El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió el lunes a los funcionarios electorales de Florida que pongan fin al recuento de votos y que se declare vencedores a los republicanos.
Sin aportar pruebas, Trump puso en dudas el cómputo de los sufragios, mientras que los funcionarios estatales luchaban contra el tiempo para revisar más de ocho millones de votos antes del vencimiento del plazo este jueves.
La presunta victoria de los candidatos republicanos en dos apretadas contiendas, una por un escaño en el Senado y otra para el cargo de gobernador, se iba evaporando según avanzaba el recuento de los sufragios de la elección del jueves pasado.
El pedido de Trump de poner fin a ese recuento de los votos, que es obligatorio bajo la ley de Florida por lo ajustado de los resultados electorales, se produjo a pesar de que las reglas estatales permiten que los funcionarios esperen 10 días para recibir los votos enviados por electores registrados que viven fuera de Estados Unidos, incluyendo el personal militar en servicio activo.
Una funcionaria electoral sostiene votos a ser revisados durante una reunión de la junta de escrutinio en la oficina del Supervisor de Elecciones del Condado de Broward el viernes en Lauderhill, Florida. (Joe Skipper / Prensa Asociada)
Este fin de semana empezó un recuento a máquina de os votos recibidos por el gobernador republicano saliente Rick Scott y el senador demócrata Bill Nelson, mientras que otra revisión está en marcha por el cargo de gobernador entre el republicano Ron DeSantis y el demócrata Andrew Gillum.
Los republicanos quieren consolidar sus victorias en un estado clave como Florida tras preservar su control en el Senado en los comicios de mitad de mandato de la pasada semana, mientras que los demócratas persiguen otro posible triunfo en una gobernación estatal. Ambos partidos se acusaron mutuamente de intentar subvertir la democracia.
Trump repitió sus lamentos sobre las contiendas electorales en Florida en una publicación en Twitter el lunes temprano. En lugar de contar todos los votos, pidió a las autoridades estatales que se queden con los totales iniciales y argumentó que hubo un fraude en el proceso, aunque no aportó pruebas.
“La Elección en Florida debería ser decidida en favor de Rick Scott y Ron DeSantis por las grandes cantidades de votos nuevos que han aparecido de la nada, y hay muchas papeletas perdidas o manipuladas. Un conteo honesto de votos no es posible ya – las papeletas fueron infectadas masivamente. ¡Hay que quedarse con la Noche de la Elección!”, escribió el ocupante de la Casa Blanca.
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