El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, designó una comisión para tratar de calmar la inquietud provocada por la cancelación del criticado proyecto de construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México, una decisión que afectó la cotización de la moneda, así como a la bolsa, enfrentándolo a la cúpula empresarial del país.
Alfonso Romo, quien será su jefe de gabinete al asumir el 1 de diciembre, informó este martes que el comité estará conformado por él; el futuro secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, considerados como moderados, y por quien será el secretario de Transporte, Javier Jiménez.
López Obrador anunció el lunes que respetará la decisión de una consulta pública que determinó la suspensión de la construcción del aeropuerto de Texcoco, una inversión de 13.300 millones de dólares, y que en su lugar se modernizarán dos terminales y se construirán dos pistas extras en la base militar de Santa Lucía.
La comisión se encargará de “ver en detalle todas las implicaciones financieras de cambiar Texcoco por Santa Lucía, para que contratistas, inversionistas financieros estén tranquilos, y en detalle entrar en negociaciones para que todo esté tranquilo”, dijo a periodistas Romo, un empresario que ha estado hablando con sus pares sobre los planes del futuro mandatario mexicano.
El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador. (Marco Ugarte / Prensa Asociada)
La decisión de suspender el proyecto en construcción hizo caer al peso el lunes en un 3.6 por ciento, su peor jornada tras la victoria del presidente estadounidense, Donald Trump, en noviembre de 2016. También afectó a la bolsa local que retrocedió un 4.2 por ciento.
El peso mexicano mantenía una cotización estable este martes mientras que la bolsa perdía poco menos de un uno por ciento.
López Obrador minimizó la reacción señalando que “hubo un deslizamiento en el peso, no una devaluación, pero ya se va a recuperar”, en un video subido a redes sociales.
Aunque él y su equipo han dicho que cumplirán con todos los compromiso derivados de la cancelación del aeropuerto, que incluye 6,000 millones de dólares en bonos; 1,500 millones en otros títulos de una llamada Fibra E; así como costos no recuperables con el equivalente a 2,000 millones de dólares, aún no han dicho cómo lo harán.
“No te puedo decir hoy en detalle, porque todavía no tengo los pelos de la burra en la mano. Lo que sí sé, es que no le vamos a fallar a nadie, nada”, dijo Romo al ser consultado sobre cómo se van a pagar todos los compromisos.
Agregó que van a hablar con todos los inversores y constructores involucrados en el aeropuerto.
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