Los niños canadienses detenidos en Siria merecen la ayuda del gobierno federal para sacarlos de allí antes del invierno, dice una organización que los defiende en Canadá.
Alexandra Bain, Directora de Familias contra el extremismo violento y profesora de la Universidad St. Thomas dice que entre los canadienses detenidos por las autoridades kurdas en territorio sirio, hay nueve familias y al menos 10 niños. Según ella, algunos de estos niños eran muy pequeños cuando fueron llevados a Siria y otros nacieron allí.
En una conferencia de prensa en Ottawa el martes, la Sra. Bain dijo que estos niños tendrán que lidiar con enfermedades y un duro invierno. Según la organización, estos niños viven de arroz y pasta, y no hay pañales ni leche para bebés.
La Sra. Bain cree que el gobierno canadiense tiene el deber de proteger a sus ciudadanos.
Como profesora de estudios islámicos, Bain ha investigado a canadienses radicalizados que abandonaron el país para unirse al ISIS o al-Qaeda en Siria. El año pasado, como directora de Hayat Canadá, ayudó a las familias a hacer frente a la pérdida de estos niños.
El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que había abierto un canal de comunicación con los carceleros kurdos que tenían a estos niños canadienses y sus familias en Siria, pero no había podido asegurar su liberación debido a la situación inestable.
El grupo de la Sra. Bain y otra organización de voluntarios están dispuestos a pagar el costo de sacar a estos canadienses de una zona de guerra, pero necesitan la ayuda del gobierno.
La organización reconoce que todas las personas encarceladas en Siria deben ser investigadas por las autoridades canadienses. Y es posible que algunos de ellas sean procesadas por sus actividades en el extranjero, admitió la Sra. Bain.
Jack Letts es un joven canado-británico, 20 años. Su familia insiste en que fue a Siria para ayudar a los refugiados. Está recluido en un campo de prisioneros kurdo. (Facebook)
Según Global News, al menos 13 canadienses, 3 presuntos terroristas, sus esposas e hijos están actualmente detenidos en Siria. Entre ellos: Jack Letts, hijo de un canadiense y una británica, que creció en el Reino Unido.
«Jihadi Jack»
Su padre, John, estaba en el Parliamento el martes pidiendo la liberación de los canadienses detenidos en Siria.
Describió como información de «noticias falsas» que su hijo era un terrorista; culpó a un periodista británico que lo apodó «Jihadi Jack».
Jack Letts, un joven británico-canadiense y musulmán converso, creció en Oxford y viajó a Irak y Siria en 2014 para presuntamente unirse a ISIS. Fue capturado y encarcelado por las tropas kurdas cuando se derrumbó el último bastión del grupo militante.
John Letts dice que su hijo Jack no es un terrorista y, que en cambio, ha sido víctima de su ingenuidad. Foto: Canadian Press / Sean Kilpatrick.
La Sra. Bain y el Sr. Letts se reunieron el martes en Ottawa con altos funcionarios de Global Affairs Canadá para defender su caso.
Los diplomáticos canadienses han establecido un canal de comunicación con las autoridades locales kurdas para verificar la suerte y el bienestar de los ciudadanos canadienses.
-Stefano Maron, Portavoz de Global Affairs Canadá
«El Gobierno de Canadá está comprometido con estos temas y brinda asistencia siempre que sea posible», agregó el Sr. Maron.
Un funcionario del gobierno canadiense, que solicitó el anonimato debido a la naturaleza delicada de la situación, dijo que incluso si pudieran salir de Siria, los detenidos canadienses «probablemente serían arrestados por las autoridades y serían también objeto de graves acusaciones en países vecinos”.
A principios de este mes, el líder conservador Andrew Scheer criticó al gobierno de Justin Trudeau por los contactos que los funcionarios consulares tendrían con los Letts.
Scheer describió al joven Jack Letts como un «luchador yihadista reconocido».
RCI con información de Canadian Press
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