Las personas pueden limpiar el equipo del gimnasio con una toalla en lugar de un desinfectante antibacterial. (Richard Lam / Canadian Press)

¿Va al gimnasio? Cuidado con los microbios que aumentan resistencia a los antibióticos

Los científicos sospechan que los productos químicos utilizados para desinfectar las máquinas en los gimnasios afectan a los microbios que viven en el polvo del gimnasio. En la mira: el triclosán.

Generalmente se piensa que el polvo es algo muerto. Pero el polvo en realidad está lleno de bacterias porque actúa como un lugar de descanso final para todo lo que se desplaza por el aire.

Es por eso que cuando la ingeniera ambiental Erica Hartmann llega al gimnasio, sabe que el piso donde la gente se acuesta para hacer abdominales es el lugar perfecto para probar el polvo en busca de microbios.

En un gimnasio, a menudo se recomienda a las personas que limpien las pesas y las máquinas con un desinfectante. Un ingrediente antimicrobiano llamado triclosán detiene el crecimiento de bacterias, hongos y moho, al mismo tiempo que desodoriza.

Los fabricantes le agregan triclosán a una variedad de productos, como jabón antibacterial, mangos de cuchillos y textiles.

«¿Qué le está pasando a las bacterias en el polvo con todos los químicos antimicrobianos?»

– Erica Hartmann.

Los discos muestran bacterias que son resistentes a los antibióticos. (Taylor Brown / Northwestern University)

En un nuevo estudio, ella y su equipo en la Universidad Northwestern en Illinois se hicieron esa pregunta y descubrieron que el polvo en los gimnasios no solo está vivo, sino que muestra signos de resistencia a los antibióticos.

Los científicos tomaron por primera vez muestras de polvo recolectadas al vacío de gimnasios en 42 instalaciones deportivas en Oregón, incluidos clubes privados de acondicionamiento físico, centros recreativos públicos y estudios de danza, yoga y artes marciales.

Hartmann y sus colegas pudieron cultivar más de 7,000 colonias de diferentes tipos de bacterias. «Estaba un poco abrumada» por el resultado, dijo.

En la revista mSystems, Hartmann informó que aproximadamente el 30 por ciento de las bacterias eran resistentes a uno de los tres antibióticos considerados importantes por los médicos.

El triclosán bajo la lupa

Una investigación estadounidense ha vuelto a poner el foco en el triclosán, un antimicrobiano que lleva años siendo estudiado y limitado por organismos europeos por considerarse peligroso para la salud y el medioambiente.

El triclosán es un ingrediente que mata gérmenes y se encuentra en muchos jabones líquidos antibacterianos, así como en la pasta de dientes. Sin embargo, nuevos estudios parecen ofrecer evidencia contradictoria sobre si es potencialmente dañino. (Kiichiro Sato / Prensa Asociada)

Para este último estudio, llevado a cabo en ratones, los investigadores expusieron a los animales a dosis bajas de triclosán durante tres semanas. Tras este periodo, observaron una inflamación de colon de bajo grado y atisbos de colitis y cáncer de colon asociado. No obstante, estas conclusiones no son demostrables para la salud humana, ya que la administración del compuesto a los ratones fue por vía oral, algo difícil que ocurra en humanos (habría que ingerir jabón o pasta de dientes voluntariamente, cosa muy poco recomendable).

No es el primer estudio que alerta sobre el triclosán, un biocida ampliamente utilizado desde hace más de 40 años. En altas concentraciones, es eficaz para acabar con un gran número de microorganismos diferentes, incluidas bacterias. En bajas concentraciones no los mata, pero detiene su propagación. Este compuesto está presente en los cosméticos, donde actúa como conservante. También se emplea en jabones y pastas de dientes (para controlar la placa y mejorar la salud de las encías).

Las dudas persisten

Hace unos 100 años, las enfermedades infecciosas eran una de las principales causas de muerte. Ahora, gracias al saneamiento adecuado del agua y los antibióticos, las enfermedades infecciosas están muy por debajo de la lista de los principales asesinos en Canadá.

Hartmann sospecha que hemos ido demasiado lejos cuando se trata de higiene.

Es una exageración. Es como construir una bomba atómica para perseguir un germen malo.

La resistencia antibacteriana ocurre cuando los medicamentos matan algunas bacterias, pero no todas. Algunos restantes desarrollan formas de protegerse y prosperar. Cuando eso ocurre, las personas pueden desarrollar infecciones que son mucho más difíciles de tratar.

