La diputada franco-ontariense Amanda Simard se ganó lluvia de elogios después de haber renunciado a su cargo de diputada del Partido Progresista Conservador de la vecina provincia de Ontario.
Amanda Simard seguirá ocupando su escaño como diputada independiente pero presentó su renuncia para protestar y denunciar la compresiones presupuestarias que los conservadores de Ontario impusieron a los servicios de la francofonía de la provincia.
El gesto de la joven política del Este de la provincia de Ontario fue calificado de valiente por numerosas personas, comenzando por Mélanie Joly, ministra de la Francofonía y de las Lenguas Oficiales de Canadá.
La diputada Simard, mostró su valentía denunciando la política de su propio partido contra los francófonos de la provincia. “Un ataque contra los derechos de una comunidad es un ataque contra todos y nosotros estaremos siempre presentes para defender a los francófonos a través de todo el país”, dijo la ministra Joly.
Según su colega Denis Paradis, esta renuncia debería incitar al gobierno del nuevo primer ministro Doug Ford y más particularmente a Caroline Mulroney, ministra de Asuntos Francófonos de Ontario e hija del ex primer ministro de Canadá Brian Mulroney, a hacer un examen de conciencia sobre el lugar de los francófonos en el seno del Partido Progresista Conservador de la provincia.
François Boileau, Comisionado a los Servicios en francés de Ontario, cuyo puesto de agente independiente en el Parlamento fue suprimido por el gobierno de Doug Ford, alabó la posición tomada por la diputada francófona Amanda Simard.
Amanda Simard se rindió ante la evidencia y renunció al día siguiente de una agitada sesión en Queen’s Park, el Parlamento de Ontario, en la que tomó la palabra para denunciar la decisión del primer ministro Ford de cortar todos los servicios en su lengua a los francófonos de la provincia.
Recordemos que además, el primer ministro de Ontario, Doug Ford cerró también la puerta a la creación de una universidad de lengua francesa en la provincia. Por tanto, los archivos muestran que esta reivindicación de los franco-ontarienses ha sido presentada desde hace varias décadas y fue aprobada por el gobierno liberal precedente de la ex primera ministra Kathleen Wyne.
RCI/La Presse Canadienne
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