Los nuevos productos contaminantes se encontraron porque científicos de Canadá y de Estados Unidos adoptaron un enfoque diferente para observar las muestras de sangre.
Cientos de contaminantes previamente desconocidos fueron encontrados en un nuevo estudio de sangre de oso polar, publicado en una revista química alemana recientemente.
Según el autor del estudio, el toxicólogo Jonathan Martin, existen muchos productos químicos inexplicables en la sangre humana, así como en muestras de la vida silvestre y del medio ambiente.
«Esta es una historia del oso polar, pero es probable que también sea una historia humana», dijo Martin, de la Universidad de Estocolmo en Suecia.

Jonathan Martin es toxicólogo en la Universidad de Estocolmo en Suecia. (Sara Frizzell / CBC)
Para determinar qué significa la exposición a estos productos químicos para la salud humana y ambiental, los investigadores primero deben saber qué son.
El estudio «Cientos de contaminantes halogenados no reconocidos descubiertos en el suero del oso polar», publicado en Angewandte Chemie, identifica más de 200 nuevos compuestos químicos, 100 de los cuales son completamente nuevos, nunca antes reportados por la ciencia.
Las toxinas tienden a acumularse en el Ártico debido al clima frío, y es probable que los osos polares, en la parte superior de la cadena alimentaria del ecosistema, tengan altas concentraciones de toxinas, razón por la cual el estudio se centró en los osos.
Los Inuit pueden seguir comiendo osos polares
Los nuevos productos químicos se encontraron porque los científicos de Canadá y Estados Unidos adoptaron un enfoque diferente para observar las muestras de sangre.
En el pasado, Martin dijo que los químicos pasaron por varios pasos de purificación antes de ser probados.
«Tratamos de no purificar. Dejamos los ojos abiertos para ver cosas inesperadas», dijo Martin.
Había estado buscando contaminantes fluorados, que son sustancias químicas comúnmente utilizadas en repelentes de manchas o para hacer teflón, pero que también se encuentran en toxinas cloradas y PCB.
En este momento no le diríamos a nadie que cambie nada debido a estos descubrimientos.
– Jon Martin, toxicólogo.
Se sabe que los PCB se acumulan en el Ártico durante un tiempo y se han documentado efectos en la salud relacionados con la reproducción y el desarrollo infantil. Como resultado, están ampliamente prohibidos, aunque aún están en el medio ambiente.
A diferencia de los PCB, los productos químicos fluorados no están prohibidos.
«Estamos un poco preocupados por el aumento de las concentraciones de los productos químicos fluorados, que fue uno de los hallazgos de nuestro estudio de que estos químicos todavía están aumentando en concentraciones», dijo Martin.
Dado que son nuevos, los otros productos químicos nunca han sido estudiados, por lo que los impactos en la salud son relativamente desconocidos.
Para los residentes del Ártico, esto no significa que deban dejar de comer osos polares u otros mamíferos marinos.
«Los osos polares no se contaminaron más cuando descubrimos esto. Han estado contaminados así desde la década de 1980. Simplemente no lo sabíamos».
Los productos químicos vienen probablemente de Asia
El estudio utilizó muestras de sangre proporcionadas por Medioambiente Canadá de dos subpoblaciones de osos polares diferentes: del mar de Beaufort y del oeste de la Bahía de Hudson.
Juntó la sangre de 10 osos de cada subpoblación para obtener un promedio de los químicos que contenían los osos. Luego, los investigadores analizaron muestras de sangre de osos agrupadas de manera similar, tomadas cada cinco años hasta la década de 1980.

Este oso polar en el hielo marino del mar de Beaufort fue parte de un estudio separado. En este estudio reciente, los osos de la subpoblación de Beaufort tenían concentraciones más altas de químicos repelentes de manchas que los osos de Hudson. (Anthony Pagano, USGS)
Utilizando los datos históricos, Martin pudo ver la creciente tendencia de los productos químicos fluorados.
Curiosamente, los osos de la subpoblación de Beaufort tenían concentraciones más altas de químicos repelentes de manchas que los osos de Hudson, lo que podría significar que los químicos provienen de Asia a medida que el agua del mar fluye a través del Estrecho de Bering y hacia el Mar de Beaufort.
Martin dice que los próximos pasos implican investigaciones que identificarían de dónde y de qué provienen los productos químicos, para que puedan ser eliminados en la fuente. Los estudios futuros también deben considerar los efectos y las concentraciones humanas.
«Personalmente estoy tratando de presionar por los estudios humanos», dijo Martin. Y él está alentando a cualquier persona que quiera participar a ponerse en contacto con él a través de Salud Canadá
S.Frizzell/CBC/RCI
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