Cuando los científicos sintetizaron nuevos compuestos por primera vez, se asumió que los químicos estarían inactivos en el ambiente.

Cuando introducimos productos químicos sintéticos como el triclosán, dice Hartmann, las bacterias ven una fuente de alimento preparada para explotar. «Las bacterias solo están tratando de ganarse la vida».

El estudio no prueba que el triclosán cause resistencia a los antibióticos. Los investigadores encontraron marcadores genéticos que indicaban resistencia a los antibióticos en general, no resistencia al triclosán específicamente. No obstante, «las asociaciones que vemos son bastante sospechosas», dijo Hartmann.

Cuando se utiliza triclosán en productos de cuidado personal, deja un residuo de larga duración en el polvo interior. En general, los residuos en el gimnasio no son una gran amenaza, dijo.

«Si comparas la resistencia a los antibióticos en cualquier entorno en comparación con el intestino humano, hay mucho más en el intestino humano».

Si un paciente en un país industrializado desarrolla una infección resistente a los antibióticos mientras está en el hospital, los gobiernos y la Organización Mundial de la Salud hacen un seguimiento de esas infecciones. Sin embargo, a menudo no se informan las infecciones que se adquieren fuera de un centro de atención de la salud, por lo que es difícil decir qué infecciones provienen de dónde y cuál es la verdadera causa, dijo Hartmann.

Por eso se desconoce la magnitud general del problema de la resistencia a los antibióticos rastreada al polvo.

¿Lo más efectivo? Agua y jabón dicen en Canadá

El jabón antibacterial para manos no es necesario. El jabón y el agua normales están perfectamente bien. El lavado frecuente de las manos con ellos reduce el riesgo de resfriado y gripe al detener la propagación de gérmenes. (Ráfaga / Pexels)

Pero dado que la resistencia a los antibióticos es ya una gran amenaza para la salud pública, tiene una sugerencia para los consumidores:

«El jabón antibacterial para manos no es necesario. El jabón y el agua normales están perfectamente bien».

En 2012, Salud Canadá y Medioambiente Canadá revisaron el triclosán y propusieron que la industria reduzca voluntariamente la cantidad que utiliza, particularmente en productos de cuidado personal que tienden a terminar en lagos y ríos.

En EE. UU el triclosán se encuentra en las toallitas que se usan en el gimnasio, así como en la pasta de dientes y en muchos productos de consumo como tablas de cortar y juguetes que no están etiquetados necesariamente porque los productos están regulados por la Agencia de Protección Ambiental, no por la FDA.

Medioambiente Canadá considera que el triclosán es altamente tóxico para una variedad de organismos acuáticos, como algas y peces, así como para ciertos organismos del suelo.

«En los niveles actuales de exposición, el triclosán no es perjudicial para la salud humana», reiteró el gobierno canadiense el mes pasado.

El gobierno federal propuso un plan de prevención de la contaminación para limitar la presencia de triclosán en las vías navegables canadienses. La propuesta está abierta a comentarios públicos hasta el 23 de enero, dijo un portavoz de Salud Canadá.

Kathleen Cooper, experta en pesticidas de la Asociación Canadiense de Derecho Ambiental, dice que está claro que Canadá necesita leyes de etiquetado más estrictas. (Asociación Canadiense de Derecho Ambiental)

Miedo exagerado a las bacterias

Si el triclosán afecta los ecosistemas, eventualmente afectará la salud humana. Los reguladores generalmente evalúan las sustancias por toxicidad aguda, como la cantidad que puede alimentar a una rata antes de que se agote y muera.

Sería importante entonces que los reguladores presten más atención a los efectos potencialmente crónicos de los productos químicos que podrían tardar décadas en aparecer, particularmente en el caso de los ecosistemas microbianos que influyen en la resistencia a los antibióticos y, finalmente, en la salud humana.

«Mi posición siempre ha sido que el triclosán es innecesario en un hogar y que no deberíamos usar químicos tan potentes para calmar nuestros temores a las bacterias», dice de su lado el Dr. Kapil Khatter, médico de familia en Ottawa y ex director ejecutivo de La Asociación Canadiense de Médicos por el Medio Ambiente.

Dijo que el triclosán tiene sentido donde la esterilidad es esencial, como en los entornos de atención médica, pero no para un uso más amplio en hogares o gimnasios.

Investigadores de la Universidad de Oregón, la Universidad Estatal de Arizona, el Instituto Santa Fe y Harvard también trabajaron en el estudio.

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Categorías: Medioambiente y vida animal, Salud
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