Seis personas murieron en enfrentamientos entre presuntos disidentes de la desmovilizada guerrilla de las FARC y rebeldes del ELN por el control de una apartada región selvática del suroeste de Colombia, estratégica para el narcotráfico, informó el martes un alto jefe militar.
Los excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no aceptaron los términos del acuerdo de paz firmado en 2016 conformaron grupos armados dedicados al narcotráfico y la minería ilegal.
El general Ricardo Nieto informó el pasado lunes que un excombatiente de las FARC murió acribillado por desconocidos en una zona rural del departamento del Cauca, y que en la madrugada del martes un grupo armado, al parecer disidente de las FARC, abrió fuego en un ataque en el que murieron cinco civiles.

“Aparentemente es un enfrentamiento entre el ELN con disidencias de las FARC”, dijo Nieto a periodistas.
Unos 13.000 integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, incluidos unos 7.000 combatientes, tomaron el camino de la desmovilización y entregaron sus armas a las Naciones Unidas en cumplimiento del acuerdo de paz firmado con el Gobierno, que incluyó la conformación de un partido político.
En la actualidad, 29 estructuras disidentes de la desmovilizada guerrilla de las FARC suman unos 1.200 combatientes dispersos en varias regiones del país, sin unidad de mando y sin control sobre todos los integrantes, según fuentes de seguridad.
Las disidencias de las FARC se enfrentan con el ELN y las bandas criminales por el control de las zonas desalojadas por las FARC, estratégicas para el narcotráfico y la extracción ilegal de oro.
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