El submarino brasileño Riachuelo. (Foto: MAURO PIMENTEL/AFP/Getty Images)

Primer submarino brasileño construido con tecnología francesa lanzado simbólicamente al mar

El “Riachuelo”, primero de una serie de 5 submarinos ultra modernos construido en Brasil con transferencia de tecnología francesa fue lanzado al mar este vienes en el astillero Itaguai, cerca de Río de Janeiro, donde se construirá después su primer submarino a propulsión nuclear.  Las autoridades brasileñas han garantizado que ese submarino estará equipado solo con armamento convencional y que la tecnología nuclear será utilizada solo para su propulsión.

Según la Marina brasileña, el acuerdo con Francia permitió no solo la transferencia de tecnología militar sino también la nacionalización de los equipos para el montaje de los submarinos y la capacitación del personal. Entre los empleados que trabajan en los astilleros brasileños se encuentran 250 ingenieros y técnicos de la Marina que recibieron capacitación en Cherbourg, Francia.

La ceremonia del Riachuelo se hizo con gran pompa en presencia del presidente Michel Temer y del presidente electo Jair Bolsonaro, quien asumirá las riendas del país el primero de enero próximo, 10 años después de la firma del contrato de 6.700 millones de euros con la compañía francesa DCNS, hoy conocida como Naval Group.

Cabe recordar aquí que esta ceremonia fue posible gracias a un acuerdo firmado por el entonces presidente socialista Luiz Inacio Lula da Silva (2002-2010) y el presidente conservador francés Nicolás Sarkozy (2007-2012).

Oficiales de marina al lado del submarino Riachuelo. (Foto: MAURO PIMENTEL/AFP/Getty Images)

El ambicioso programa Prosub tiene como objetivo asegurar a Brasil, gracias a esta flota de submarinos, la protección de sus 8.500 kilómetros de costas y de sus yacimientos de petróleo en mar abierto.

Bautizado con el nombre de una batalla naval ganada por la armada brasileña en siglo XIX, este submarino de clase “Scorpène” (Escorpena o pez escorpión en francés) mide 72 metros de largo, pesa cerca de 1.800 toneladas y cuenta con propulsión diesel-eléctrica.

Después de haber sido bautizado con champán por Marcela Temer, esposa del presidente brasileño, rutilante bajo el Sol, adornado con grandes insignias con los colores de Brasil, el Riachuelo bajó lentamente hacia el mar con la ayuda de un ascensor. El presidente Michel Temer accionó simbólicamente el mecanismo, presionando un luminoso y gran botón rojo.

Michel Temer, presidente de Brasil (der.), su ministro de Defensa, Raul Jungmann (centro) y el ministro de Gobierno Antonio Imbassahy.(Foto: EVARISTO SA/AFP/Getty Images)

Después de este acto simbólico, el submarino pasará una serie de pruebas antes de entrar en servicio dentro de 2 años. Los nuevos submarinos reemplazarán a los 5 submarinos convencionales que el país posee, construidos en colaboración con Alemania entre 1980 y 1990.

Dotados de una mejor autonomía, los nuevos submarinos permitirán la protección de los recursos naturales del país. Una de sus principales tareas será de vigilar los yacimientos de petróleo “pre-sal” en aguas profundas, situados bajo una espesa capa de sal y cuyas concesiones fueron subastadas en bloques petroleros por unos 2.000 millones de dólares por el gobierno de Michel Temer.

La subasta fue posible gracias a una nueva legislación promulgada por el gobierno de Michel Temer, que le quitó a Petrobras el papel preponderante en ese sector.

RCI/AFP/Naval Group/Internet

Categorías: Internacional, Política
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