La integración de los inmigrantes, tanto en el plano social como cultural, pero también en el terreno laboral es uno de los temas puestos en la palestra por la actual administración de gobierno de Quebec, que busca redefinir su política en relación con el tema.
Según manifestó el propio primer ministro, François Legault, continuar con la actual corriente migratoria en su cantidad y forma no aparece como la mejor opción, sobre todo a la luz de los problemas que enfrentan numerosos inmigrantes para insertarse laboralmente.
La cuestión suscita interrogantes, sobre todo si se toma en cuenta que esas personas llegan a suelo quebequense tras un proceso de selección, en el que son evaluadas en sus propios países por funcionarios especializados de la provincia, en base a sus diplomas, formación y experiencia profesional, conocimiento lingüístico y solvencia económica.
La Municipalidad de Montreal quiere que su estructura refleje la diversidad de su sociedad. Foto: iStock.
Al respecto, la Municipalidad de Montreal decidió poco tiempo atrás la creación de un Consejo Intercultural, cuyo objetivo es el de abocarse a la problemática de las comunidades culturales y su lugar en la vida de la ciudad.
Según su mandato, el ente debe “aconsejar a la municipalidad y al comité ejecutivo sobre los servicios y políticas municipales que deben ser puestos en práctica, para favorecer la integración y la participación de los miembros de las comunidades culturales a la vida política, económica, social y cultural” de la urbe.
Subrepresentados
Según cifras de la propia ciudad, algo más del 31 por ciento de sus habitantes pertenece a poblaciones inmigrantes.
Quienquiera que se tome el tiempo para dar una recorrida por distintos sectores de la ciudad, no sólo aquellos considerados como imanes para el turismo, podrá verificar la enorme diversidad que representan sus residentes.
No obstante, y según cifras que datan de 2017, sólo el 23 por ciento de personas pertenecientes a minorías culturales resultó electo, para ocupar un lugar en el cuerpo legislativo que resultó de los comicios municipales llevados a cabo ese año.
La inmigración constituye una porción importante de la población de la urbe.. REUTERS/Shaun Best.
En esa ocasión, 86 montrealenses de grupos inmigrantes hicieron campaña para aspirar a 298 cargos electivos. Sólo 14 aspirantes resultaron elegidos.
Se trata claramente de una representación deficitaria de los grupos culturales en las instancias que rigen la vida municipal, en una de las ciudades más cosmopolitas de Canadá.
Acceso a cuentagotas
En el mismo sentido, según un documento elaborado por el propio Consejo Intercultural Municipal (CIM), en 2015 sólo el 17 por ciento de los recursos humanos del municipio provinieron de las minorías étnicas y visibles. Los miembros de esos grupos ocuparon sólo el 6 por ciento de las funciones de cuadros de dirección. En el caso de los cuadros administrativos, la presencia fue del 9,4 por ciento.
El grupo resaltó, en conclusión, que la diversidad no ocupó funciones estratégicas en la estructura de la Municipalidad de Montreal.
El representante adecuado
Consciente de que son los inmigrantes quienes deben ser artífices de su propia realidad, el CIM resalta que la situación de los montrealenses nacidos en el exterior no mejorará en los planos laboral, económico, cultural y social hasta que esa franja de la población no logre una representación política justa y equilibrada.
Nadie mejor que representantes políticos surgidos de las propias comunidades para abordar sus problemáticas y aportar las respuestas adecuadas.
Con ese objetivo, el CIM produjo recientemente un documento titulado “Hacia una ciudadanía urbana que favorezca la plena participación de todas y todos. Opinión sobre la participación en la vida municipal de los montrealenses surgidos de la diversidad”.
Existen obstáculos estructurales para la participación plena de todos en la vida de la ciudad. REUTERS/Christinne Muschi.
El eje central del documento lo constituye una serie de recomendaciones para hacer de Montreal una “metrópolis auténticamente inclusiva”.
- Que la ciudad implemente la práctica de presupuestos participativos, especialmente a nivel de barrios, con el objetivo de favorecer la participación de los habitantes surgidos de la diversidad.
- Que la ciudad apoye financieramente las iniciativas de proyectos estructurales que favorezcan la participación de las personas surgidas de la diversidad, entre otras la mentoría y el hermanamiento intecultural.
- Que la ciudad implemente una iniciativa con el objetivo de formar a los ciudadanos en la política municipal, sus cuestiones y sus modalidades de participación.
- Que la ciudad implemente un programa de mentoría, parecido al de apadrinamiento profesional, entre los representantes y personas de la diversidad, para favorecer a largo plazo su representación en el seno de las diversas instancias políticas.
- Que la ciudad instrumente una consulta pública sobre el derecho a voto de los residentes permanentes, con el objetivo de proponer una enmienda a la Ley Sobre Elecciones y Referendos en las Municipalidades.
- Que la ciudad lleve a cabo una campaña de sensibilización del gran público hacia la valorización de la diversidad en todas sus expresiones, orientada en base al aporte de la diversidad a la vida de la ciudad y a la lucha contra la discriminación.
- Que la ciudad redefina el mandato de la Oficina de Integración de los Recién Llegados a Montreal (BINAM), para que la misma pueda responder mejor a las necesidades de las personas surgidas de la diversidad.
Finalmente, los integrantes de la CIM sostuvieron que el conjunto de las recomendaciones toma en cuenta las barreras sistémicas que existen para la participación ciudadana de los montrealenses surgidos de las minorías culturales.
Fuente: CIM
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