Estamos viendo que los autores abandonan la escritura, y para nosotros ese es el peor impacto. Si hay menos autores, obviamente hay menos voces, menos historias, y eso afecta a los lectores
– John Degen, director ejecutivo de la Unión de Escritores de Canadá.
La literatura canadiense está en una edad de oro. Los escritores canadienses se destacan cada vez más en la escena internacional.
Margaret Atwood, ganadora del Premio Príncipe de Asturias de las Letras están viendo sus obras adaptadas para la pantalla. El cuento de la criada (The Handmaid’s Tale) fue ampliamente recompensado en la última edición de los Globos de Oro.
O la “Chéjov canadiense», en alusión al maestro ruso del realismo. Se trata de la escritora Alice Munro quien se convirtió en la decimotercera mujer en recibir un Nobel de Literatura.
Otros autores, como Esi Edugyan, han sido nominados a los mejores premios internacionales.
Pero, en general, los escritores canadienses, incluso los que integran listas de premios, apenas ganan lo suficiente para llegar a fin de mes.
Esto se desprende de una encuesta llevada a cabo por Unión de Escritores de Canadá.
La ganadora del Premio Rogers Writers ‘Trust Fiction, Kathy Page escribe profesionalmente desde hacemás de 30 años y todavía lucha con los bajos salarios de los escritores. (Billie Woods)
El otoño es temporada de premios literarios en Canadá, durante el cual se llevan a cabo una increíble variedad de fiestas donde fluyen vinos y quesos… y se otorgan importantes premios en efectivo.
Para los escritores canadienses, ser nominado es ya un honor importante. ¿Ganarlo?
Kathy Page estaba en carrera por el Premio Rogers Writers Trust Fiction de este año. Para ella, obtenerlo era como un posible salvavidas.
Afortunadamente para Kathy Page, ella ganó el premio de $ 50 000 dólares esa noche.
30 años escribiendo: de esta manera ella pasó a ser parte del club de escritores reconocidos, de mitad de carrera, y salvados por un premio del peligro financiero.
El comentario de Page se hace eco de lo que muchos autores famosos han estado diciendo.
El ganador del premio Giller el año pasado, Michael Redhill, mostró el dinero que le quedaba en su cuenta bancaria antes de depositar el cheque de $ 100,000: $ 411.
Charles Foran fue condecorado con la Orden de Canadá y ha escrito 11 libros, entre ellos, la biografía más vendida del escritor Mordecai Richler.
Después de que salió ese libro, Foran escribió un ensayo sobre por qué aún necesitaba mantener un trabajo de tiempo completo dirigiendo una ONG.
Se puedes pensar que los escritores han sido siempre pobres.
Pero según una reciente encuesta de la Unión de Escritores de Canadá de con sus miembros la pobreza ha ido aumentado.
John Degen es el director ejecutivo de la Unión de Escritores de Canadá. (Noticias CBC)
Y un 27 por ciento menos que hace 3 años.
El ingreso promedio de un escritor es de solo $ 9400 dólares al año.
Las nuevas leyes de derechos de autor permiten a los educadores fotocopiar trabajos escritos sin pagar.
Menos publicaciones significan menos vías para que los escritores expongan su trabajo.
Y menos encargos de revistas independientes para complementar los ingresos de los escritores.
Si bien estas son malas noticias para los escritores, también son malas noticias para los lectores, dice John Degen de la Unión de Escritores de Canadá.
Pero los escritores, como los que asistieron a un evento reciente de la Unión de Escritores llamado Get That Grant, están encontrando otras formas de sobrevivir.
Para Rebecca Diem, que escribe ciencia ficción, el camino ha sido eludir a las editoriales tradicionales y recurrir a sus admiradores para el crowdfunding para que ella pueda auto-publicar. Se trata de una práctica para financiar un proyecto mediante la recaudación de pequeñas cantidades de dinero con un gran número de personas, generalmente a través de Internet.
La autora Rebecca Diem asiste a un seminario de becas de la Unión de Escritores de Canadá, celebrado en la Biblioteca de Referencia de Toronto el 13 de noviembre de 2018 (CBC News)
Encontrar formas de sobrevivir para que puedan seguir escribiendo. Un trabajo que, para la mayoría de los autores, es una pasión, aunque signifique muchos compromisos financieros en el camino.
CBC-Deana Sumanac/RCI/Internet
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