamente, aquí en Quebec existe una cooperativa de solidaridad cuyo nombre es Árbol y Evolución que favorece el bienestar entre las comunidades a través de una simbiosis entre el bosque, el humano y su entorno. La cooperativa tiene una gran experiencia en la reforestación, la restauración de ecosistemas, tecnologías del carbono y la trasmisión de conocimientos.
(iStockphoto)
Ellos son los instigadores del Programa de Reforestación Social, una herramienta inédita a la disposición de las comunidades para financiar iniciativas de reforestación.
Cuando los expertos del GIEC afirman que “nosotros tenemos los medios para limitar los cambios climáticos”, Árbol y Evolución son el ejemplo tangible de cómo podemos hacer un gesto a nuestra medida para salvar el planeta. Dominic Champagne, dramaturgo, director de teatro y embajador de la cooperativa, explica.
Una de las soluciones para captar el carbono o para asegurarnos que equilibramos toda la cantidad de carbono que enviamos en la atmósfera son las faenas de plantación de árboles. Sentimos sobre el terreno que hay una transición en camino. Este fin de semana, en un pequeño pueblo a orillas del río (San Lorenzo) se organiza los Tres días de Lotbinière en Transición. Es el despertar de los ciudadanos que quieren participar en iniciativas. Con la Cooperativa Árbol y Evolución hay programas de reforestación que se ofrecen a los ciudadanos y a las ciudades.
Desde hace varios años ha habido centenares de operaciones organizadas por la Cooperativa en las que los ciudadanos, las autoridades municipales, las empresas y los organismos están a la búsqueda de formas de compensar sus emisiones de gases con efecto invernadero o de carbono. Es un modelo en el que el foco está puesto sobre la reforestación, dice Dominic Champagne
Yo diría que es una misión social importante de educación. Yo inicié en Deschaillons, el pueblo donde vivo, la iniciativa de sembrar 2.000 árboles para el año 2000. Y desde entonces en el pueblo sembramos 2.000 árboles por año. Y cuando te arrodillas en el suelo para sembrar un árbol, es como una plegaria, un gesto sagrado que estamos haciendo y que nos da la impresión que estamos participando en algo mucho más grande que nosotros mismos por nuestro medio de vida. Yo soy director de teatro y lo veo como un espectáculo para dentro de 100 años. Un espectáculo para la continuación del mundo.
(iStockphoto)
Es un gesto de lucha contra la desesperanza, dice el dramaturgo, director de teatro y embajador de la cooperativa. Y la presencia de los árboles es un factor determinante en la «caza» del carbono y la lucha contra el recalentamiento climático. Los proyectos de la Cooperativa Árbol y Evolución movilizan anualmente a miles de ciudadanos y jóvenes de escuelas primarias y secundarias. Y la clave del proyecto de la cooperativa es que pone en práctica por una parte, la lucha contra el carbono y por otra, la parte educativa y participativa de la población.
La cooperativa propone una calculadora del carbono. Es decir que teniendo en cuenta nuestras habitudes de consumo, de calentar la casa en invierno y de refrescarla en verano, el número de electrodomésticos que tenemos y de nuestros desplazamientos, etc., y la calculadora nos da una idea de nuestra emisión de carbono.
Y sobre esa base podemos decir que para compensar esas emisiones habría un cierto número de árboles. Podemos calcular el número de árboles que tendríamos que sembrar y al tipo de compensación que debemos responder. Esa es una práctica que deberíamos adoptar. Es una herramienta de toma de conciencia. Generalmente la gente que la utiliza se da cuenta que en Quebec y en Canadá, nuestro modo de vida necesitaría los recursos de 3 o 4 planetas. Cuando los científicos te hablan de cambios radicales, vemos que tenemos un viraje importante que hacer y el cálculo del carbono que emitimos es una herramienta que nos ayuda a tomar conciencia y saber precisamente y concretamente el tipo de gesto que tenemos que hacer. Y la siembra de árboles es uno de esos gestos muy positivos.
(iStockphoto)
Y la reforestación es la mejor opción a nuestra disposición para compensar y disminuir nuestra huella ecológica. La ciencia trabaja fuerte para tratar de encontrar una opción que pueda substituir a los árboles para reducir la huella ecológica y por el momento no la han encontrado.
Sembrar un árbol forma parte de uno de los gestos más simples que se puede hacer para ayudar el planeta. Otro de los gestos sería de conducir autos eléctricos. Pero esa es una opción que no está al alcance de todos los bolsillos. ¿Por qué? Porque la industria petrolera y automotor hace todo lo que está a su alcance para que los precios de los automóviles eléctricos sigan siendo tan elevados que aunque usted quiera comprar uno, no lo pueda hacer.
RCI/Radio Canadá/Internet (Alain Gravel entrevistó a Dominic Champagne)
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.