Cientos de personas manifestaron el jueves 3 de enero en Perú, para pedir la renuncia del fiscal general, luego que este intentó destituir a un equipo que investiga un millonario escándalo de corrupción conocido como el caso Odebrecht.
La movilización más importante tuvo lugar en Lima, la capital del país, donde los participantes reclamaron la salida de su cargo del fiscal Pedro Chavarry y la implementación de políticas para librar al país de la corrupción.
Chavarri había decidido la remoción de dos fiscales que estudian las denuncias contra cuatro ex presidentes del país, por haber presuntamente cobrado sobornos de parte de la firma constructora brasileña Odebretch.
El actual mandatario, Martín Vizcarra, fue elegido bajo la promesa de terminar la corrupción. Presidencia de Perú/Handout via REUTERS
El caso afecta a varias naciones sudamericanas, en lo que podría tratase de uno de los mayores escándalos por corrupción en la región. La constructora habría pagado importantes sobornos a diversos políticos en distintos países, para asegurarse la concesión de contratos públicos por varios millones de dólares.
La medida de Chavarri fue vista por los peruanos como un intento por encubrir a los acusados y evitar que se implementen las medidas de saneamiento anunciadas por el gobierno, lo que generó un malestar generalizado en la población.
El fiscal general intentó desplazar de sus puestos a José Domingo Pérez y Rafael Vela, a quienes acusó de haber violado el “principio de privacidad” y de “falta de rigor”, en el marco de la investigación por presuntos pagos de Odebrecht a la líder opositora Keiko Fujimori.
La constructora pagó sobornos por varios millones. REUTERS/Paulo Whitaker.
La presión pública obligó al funcionario a dar marcha atrás en su medida y restituir a sendos fiscales.
Pérez, uno de los afectados, sostuvo que la medida, si bien se aplicó por escaso tiempo, afectó el desarrollo normal de la pesquisa por el caso Odebrecht.
Una de las consecuencias de la suspensión fue que los investigadores debieron postergar un viaje a Brasil, que tenían previsto para el 11 de enero, en el que debían entrevistarse con altos ejecutivos de la firma constructora brasileña, que habían aceptado colaborar con la causa.
El equipo dirigido por el fiscal Vela tiene a su cargo la investigación a la que están sujetos cuatro ex presidentes del Perú, por el presunto cobro de sobornos y que gobernaron el país entre 2001 y 2018. Se trata de los ex mandatarios Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Alan García y Pedro Kuczynski.
Por su parte, Keiko Fujimori, líder de un partido de oposición, es hija del ex presidente Alberto Fujimori, y actualmente se halla bajo detención preventiva, acusada de haber recibido aportes ilegales de la firma Odebrecht durante su fracasada campaña electoral para la presidencia del país.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.