El primer ministro de Quebec, François Legault, dijo que que la provincia no es capaz de integrar a 50,000 inmigrantes por año. Esa declaración ha encontrado eco entre los quebequenses, indica una investigación que la firma CROP ha realizado a solicitud del radiodifusor público Radio Canadá.
Dos tercios de los encuestados están de acuerdo tanto con el plan para reducir el umbral de inmigración anual de la provincia a 40,000, como con la afirmación de que la provincia simplemente no puede integrar convenientemente a todos los que vienen a instalarse.
El debate público de los últimos meses «nos convenció de que no recibimos a estos inmigrantes adecuadamente, de que no sabíamos cómo integrarlos», dijo Alain Giguère, presidente de CROP.
Es suficiente que haya una historia en los medios de comunicación respecto a que hubiera un acomodamiento considerado no razonable, y eso crea toda una historia amplificada que continúa y que da la impresión a la población de que no sabemos cómo integrar bien a estas personas.
-Alain Giguère, presidente de CROP
Pero Alain Giguère le dijo a Radio Canadá que tiene la impresión de que nadie sabe realmente si los inmigrantes están bien integrados o no.
Michel Seymour, profesor de filosofía en la Universidad de Montreal, considera que todavía hay margen de mejora. «Lo que tenemos que hacer es mejorar la integración del lenguaje, la integración socioeconómica y el reconocimiento de los diplomas para que las personas que recibimos se queden con nosotros», dice.
Esta es la más divisoria de las preguntas planteadas en la encuesta.
Durante la campaña electoral, el ex primer ministro Philippe Couillard, entonces líder liberal, había estimado que una disminución de los umbrales sería «un grave error», que daría la impresión de que Quebec es «un lugar donde los inmigrantes no son bienvenidos, y que estamos cerrando las puertas «y eso» limitará el desarrollo económico a largo plazo».
No es sorprendente que la posición del Partido Liberal haya obtenido menos votos: el Partido Liberal fue menos popular y, por lo tanto, menos creíble para el elector.
-Alain Giguère, presidente de CROP
Según el Sr. Seymour, «los quebequenses están básicamente preocupados por la inmigración y su propia identidad».
Creo que debemos ser sensibles al malestar de identidad de los quebequenses, no prohibiendo los símbolos religiosos o reduciendo la tasa de inmigración, sino estableciendo las reglas para la convivencia.
-Michel Seymour, profesor de filosofía en la Universidad de Montréal
¿La solución a la escasez de mano de obra?
Desde 2004, la tasa de puestos vacantes casi se ha duplicado en Quebec, pasando del 2% al 3.9%, según cifras de la Federación Canadiense de Negocios Independientes, que la convierte en la provincia más afectada por la escasez, en el país. La región de Gran Quebec, Abitibi, Côte-Nord y Saguenay se ven particularmente afectadas, al igual que las empresas con menos de 50 empleados.
La Cámara de Comercio de Montreal Metropolitano (CCMM) estimó que Quebec ahora debería recibir no 40,000 o 50,000 inmigrantes al año para aliviar la escasez de mano de obra, sino 60,000.
La inmigración se menciona a menudo como una de las soluciones a esta escasez, que se debe en particular al envejecimiento de la población, pero no es la única, insisten otros oradores. Las medidas de retención de personal, como invertir en capacitación o aumentar los salarios, así como la automatización de tareas, también forman parte de esto.
«No podemos decir que aumentaremos las cuotas generales de inmigración y que eso resolverá nuestro problema», dijo Pierre Fortin, profesor de economía en la Universidad de Quebec en Montreal (UQAM) hace unas pocas semanas, en una entrevista. Según él, es mejor apostar a la búsqueda de equilibrio entre las habilidades que traen de los inmigrantes y las requeridas por las empresas.
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