El Ártico canadiense, una región considerada clave para el equilibrio ecológico. THE CANADIAN PRESS/HO-Zac Robinson.

Glaciares canadienses en peligro de extinción

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El año 2018 culmina con un balance negativo en materia de preservación del medioambiente, como consecuencia del cambio climático.

A pesar de los esfuerzos puestos en práctica, los canadienses padecen de manera cada vez más evidente los resultados del calentamiento planetario.

De esa situación da cuenta un estudio producido por investigadores de la Universidad Simon Fraser y la Universidad de Alberta, quienes advirtieron que los glaciares que se encuentran en las provincias de Columbia Británica, Alberta y el Yukón se están derritiendo a una velocidad mayor que la registrada con anterioridad.

El resultado de ese fenómeno no sólo es alarmante por el cambio del hábitat que produce en la región, afectando a animales y vegetación de la zona, sino por los efectos que el mismo tiene en otros territorios, particularmente en los más próximos.

Las montañas suelen estar cubiertas de nieve en esta época del año. THE CANADIAN PRESS/Jeff McIntosh

Una de las consecuencias del deshielo de los glaciares es el aumento de riesgo de inundaciones, que podrían incluso afectar a centros urbanos.

El estudio advierte que, de continuar el proceso con su actual tendencia, en no más de 50 años desaparecerá el 80 por ciento de los glaciares que se encuentran en zonas montañosas de Alberta y Columbia Británica, ambas en el oeste del país.

Así lo sostuvo el profesor en ecología David Hik, uno de los responsables del estudio, en diálogo con la agencia The Canadian Press.

En condiciones normales, los glaciares se forman como resultado de la acumulación de la nieve que se precipita durante las tormentas en época invernal, y la masa producida no llegaba a derretirse durante el verano siguiente.

De todos modos, en los últimos años, el aumento de las temperaturas y la menor cantidad de precipitaciones han tenido como resultado un retroceso de la superficie de los glaciares. En numerosas ocasiones los medios de comunicación han difundido imágenes de territorios que antes estaban cubiertos de hielo, pero que ahora permanecen libres de nieve.

El Parque Nacional de Jasper y los efectos del cambio climático. THE CANADIAN PRESS/Jeff McIntosh

La comunidad científica ha advertido en reiteradas ocasiones sobre las consecuencias cada vez más visibles del calentamiento global.

Sin ir más lejos, a pesar de que se habían hecho anuncios en sentido contrario, hasta el momento vastos sectores de Canadá han recibido mucho menos nieve de la acostumbrada para esta época del año.

En Montreal, por ejemplo, la tradicional Navidad blanca no se produjo este año, cuando las nevadas han sido menos frecuentes y las temperaturas se han colocado varios grados por encima de lo considerado normal para esta época.

La situación se vuelve aún más dramática si se toma en cuenta que el aumento de la temperatura en el norte duplica a las marcas promedio para el resto de los territorios, como sostuvo en octubre último el Informe Anual sobre el Ártico, producido con la participación de 81 científicos de 12 países.

Una foto de archivo, daba cuenta de la degradación glaciar ya en 2008. AP photo/Glacier National Park

Por su parte, el reporte conocido como “Estado de las Montañas”, difundido también este año, había alertado que la cadena montañosa conocida como Saint Elias, que se extiende por los territorios de Columbia Británica, Yukón y Alaska había perdido su manto de hielo de manera mucho más acelerada que los territorios aledaños.

Según el estudio, la velocidad del derretimiento no es pareja en diferentes sitios del oeste canadiense.

Zac Robinson, de la Universidad de Alberta, que también participó en la investigación, alertó que los glaciares montañosos son más sensibles al aumento de las temperaturas, por lo que es en ellos donde las consecuencias del cambio climático se manifiestan más pronto y de manera más dramática.

Fenómenos similares se verifican en los Alpes, en Europa, y en las zonas glaciares de la región de los Andes, en Sudamérica.

El profesor Hik indicó que la pérdida de masa glaciar varió entre el 25 y el 70 por ciento, a lo largo de las últimas 7 décadas.

A este paso, Canadá se convertirá en pocas décadas en un país sin Ártico. THE CANADIAN PRESS/Jeff McIntosh

Además de los graves efectos en la flora y la fauna, el derretimiento prematuro de los glaciares conlleva el riesgo de inundaciones.

Al deshacerse de manera más rápida, el agua fluye en forma diferente y al no contar con vías de escape adecuadas tiende a acumularse, creando anegamientos en zonas que normalmente están exentas del riesgo de inundaciones.

Si bien es cierto que la extensión del territorio canadiense facilita que esas acumulaciones se produzcan en territorios con poca o nula población, el avance de las aguas podría también afectar, si sigue la tendencia, zonas urbanizadas, con sus consecuencias económicas y humanas.

El profesor Robinson resaltó la importancia del estudio de las montañas, ya que estas responden de manera rápida e intensa al cambio climático, por lo que son un terreno indispensable para la evaluación de la marcha del calentamiento global.

Categorías: Medioambiente y vida animal
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